La localidad leonesa de Velilla de la Reina (León) celebra carnaval con su tradicional guerra de incienso

La localidad leonesa de Velilla de la Reina (León) celebra carnaval con su tradicional guerra de incienso Peio García / ICAL

León

Ni el de Cádiz ni el de Tenerife: el carnaval más sorprendente de España se celebra en este pueblo de Castilla y León

Dos días de fiesta marcados por una guerra de ceniza, un multitudinario desfile y dos actos llenos de historia y tradición conocidos como Cachiporrada y Corridas del toro. 

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Pensar en carnaval es pensar en Río de Janeiro, Tenerife e incluso en Cádiz. A muy pocos se les viene a la cabeza Castilla y León, pero lo cierto es que esta región celebra el más sorprendente de toda España. 

Es en la provincia de León, en un pequeño pueblo de unos 200 habitantes situado en la comarca del Alto Órbigo y llamado Velilla de la Reina, donde esta fiesta, recuperada en 1981 y organizada por la Asociación Cultural Toros y Guirrios, se ha convertido en uno de sus principales distintivos y en el motivo por el que se llena de gente y vida cada mes de febrero. 

El hecho de que sea considerado el carnaval más original e impactante del territorio nacional se debe a su particular manera de celebrar esta fecha. 

Cencerrada en Velilla de la Reina por carnaval

Cencerrada en Velilla de la Reina por carnaval Campillo ICAL

Las actividades comienzan el Sábado de Carnaval con una petición de limosnas de carácter benéfico conocida como Cuestación. 

La realizan mozos y mozas vestidos de antruejos, o lo que es lo mismo, disfraces realizados con materiales del entorno y de desecho, y en ella también intervienen los guirrios, aunque sin toros blancos ni de saco.  

Los guirrios son aquellos que tienen como misión provocar el caos con movimientos, carreras, persecuciones y las varas de mimbre que suelen llevar. Visten de blanco, cinturón de cuero con cencerros, botas negras y una careta cónica adornada con cintas de colores, flores y abanicos de papel. 

Por su parte, los toros blancos son los inseparables de los guirrios y han de conseguir que todas las jóvenes solteras sean volteadas por encima de sus cuernos, mientras que los toros de saco son los niños que se visten de una particular manera y solo se meten con las chicas de su edad. 

Con la Cuestación, Velilla de la Reina trata de revivir una fiesta que antiguamente festejaban los quintos, recibiendo a cambio huevos, chorizo y torreznos. Sin embargo, en la celebración actual, los participantes suelen conseguir algo de dinero. 

En algunas casas también son obsequiados con dulces típicos de esta época del año, como lo son las orejas, las flores o los frisuelos. 

Desfile del Antruejo en Velilla de la Reina

Desfile del Antruejo en Velilla de la Reina Campillo ICAL

Esa misma noche, la localidad celebra la denominada Cachiporrada. Un festejo lleno de historia y tradición en el que antiguamente un grupo de personas, armadas de cachiporras hechas de juncos trenzados, iban casa por casa golpeando las puertas y entrando en las mismas para dialogar con sus moradores. 

Solo si había familiaridad pasaban hasta la cocina para tomar algo antes de continuar la ruta a la siguiente casa. 

Todo ello lo hacían el Domingo Gordo, el cual se festejaba una semana antes de la celebración del Antruejo para anunciar la proximidad de esta fiesta. 

Si los moradores no les respondían, les echaban ceniza en la puerta o incluso en el pasillo y les decían: "Si no quieres responder, mete un cuerno en el culo y aprieta bien". 

Actualmente y desde hace años, esta fiesta se celebra el sábado y únicamente se llama a las puertas para mantener una conversación con los ocupantes de las viviendas desde la calle. 

Tras ello, vecinos y visitantes se reúnen en la plaza, donde se enciende una hoguera, para cantar, bailar y beber mientras unos cuantos manchan las caras de los asistentes con tizones. Algo que se conoce como Encisnao.  

Esto hace años también se hacía con unto o tocino de engrasar las ruedas de los coches y hasta con corchos quemados y ceniza.

