De arriba a abajo y de izquierda a derecha, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, alcalde de Ávila; Cristina Ayala, de Burgos; José Antonio Diez, de León; Miriam Andrés, alcaldesa de Palencia; Carlos García Carbayo, de Salamanca; José Mazarías, de Segovia; Carlos Martínez, de Soria; Jesús Julio Carnero, regidor de Valladolid, y Francisco Guarido, de Zamora

De arriba a abajo y de izquierda a derecha, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, alcalde de Ávila; Cristina Ayala, de Burgos; José Antonio Diez, de León; Miriam Andrés, alcaldesa de Palencia; Carlos García Carbayo, de Salamanca; José Mazarías, de Segovia; Carlos Martínez, de Soria; Jesús Julio Carnero, regidor de Valladolid, y Francisco Guarido, de Zamora

Región

Los ayuntamientos de Castilla y León, un año después del 28-M: mociones, tensiones, rebeldía y tranquilidad

EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León hace balance de cómo se han vivido estos doce meses de política municipal en las nueve capitales de provincia

27 mayo, 2024 07:00
J.I. Fernández Óscar Estaire Cabañas Luis Falcón Diana Serrano

Este martes, 28 de mayo, se cumple el primer aniversario de la celebración de unas elecciones municipales que cambiaron profundamente el mapa político de Castilla y León. En aquellos comicios, la Comunidad dio un fuerte giro a la derecha, con un Partido Popular que supo aprovechar el desgaste del Gobierno de España y la tendencia nacional a su favor y que logró recuperar algunas plazas clave, algunas perdidas recientemente y otras que llevaban décadas en manos del PSOE. Una clara victoria que, no obstante, obligó a los populares a echarse en brazos de Vox en varios ayuntamientos, trasladando el pacto que ya llevaba un año funcionando en la Junta a los equipos de Gobierno municipales.

El PP recuperó la ciudad más poblada de la Comunidad, Valladolid, después de ocho años de Gobierno del socialista Óscar Puente, aunque el nuevo regidor, Jesús Julio Carnero, se vio obligado a pactar con Vox para obtener el bastón de mando. La misma situación se produjo en Burgos, donde la popular Cristina Ayala arrebató la Alcaldía al socialista Daniel de la Rosa, pero tuvo que aliarse con los de Santiago Abascal. Más cómoda fue la situación para los populares en Salamanca, donde recuperaron la mayoría absoluta, y en Segovia, importante capital que recuperaron después de 20 años de gobiernos socialistas y donde se quedaron a solo un concejal de la absoluta.

El PSOE sufrió un duro golpe electoral provocado, en gran parte, por el desgaste del Gobierno de Pedro Sánchez, pero aún así logró mantener plazas importantes como la ciudad de León, donde el polémico José Antonio Diez consiguió seguir al frente del Consistorio, Soria, el inquebrantable dominio del incombustible Carlos Martínez, en el poder desde 2007, y Palencia, donde Miriam Andrés accedió a la Alcaldía tras un acuerdo con el partido localista Vamos Palencia.

En Zamora, Francisco Guarido, de Izquierda Unida, logró mantener el poder en la ‘fortaleza roja’ de Castilla y León, aunque perdió la absoluta y se vio abocado a pactar con el PSOE, mientras que en Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, de Por Ávila, logró la reelección, en la única capital de provincia de la Comunidad gobernada por un partido localista. Pero la gestión no ha sido fácil para casi ninguno de los alcaldes electos después de un difícil año político, con unas elecciones generales y una investidura de por medio, y con acuerdos endebles cuyas grietas se han dejado observar en más de una ocasión.

Un casi terremoto en Ávila

Los resultados del 28 de mayo ya hacían presagiar que el día a día en el Ayuntamiento de Ávila iba a ser muy movido. Ahora bien, nadie podía imaginar que tanto. Por Ávila volvió a ganar con 11 concejales, PP sumó siete, PSOE, cuatro y Vox 3, lo que provocó que el alcalde Sánchez Cabrera quisiera jurar el cargo tras ser elegido por mayoría simple, con el voto otorgado por sus once concejales. “Mi único pacto será con los abulenses”, reiteró el regidor, con el único apoyo de los concejales que forman parte del Grupo Municipal XAV y el que mayor representación obtuvo en las elecciones; un gobierno en minoría, pero “abierto, que tiende la mano a todos los grupos políticos municipales para alcanzar acuerdos” con el fin de gobernar el Ayuntamiento de Ávila. Pues bien, pronto se desataron los problemas hasta el punto de que se ha vivido una casi moción de censura.

