El consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, presenta la segunda convocatoria de ayudas para mantener los bares de los pueblos que solo cuentan con uno
Ayudas de hasta 3.000 euros para salvar los bares de los pequeños pueblos de Castilla y León
El BOCyL recoge este viernes la convocatoria de este año, que como novedad amplía las subvenciones a núcleos con menos de 300 habitantes.
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El Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) recoge este viernes la convocatoria de la línea de ayudas de hasta 3.000 euros para el mantenimiento de ocio y convivencia, como bares o cafeterías, en los pequeños municipios y entidades locales menores de la Comunidad.
Una medida a la que podrán optar los potenciales beneficiarios presentando las solicitudes hasta máximo el 30 de abril y que este año se han ampliado a los núcleos de menos de 300 habitantes, con una inversión total estimada de 3,5 millones de euros.
El consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, ha presentado las ayudas, convocadas por segundo año consecutivo, en uno de estos bares, en la pequeña pedanía de Antimio de Abajo, en el municipio de Onzonilla (León), que por sus características podría ser una de las beneficiarias.
González Gago ha mostrado su deseo de que los pueblos más pequeños cuenten con las "infraestructuras y servicios públicos necesarios para facilitar la vida cotidiana de sus vecinos, objetivo por el que la Junta trabaja día a día".
Asimismo, ha añadido que también es "esencial" que los municipios sean espacios donde "se respire vida, que sean acogedores, humanos y sociales, capaces de ofrecer una verdadera conexión durante todo el año, y no solo en época vacacional".
La cuantía consignada inicialmente es de algo más de 3 millones de euros, ampliable en 500.000 más, para dar respuesta al máximo número posible de peticiones.
Podrán solicitar la ayuda los municipios y pedanías cuyo núcleo principal, conocido como capitalidad, cuente con una población de menos o igual a 300 vecinos. Esto quiere decir que, como novedad respecto al año pasado, podrán solicitar la subvención un pueblo que tenga más de 300 habitantes siempre que la población de su capitalidad, su núcleo principal sin contar pedanías, tenga menos de esta cifra.
De esta manera, podrá ser beneficiaria de la ayuda una pedanía de 200 habitantes perteneciente a un municipio de 700. Al incrementar el límite de población, el número de pueblos beneficiarios es mayor que el pasado año (263 municipios y 91 pedanías). De esta manera, hay 1.533 municipios que cumplen los requisitos, el 68%, y 2.079 pedanías, el 94%.
Las entidades locales de menos de 100 vecinos tendrán prioridad a la hora de recibir la ayuda y una vez asignadas a dichas entidades locales se hará lo propio en el caso de las entidades locales con entre 100 y 200 habitantes, finalizando con aquellas que van de 200 a 300 habitantes.
Los establecimientos beneficiarios podrán ser tanto públicos como privados y, en cualquier caso, la solicitud la tendrá que presentar el ayuntamiento del municipio, que deberá cumplir un requisito más allá del límite de población.
Y es que la capitalidad del municipio o la pedanía solicitante deberá tener un solo bar. En el caso de estas segundas, únicamente cuenta el requisito del número de este tipo de centros dentro del propio territorio y no los que se encuentren en el municipio al que pertenecen.
En ambos supuestos, están obligados a abrir un mínimo de cinco días a la semana y cinco horas al día, salvo durante el mes de vacaciones. La subvención deberá dedicarse a gastos de suministros generales como luz, agua, gas y otros combustibles para calefacción y agua caliente.
También se podrán destinar al pago de internet, televisión o plataformas audiovisuales. La ayuda será percibida en última instancia por la entidad pública (municipio o pedanía) o por la empresa privada que haya corrido con los gastos, que han de haberse producido en el último año antes de esta convocatoria.
Para el consejero, "todas las personas que viven en el medio rural saben que un pueblo sin bar es un pueblo en el que la vida se hace muy difícil".
"En ocasiones, el bar es el único reducto para la socialización y el esparcimiento, y su existencia puede marcar la diferencia para quien pueda estar planteándose si quedarse a vivir en el pueblo o irse a otro lugar con mayor actividad", ha añadido.
Con esta iniciativa, no solo pretenden apoyar el funcionamiento de los negocios, sino también fortalecer los puntos de encuentro entre los vecinos. De igual manera, tratan de incentivar la apertura de nuevos establecimientos, ya que la convocatoria se mantendrá de forma permanente en las próximas anualidades.
De este modo, los bares y centros de ocio que empiecen a funcionar a partir de ahora podrán solicitar esta ayuda en futuras ediciones. También, los establecimientos que ya recibieron la ayuda el año pasado podrán volver a beneficiarse en 2025.