Irene Montero y Pablo Fernández, de Podemos, participan en el Día de la Comunidad en Villalar de los Comuneros, el 23 de abril de 2024

Irene Montero y Pablo Fernández, de Podemos, participan en el Día de la Comunidad en Villalar de los Comuneros, el 23 de abril de 2024 Leticia Pérez ICAL

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Villalar, una fiesta que también polariza en Castilla y León entre rechazos e intentos de apropiación

La aversión de Vox y el leonesismo, la pretensión de la Junta de extender la fiesta y su patrimonialización por parte de la izquierda han hecho cada vez más difícil la unidad.

Más información: La izquierda de Castilla y León reivindica a Villalar como "única sede" de la fiesta y carga contra PP y Vox

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La celebración del Día de Castilla y León en el que se conmemora la derrota de la revuelta comunera en la batalla de Villalar de los Comuneros, el 23 de abril de 1521 genera cada vez más polarización en una Comunidad en la que amplios sectores de la sociedad no se sienten identificados con la misma.

Se trata de una fiesta que, a pesar de su propósito de celebrar la identidad de una comunidad histórica que es germen de la construcción de España, no ha conseguido llegar a conectar con la mayor parte de la población de Castilla y León y genera, cada vez más, disensiones políticas y territoriales.

Una festividad que ha sido capitalizada por la izquierda política y sindical prácticamente desde su creación y que ha contado con el rechazo de los sectores más conservadores, siendo especialmente intensa la ofensiva de Vox desde que preside las Cortes, y del leonesismo, que rechaza la existencia de la Comunidad.

La celebración del Día de Castilla y León ha tenido como centro neurálgico desde 1976, antes de la creación de la autonomía, el municipio vallisoletano de Villalar de los Comuneros, en el que tuvo lugar la batalla cuya efeméride se conmemora, pero la celebración en la localidad ha estado siempre vinculada a la izquierda.

El 25 de abril de 1976 tuvo lugar en Villalar la primera manifestación autonomista, solo cinco meses después de la muerte del dictador Francisco Franco, y que fue prohibida por el Gobierno de Carlos Arias Navarro, y la represión de aquella concentración determinaría el carácter reivindicativo y progresista de la fiesta desde entonces.

Las movilizaciones en Villalar, que tuvieron su punto álgido entre 1978 y 1979, se fueron haciendo menos numerosas a lo largo de la década de los 80 y estuvieron cada vez más capitalizadas, en su mayor parte, por los partidos y sindicatos de izquierda y por el incipiente nacionalismo castellano.

Finalmente, la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, el 25 de febrero de 1983, convirtió oficial el 23 de abril como Día de la Comunidad y sumó la impronta de celebración institucional al carácter popular y reivindicativo con el que ya contaba una fiesta que nunca terminaría de unir a la sociedad castellana y leonesa.

Hostilidad a la Junta

A pesar de la institucionalización de la fiesta desde la aprobación del Estatuto, la presencia en la campa de Villalar del presidente de la Junta, especialmente desde el acceso a la Presidencia de Alianza Popular en 1987, nunca ha sido acogida de buen grado por los asistentes, mayoritariamente progresistas.

En el año 2000, después de 13 años de ausencia, los populares volvieron a acudir a la celebración pero la presencia de los políticos de la formación no fue aceptada con naturalidad por los sectores más radicales de la izquierda y el 23 de abril de 2006 estalló un tenso incidente.

En aquel aciago día, una pedrada que iba dirigida al entonces presidente autonómico, Juan Vicente Herrera, hirió en el rostro a la responsable de Protección Civil, Cristina Gredilla.

Afortunadamente, durante los últimos años no ha habido que lamentar incidentes similares pero los jefes del Ejecutivo autonómico populares, actualmente Alfonso Fernández Mañueco, han visitado normalmente a primera hora la campa para evitar incidentes y protestas, evidenciando las tensiones que sigue generando la fiesta.

Villalar, "única sede"

Los partidos progresistas de la Comunidad se han apropiado de la celebración desde su inicio y este mismo lunes, y en la tónica de los últimos años, la izquierda ha aprovechado la proximidad del Día de la Comunidad para reivindicar "la lucha por la igualdad de oportunidades" y para crear "identidad".