De hecho, de la hoguera de esta fiesta es de donde antiguamente se llenaban los cubos de ceniza que al día siguiente se lanzaban contra la gente. Una tradición que se sigue realizando, aunque de una manera mucho más suave.

Y es que, dado que la del sábado es una jornada bastante larga, la del domingo, llamada Domingo de Antruejo, la empiezan después de comer. 

Desfile de Antruejos en el Carnaval de Velilla de la Reina

Desfile de Antruejos en el Carnaval de Velilla de la Reina Campillo ICAL

Es entonces cuando la gente sale a la calle con disfraces de lo más curiosos que van desde máscaras de troncos ahuecados a cráneos secos de animales o incluso pieles con las que se tapan las caras. 

Estos los lucen en un tradicional desfile por las calles del pueblo denominado Desfile de Antruejos, que suele comenzar a las 17:00 horas y que siempre está encabezado por mujeres mayores llamadas Madamas, que, ataviadas con el traje tradicional de la zona, bailan y caminan al son de dulzainas, tamboriles y platillos. 

Las siguen los guirrios vestidos de blanco, con cencerros y abanicos multicolores, a los que se suman también enanos de enormes cabezas y cuerpos pequeños, así como una pareja de gigantes. 

A continuación, una recreación de tareas domésticas o rurales, como la siembra, la arada, la siega o la elaboración de embutidos, sobre un escenario con ruedas. 

Tras ello llega el turno de las máscaras zoomorfas, con los toros de saco que no dejan de atacar a las chicas de su edad, y de la 'gomia', una especie de dragón que es movido por varios jóvenes.  

También de los denominados antruejos, quienes desfilan con sus disfraces realizados con materiales del entorno agitando carracas, matracas y matraculas. 

En esta fiesta 'el inciensador' también juega un papel protagonista, puesto que es quien le da olor a la misma agitando un caldero donde arden paja, ajos, alguna suela y algún producto colorante. 

El inciensador del Carnaval de Velilla de la Reina (León)

El inciensador del Carnaval de Velilla de la Reina (León) Campillo ICAL

También lo hace quien le sigue, que en este caso es 'el de las tenazas', que, por su parte, esconde este utensilio bajo su capa. 

Todos ellos finalizan el recorrido en la Plaza de la Veiga, donde se reúnen para bailar al ritmo de la música y llenando de vida y color este lugar estratégico del pueblo hasta la llegada de cuatro o cinco parejas de guirrios, que normalmente suelen ser quintos. 

Estos se abren camino entre la multitud mientras agitan sus varas de mimbre y acompañados de toros blancos, con el objetivo de encontrar, con la ayuda de los niños e incluso de las madres, a sus víctimas, las mozas solteras que, por su parte, acaban cayendo en sus brazos.

Entonces, estos las agarran por encima de la cintura y, con su ayuda, las voltean por encima de los cuernos de los toros blancos. 

Corridas del toro en el Carnaval de Velilla de la Reina (León)

Corridas del toro en el Carnaval de Velilla de la Reina (León) Peio García / ICAL

Tras su salida de la plaza, esta vuelve a recuperar el ambiente festivo, aunque de manera temporal, pues durante varios minutos sus irrupciones y retiradas se van repitiendo hasta conseguir que todas las mozas solteras de la localidad sean toreadas. Este acto se conoce como Corridas del toro. 

Como colofón a este particular carnaval, Velilla de la Reina celebra una exhibición de parejas de toros y guirrios en la plaza. 

Así, como si de concursos de cortes se tratara, los guirrios sortean a los astados con saltos, piruetas y volteretas. 

Sin embargo, la fiesta no llega a su fin sin que todos los participantes reciben un fuerte aplauso de los congregados en la citada plaza. 

Es entonces cuando vecinos y visitantes se despiden de la que sin duda se ha convertido en su fiesta por excelencia degustando escabeche con vino, acompañado de frisuelos, orejas y rosquillas elaboradas por las mujeres casadas a lo largo de ese mismo día. 

Sin lugar a duda, una fiesta de carnaval única, exclusiva y difícil de igualar, que bien merece ser disfrutada al menos una vez en la vida.