La polémica abierta por los partidarios de celebrar la Nochevieja Universitaria el próximo 16 de diciembre en la Plaza Mayor de Salamanca y los defensores de su suspensión, debido al empeoramiento de la situación epidemiológica por culpa del incremento de los contagios por COVID, no cesa. Esta mañana se ha pronunciado el alcalde de la capital salmantina, Carlos García Carbayo, al ser preguntado por los periodistas sobre esta espinosa cuestión.

El regidor municipal ha sorprendido a los periodistas al considerar que la Nochevieja Universitaria "no es un tema que interese tanto a la gente de la ciudad", sino más bien a los medios de comunicación locales y nacionales. Carbayo ha puntualizado que el Ayuntamiento asumirá el acuerdo que adopte la Asociación de Empresarios de Hostelería, que justo en esos momentos celebraba una reunión para sopesar la posible suspensión o aplazamiento de la multitudinaria fiesta, ante la campaña de recogida de firmas en las redes sociales que aboga por su cancelación y que ha cosechado ya 15.000 apoyos. "Hay que esperar, pero cualquiera que sea la decisión, tendremos que tomar las disposiciones habituales, como reforzar los sistemas de seguridad, la limpieza en toda la ciudad y la colaboración con otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que todo salga bien y garantizar el desarrollo normal de esta actividad”.

Por su parte, el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Salamanca, Fernando Castaño, ha defendido la celebración del Fin de Año Universitario en la Plaza Mayor para tener a los jóvenes "controlados", ya que, según sus palabras, la fiesta se realizaría si se suspendiese con "jóvenes descontrolados" y con "fiestas en pisos". El edil se ha preguntado, según informa Europa Press, si la postura pasa por ser "eficaces" y contar con un evento en la plaza "controlado", o "ponerse la venda en los ojos y no querer mirar" ante los mismos participantes "descontrolados".

Ante ello, ante una fiesta que lleva celebrándose desde finales del pasado siglo, ha insistido en la duda de si esta fiesta se puede "evitar" o si los interesados van a participar de otra manera y con "fiestas en pisos" si se suspende.

Sobre ello, ha recordado "antecedentes" como las imágenes de jóvenes "bailando la conga sin mascarilla" en la Plaza Mayor el 9 de mayo, al terminar el toque de queda, o el "montón de fiestas descontroladas en pisos y graves desordenes en las calles" durante las fiestas cuando estaba limitado el horario del ocio nocturno.

Por ello, ha animado a la ciudadanía a preguntarse si prefiere la celebración en la plaza "controlando el uso de mascarillas, de forma organizada y al aire libre" o si opta por la suspensión y las "fiestas en pisos".

A continuación, ha abogado en esta decisión por alejarse de "populismos" y "afrontar las cosas cómo son", porque "no hay nadie que sepa cómo funciona esta fiesta que sepa cómo se puede evitar" y si es así le ha animado a que "diga cómo", ha apostillado.

Finalmente, tras animar a "mirar a los problemas de frente" y ante la campaña, como la recogida de firmas en redes sociales, para que no se celebre, el edil ha manifestado: "Después de año y medio debemos dejar de lado el populismo y centrarnos de verdad en lo que es la raíz del problema. No hay una correlación entre tomar medidas y la bajada o subida de contagios. Ha estado ocho meses la hostelería cerrada en Alemania y ahora mirad la incidencia que tienen".

"Hay cosas que son eficaces, hay cosas que puedes evitar, hay que evitar el descontrol y, sobre todo, en lo que puedas, que haya fiestas en pisos, que haya reuniones en pisos y para eso tienes que abrir la hostelería y dejar que los chavales vengan a la plaza, al aire libre", ha concluido en una intervención donde ha criticado al Grupo Socialista en el Ayuntamiento por "subirse a ese populismo" y "decir que se aplace, sabiendo que saben que no se puede aplazar".