Las formaciones progresistas, en la presentación del tradicional Manifiesto de Villalar, han cargado contra la gestión de la Junta de Castilla y León (PP) y la nula implicación en esta fiesta de las Cortes (Vox) a quienes han acusado de "sabotear" y tratar de "diluir" la fiesta con una serie de actividades paralelas.

Los partidos de izquierda han coincidido en poner a la localidad de Villalar de los Comuneros como "sede" y "lugar de celebración" contra "chiringuitos e inventos para desvirtuar la fiesta" y el alcalde de Villalar de los Comuneros, Luis Alonso, ha insistido en que "es el mejor y único lugar".

Unas aseveraciones que han coincidido con la intención de la Junta de Castilla y León de extender la celebración del Día de la Comunidad a las nueve provincias, con una serie de conciertos y actividades que no han convencido a nadie, ante el rechazo de la izquierda y del movimiento leonesista.

La ofensiva de Vox

Mientras la izquierda se ha apropiado de la fiesta y la Junta ha tratado, sin éxito, de extender la celebración, Vox, que preside las Cortes de Castilla y León desde 2022, ha hecho todo lo posible por asfixiar y estrangular una celebración que la formación ha llegado a calificar de "aquelarre".

Desde que Vox entró a formar parte del Gobierno de la Junta y asumió la Presidencia de la Cámara, en marzo de 2022, no ha ocultado en ningún momento su férrea oposición a la fiesta de Villalar a la que acusa de estar "secuestrada por la izquierda" y ha reducido cuantiosamente las aportaciones a la celebración.

La Fundación de Castilla y León, que preside el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, de Vox, ha pasado de destinar 337.467 euros a la fiesta de Villalar en 2022 a tan solo 12.787 en la edición de este año, desvinculándose del Plan de Autoprotección y rompiendo casi todos los lazos con la celebración.

El alcalde del municipio vallisoletano de Villalar de los Comuneros, Luis Alonso, acusaba, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, a la Fundación de Castilla y León de "desentenderse" de la fiesta y les recriminaba que avisaran "un mes antes" de que no iban a ejecutar el Plan de Autoprotección.

Además, Alonso lamentaba tener que gestionar desde el Ayuntamiento el Plan de Autoprotección que "tenían que asumir otros", aunque aseguraba que la fiesta "no corre peligro", y afirmaba que la aportación de 190.000 euros aprobada en Consejo de Gobierno por la Junta "se queda corta".

Una asfixia económica de Vox, un partido opuesto a las autonomías, a la fiesta de Villalar que lleva siendo constante desde que Pollán accedió a la Presidencia de la Fundación y que este año ha llegado a un punto de no retorno con su desvinculación casi total de la celebración del 23 de abril en el municipio vallisoletano.

El rechazo del leonesismo

Pero el de Vox no es el único rechazo que genera la fiesta de Villalar ya que el movimiento leonesista nunca ha disimulado su oposición a la fiesta y, especialmente, a la pretensión de la Junta de extender la celebración del Día de la Comunidad a las nueve provincias, ya que consideran la festividad "ajena" a León.

La Unión del Pueblo Leonés (UPL) ha mostrado su respaldo a las actividades organizadas por los grupos leonesistas como Conceyu y Xuntanza Llionesista, que se llevarán a cabo el próximo 23 de abril para reclamar la identidad y autonomía de la Región Leonesa.

También ha hecho un llamado a la población para que se una a la manifestación programada, la cual comenzará a las 12:00 horas desde la plaza de Guzmán en la ciudad y finalizará en la plaza de la Regla, cerca de la catedral de la capital leonesa.

Por otro lado, la formación leonesista ha asegurado que pedirá "justificaciones y explicaciones" a la Junta por el "injustificado y abultado" gasto de más de 1,3 millones de euros por parte de la Fundación para la Promoción de los Valores y la Identidad de Castilla y León para los conciertos del 23 de abril en la Comunidad.

Además, ha apuntado que, "si las respuestas no son satisfactorias", acudirán a la Fiscalía para que "se depuren las oportunas responsabilidades que puedan derivarse frente a los responsables de este desatino".

Una celebración del Día de Castilla y León que cada vez genera más polarización en la Comunidad entre la apropiación de la izquierda, los vaivenes y la ambigüedad de la Junta, la ofensiva de Vox y el rechazo del leonesismo en una Comunidad que parece condenada a carecer de sentimiento de unidad.