Sánchez Cabrera perdió el pasado mes de abril la cuestión de confianza que presentó vinculada a la aprobación de los presupuestos municipales para este año 2024. De ahí que surgieran rumores de una posible moción censura entre PP y PSOE. Por fin, el Ayuntamiento de Ávila aprobó su presupuesto para el ejercicio 2024 tras aprobarse de forma inicial y por decreto tras presentar los grupos políticos Popular, Socialista y Vox, en escritos de renuncia a una moción de censura.

Palencia al ritmo del soterramiento

Miriam Andrés recuperó el Ayuntamiento de Palencia para el PSOE después de 12 años. Una gran noticia que aquella noche del 28-M fue festejada, aunque todavía no se sabía qué tipo de gobierno sería. Finalmente, a los diez concejales socialistas se sumaron los tres concejales de Vamos Palencia tras pactar un acuerdo de 39 puntos. En total, 13 concejales para llegar a la mayoría absoluta. Vamos Palencia no entró en el Gobierno y, de momento, aunque suelen coincidir en todos los aspectos, no se lo pone fácil a Andrés. Por ejemplo, rechazo el borrador de la ordenanza para la venta ambulante.

Pero si por algo se definen estos meses en el Ayuntamiento es por una palabra: soterramiento y Alta Velocidad. La alcaldesa lo tenía claro hace unos meses. Estaba en permanente contacto con el ministro de Transportes, Óscar Puente, para trasladarle la situación por la que atraviesa Palencia con respecto a las obras de la Alta Velocidad, al margen del soterramiento. Su objetivo era parar las obras, pero es algo que no ha hecho. La última noticia ha sido que el Ayuntamiento de Palencia comunicó que no recurrirá el auto del Juzgado Central número ocho de la Audiencia Nacional que deniega como medida cautelar paralizar las obras del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en la ciudad. De esta forma, acepta el fallo, tras recibir un informe a los servicios jurídicos que recomienda no presentar un recurso de apelación, si bien no renuncia a continuar con el procedimiento judicial abierto.

Soria en calma

El Ayuntamiento de Soria se mantiene en calma. La mayoría absoluta, una más del socialista Carlos Martínez, le permite gobernar sin sobresaltos. Los 12 concejales del PSOE hacen valer su ‘rodillo’ frente la oposición formada por PP (siete) y Vox (tres). Lo más destacado es la reunión que el alcalde ha mantenido con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, donde acordaron, entre otras cosas, acelerar las obras de la segunda fase de construcción del hospital de Santa Bárbara, cuya finalización estaba fijada en un principio para el año 2027, y la incorporación del polígono de Valcorba, en la capital soriana, a la Red de Enclaves Logísticos de la Comunidad (CyLoG).

Valladolid y la sombra de Puente

Ocho años después, el Partido Popular logró regresar al Ayuntamiento de Valladolid. Jesús Julio Carnero logró el milagro y derrumbó el muro de Óscar Puente, que ese 28-M, todavía desconocía que en un futuro iba a montar hasta un conflicto internacional con Argentina. Con el apoyo de Vox, el Consistorio pucelano dio un giro a la derecha. Y desde ese día, Carnero está gobernando siempre la atenta mirada de Puente, que sigue al dedillo lo que ocurre en la ciudad. Hasta el punto de que el actual alcalde se ha quejado de ello.

La política de Carnero en estos meses se ha resumido a cumplir con las promesas que realizó en campaña en cuanto a la movilidad. Así, se han eliminado los carriles bici de Isabel La Católica y la avenida de Gijón, además de los tramos de carril bus del puente de Poniente y López Gómez. Y ya está en marcha el proyecto para desplazar el carril bici de Isabel La Católica sobre la actual acera y parte del parque.

En su contra, sigue sin saberse nada de los proyectos de Innobat y Switch. Y, por supuesto, el soterramiento no llega y todo se debe, según Jesús Julio Carnero, a los problemas que está poniendo el ahora ya ministro Puente. Eso sí, no ha faltado la carta diaria. La relación con Vox es fluida y no están teniendo problemas ni medidas de presión.

Zamora: al son de Guarido y sin problemas

En el caso de Zamora, el 28-M se avecinaba convulso por la posible marcha de Francisco Guarido (IU) tras dos legislaturas. Así lo repitió por activa y por pasiva, que cuando llegara su jubilación (cumplía 65 años ese 2023) dejaría de ser alcalde. Pero la presión de su propio partido y de los vecinos de Zamora porque aguantara una legislatura más le pudo y volvió a ganar las elecciones.

Eso sí, en aquel 28 de mayo, Izquierda Unida no logró la mayoría absoluta, se quedaron con diez, y fue necesario el apoyo de los tres concejales obtenidos por el Partido Socialista para convertir a Guarido en el único alcalde que igualará en años a Antonio Vázquez (PP) liderando el Ayuntamiento de Zamora. Doce cuando acabe la legislatura.

