Mañana jueves se han convocado protestas durante La Vuelta en la capital del Pisuerga. La Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid ha llamado a la bulla bajo los lemas "Por genocida, fuera Israel de la Vuelta" y "En Valladolid, ciclismo sin sionismo". En el acontecimiento participa el equipo Israel-Premier Techs, cuyo propietario es el controvertido empresario Sylvan Adams, abiertamente partidario de la agresión bélica que Israel está perpetrando en territorio gazatí.
En la contrarreloj individual, cuya salida está prevista desde la vallisoletana plaza de San Pablo, es posible que se produzcan protestas ciudadanas. Sylvan Adams para calentar el perol soltó anteayer esta perla “Euskadi es un bastión de activistas de extrema izquierda y separatistas”, con motivo de las protestas acaecidas en el País Vasco. Todos los vascos al mismo saco y se quedó tan fresco. Netanyahu añadió leña al fuego y felicitó al Israel-Premier Tech: "¡Estáis haciendo que Israel se sienta orgulloso!".
No sería deseable que se produjesen en Valladolid agresiones a los ciclistas israelíes. Pero el ambiente está caldeado y liderado por organizaciones próximas ideológicamente a la izquierda. Es casi unánime entre las formaciones políticas españolas la convicción de que en Gaza se está produciendo un feroz e implacable genocidio. So pretexto de perseguir y desarticular el terrorismo de Hamas, están muriendo millares de inocentes, ya sea por los desastres de la guerra o por la inhumana hambruna que sufre la población gazatí y de forma cruel los niños. La nota discordante en la política española ha salido de la formación VOX. Santiago Abascal se ha negado a cargar responsabilidades sobre la agresión sionista. Por contra, Pablo Fernández de Podemos alienta a reventar la contrarreloj de Valladolid.
Quienes mañana orquestarán ruido en el transcurso de La Vuelta, se quedan solo con las impactantes imágenes de los horrores de la guerra que nos transmiten los televisores. No se pararán a pensar que Netanyahu es solo un mandatario del actual Estado de Israel, que no goza del favor pleno de todos los israelíes y fuerza a su pueblo a la guerra.
Benjamín Netanyahu es un bárbaro que ha dilapidado todo el crédito ganado por el pueblo de judío, que sufrió el temible holocausto del nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Se estima que en la comunidad judía europea fueron masacradas por la Alemania nazi seis millones de personas, de los cuales un millón eran niños. Fue la repetida y obsesiva retórica antisemita de Adolf Hitler la que incentivó la ejecución de las matanzas y los campos de exterminio . El antisemitismo no ha desaparecido en algunos europeos frívolos que exhiben un alegre antisionismo, sin haber analizado la muy compleja pero necesaria coexistencia de Israel y Palestina. Es evidente que Israel tiene derecho a tener un Estado para su pueblo. Y Palestina otro tanto.
El actual Estado de Israel nace en 1948, si bien ya existía una población que había vivido en la región de Palestina durante siglos. Palestinos e israelíes se vienen disputando históricamente un territorio. Los israelitas viven bajo el temor de ser débiles y acabar siendo fagocitados por los palestinos y perder su condición de Estado.
Cuando el Papa Pablo VI recriminó el belicismo de Israel a la premier Golda Meir , aquella anciana mandataria con aspecto entrañable y moño en su peinado como la abuelita Paz del comic “Gran Pulgarcito” , pero que en realidad era una dama de hierro superviviente del holocausto, Meir respondió “Santidad, cuando fuimos compasivos, débiles y apátridas, nos condujeron a las cámaras de gas”.
Por tanto, condena sin paliativos del genocidio en Palestina si, reconocimiento al derecho de Israel a tener su propio estado, también. Pero en Valladolid no mezclemos política con el deporte y dejemos en paz a los ciclistas de Israel. No caigamos de nuevo en la retórica fácil del antisionismo. La incultura e ignorancia de la historia se curan leyendo.