El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha acusado al grupo municipal popular en el Ayuntamiento de estar “en la antesala de la agresión física”, una situación que atribuye a la creciente tensión política que se vive en el Consistorio y que, según Puente, ha hecho que en el PP estén “muy agresivos”, según ha reconocido en una entrevista concedida a EsRadio Castilla y León.

El estallido de esta tensión se produjo en el pleno del martes 8, cuando Puente expulsó del salón de plenos después de cinco horas de sesión al portavoz del grupo popular, José Antonio Martínez Bermejo, por sus constantes interrupciones.

Una situación que Puente considera que no es aislada y que se debe a “una estrategia de acoso, de permanente enjuiciamiento de la vida pública y de puesta en cuestión de la legitimidad democrática”, por lo que ha criticado también el papel que desempeña el presidente provincial del Partido Popular, Jesús Julio Carnero, presidente de la Diputación y concejal del Ayuntamiento.

Según Puente, todo ello ha derivado en una situación “con un estado de tensión que jamás se ha vivido en el Ayuntamiento”, algo que el regidor relaciona con la postura del PP, que “no respeta la figura del alcalde”, porque llegó a la alcaldía a través de un pacto con otras dos fuerzas políticas, Toma la Palabra y Sí se Puede, algo que consideran “como un alcalde okupa, pero fue un acuerdo perfectamente democrático”.