Si bien, en esta nueva etapa vuelve a gobernar en coalición con David Gago como primer teniente de alcalde, como ya ocurriera en su primera legislatura de 2015, con Antidio Fagúndez. El acuerdo entre IU y PSOE se demoró hasta el 5 de julio, aunque las negociaciones se desarrollaron en buena armonía, pese a las rencillas que Guarido y Gago habían mantenido en el pasado. Así, el PSOE obtuvo el control de las áreas de Comercio, Fiestas y Ferias, Juventud, Educación, Patrimonio, Teatro, Igualdad y Cooperación, Servicios Sociales, Seguridad Ciudadana y Salud Pública.

Desde entonces, ambas formaciones trabajan al unísono y sin una sola discrepancia en temas municipales. Tienen por delante la tarea de finalizar “los grandes proyectos” que desde hace dos legislaturas acumula el gobierno liderado por Guarido como el Banco de España, el nuevo parque de Bomberos, el Museo Baltasar Lobo, el Museo Pedagógico o la rehabilitación del Mercado de Abastos. Algunos ya están en marcha y hasta el Mercado de Abastos quedado en manos del recién llegado David Gago, pero otros siguen a la espera. Este era otro de los motivos por los cuales Guarido aseguraba que se mantenía una legislatura más en primera línea. Habrá que ver si cuando el alcalde de IU roce ya los 70 años podrá cumplir ese sueño de ‘dejar los deberes hechos’ y confirme su retirada política.

Vox impone su agenda en Burgos

En la ciudad de Burgos, el PSOE fue la primera fuerza más votada, tras obtener 12 concejales, y la popular Cristina Ayala se vio obligada a llegar a un acuerdo con Vox para sumar sus 11 representantes a los 4 de la formación encabezada por Fernando Martínez Acitores, que se convirtió en el nuevo teniente de alcalde.

Desde un inicio, los de Juan García-Gallardo mostraron una clara intención de imponer su agenda y sus principales caballos de batalla ideológicos y lo lograron con creces. Solo un mes después del acceso al poder de Ayala, el Consistorio anunció que suprimía 40.000 euros en subvenciones para proyectos de memoria histórica y que eliminaba la cátedra sobre la represión franquista de la Universidad de Burgos.

La decisión generó reacciones de rechazo entre las asociaciones memorialistas y entre la oposición de izquierdas, y el exalcalde y portavoz socialista acusó a Ayala de estar “chantajeada” por Vox. En la misma línea, el Consistorio burgalés no colocó la bandera LGTBI en el balcón del Ayuntamiento y realizó, en el primer pleno de la legislatura, un minuto de silencio por la “violencia familiar” en vez de hacerlo por la violencia machista. Por otro lado, se decidió la eliminación de la financiación para los sindicatos en la localidad, otro de los grandes caballos de batalla de Vox, y se dejaron en suspenso los trabajos para impulsar una zona de bajas emisiones en la localidad, que finalmente ha visto la luz en abril de este año, reducida a su mínima expresión.

En el mismo sentido, la formación de Juan García-Gallardo impulsó un recorte a la mitad de la Cooperación al Desarrollo en los presupuestos de este año, que salieron adelante tras semanas de tensión entre ambas formaciones. Un año de Gobierno en el que Vox está imponiendo con claridad su agenda al PP.

Segovia: la tranquilidad antes de la tormenta

En Segovia, el PP logró una de sus grandes victorias hace un año. Los populares arrebataron al PSOE una plaza que llevaba en sus manos 20 años y su candidato, José Mazarías, se quedó a solo un concejal de la mayoría absoluta. Esa amplia victoria ha facilitado al regidor popular un Gobierno cómodo durante este año pero a principios de este mes todo saltó por los aires.

El pasado 3 de mayo, Vox anunció que había alcanzado un acuerdo con Mazarías para entrar a formar parte del Ejecutivo municipal, en virtud del cual su portavoz, Esther Núñez, desempeñaría el área de Comercio. Este anuncio no sentó bien en las filas populares y Mazarías acusó a Vox de romper su pacto con el PP al presentar el acuerdo de forma "unilateral" ante los medios.

El alcalde rechazó que la formación de Santiago Abascal diese a conocer los detalles del acuerdo de estabilidad entre ambos partidos y señaló que, en el documento, existía una cláusula que especificaba que se presentaría "cuando ambas partes estuviesen totalmente de acuerdo con los puntos recogidos".

El regidor segoviano señaló que el pacto de estabilidad era "el resultado de la búsqueda de acuerdos que nos hicieran tener un mandato más efectivo" y aseguró que no se trataba de un pacto en el que el equipo de Gobierno se comprometiese a una rendición de cuentas, sino que correspondía a un acuerdo puntual "sin imposición de ninguna instancia superior de los partidos". Vox, por su parte, acusó al PP de querer posponer el anuncio del acuerdo a después de las elecciones europeas por “electoralismo”.

Este choque que ha tensado notablemente las relaciones entre el PP y Vox, formación a la que los populares necesitan para sacar adelante sus iniciativas en el Ayuntamiento, al faltarles un concejal para la mayoría absoluta.

El alcalde rebelde de León y sus tensiones con Puente

El alcalde de León desde 2019, el socialista José Antonio Diez, logró revalidar el cargo tras las elecciones municipales de mayo de 2023 con una campaña muy personalista y centrada en la defensa del leonesismo. Diez se ha convertido en un auténtico verso suelto dentro del PSOE en los últimos años, siendo un firme defensor de la autonomía de la Región Leonesa, a la que su partido se opone, y protagonizando elevadas polémicas con su propio partido y, especialmente, con el ministro de Transportes y exalcalde de Valladolid, Óscar Puente.

Las tensiones entre ambos ya eran la tónica dominante cuando eran regidores, pero solo han hecho que incrementarse después de que Puente entrase a formar parte del Gobierno y con un Diez reforzado tras revalidar la Alcaldía.  El alcalde aseguró en el mes de febrero que Puente es un ministro "que no está a la talla que se espera" y le instó a ejercer su cargo "para todos los españoles, sin sectarismo", asegurando "que no está siendo un buen ministro".

Un mes antes le acusó de no ser "el ministro de todos" a cuenta de la expansión de Ryanair a Valladolid y ya amenazó en diciembre con pedir el cese de Puente si continuaba con su "deriva" y sus "ataques injustificados" hacia León. "No está representando los intereses por igual de todos los españoles y continúa siendo un político meramente centralista al que no podemos defender", aseguraba Diez. El regidor leonés advertía a Puente de que "ya tiene que tener la visión centralista que ha mantenido durante todos estos años".

"Ahora es un ministro de todos los españoles que está promulgando lo contrario a lo que siempre ha defendido este Gobierno, que es la vertebración del territorio y una discriminación positiva hacia los territorios con problemas demográficos", afirmaba.

Pero la bronca entre estos dos enemigos íntimos socialistas viene de lejos. Ya durante la etapa en la que ambos eran alcaldes, Diez cargó en varias ocasiones contra el supuesto "centralismo" de Puente. La tensión llegó a su punto máximo cuando, en enero de 2023, el alcalde de León compartió en sus redes un vídeo que reflejaba un ataque nuclear a Valladolid, algo que el entonces regidor vallisoletano no se tomó nada bien.

"Con este tuit te has puesto a la altura de los que fantaseaban con colgarme en el Ayuntamiento como a Mussolini. Hay límites que no se deben sobrepasar por un mínimo de responsabilidad de la que, evidentemente, careces. Me parece gravísimo. Decepción absoluta", publicaba Puente en su cuenta de X. Solo dos meses antes, en noviembre, tras la aprobación de los presupuestos autonómicos, Diez se quejó de las pocas inversiones en León, algo que Puente negó.

"Los leoneses no somos ni quejosos, ni lloricas, ni victimistas", aseguraba el regidor leonés en respuesta al actual ministro de Transportes, asegurando que no tenía "sentido entrar más en este tipo de discusiones" con alguien a quien "le gusta mucho polemizar". Una relación tirante entre Diez y un destacado miembro del Gobierno de España que ya se dejó entrever cuando Puente y su compañera Ana Redondo fueron nombrados. "Me choca un poquito que haya dos ministros de Valladolid", aseguró Diez. Unas tensiones con Puente y el Gobierno que se unen a las fricciones con el propio PSOE de Castilla y León debido a sus posturas leonesistas, que la dirección de Luis Tudanca no comparte.

Salamanca, continuidad y estabilidad

Un año después de las elecciones municipales, en el Ayuntamiento de Salamanca se vive con estabilidad política e institucional, en cuanto que el PP, con el alcalde, Carlos García Carbayo, a la cabeza, se alzó con la mayoría absoluta en el Consistorio salmantino. Es que, las tres legislaturas anteriores, el PP necesitó para gobernar los votos del desaparecido Ciudadanos.

Además, de estabilidad, este año de legislatura viene marcado por la continuidad, sobre todo en los grandes proyectos que realiza el Consistorio salmantino. Sobre todo, lo que supone la finalización del macro proyecto medioambiental denominado Tormes +, con casi 27 millones de inversión y subvencionado con fondos europeos. Es la gran transformación de las riberas del río Tormes desde el Puente Romano casi hasta que entra en tierras de Villamayor.

En cuanto a la oposición, los socialistas, con José Luis Mateos de referente municipal, que ya es su segunda legislatura como portavoz municipal, buscan contrarrestar las medidas y la labor municipal del Grupo Popular. No se sabe si con mucha eficiencia, pero de lo que no cabe duda, incluso en las propias filas del PSOE, es que necesita un cambio drástico en personas.