Ahora todos los meses son crueles, no sólo abril. Este marzo recién estrenado y febrero y el año pasado y el anterior y el anterior. Se cavan trincheras y tumbas en Ucrania. Está la tierra rara.

Hay, palabras que se injertan al oido y ya no puedes sacarlas más. Nunca he encontrado el patrón, se clavan aleatoriamente, por su sonoridad, sobre todo cuando tienen un significado abstracto. Éstas, como un poema macabro: Las tierras raras. Es el título de un libro lleno de muertos.. del poemario de nuestro tiempo. La primera vez que lo escuché pensé en ellas. ¿Cuánto de raras pueden ser en un país lleno de tierras? Ahora todas las hectáreas ucranianas están sembradas de trigo y de cadáveres. Las tierras raras. Lo que es raro es el siglo XXI, que por otro lado resulta ser igual que todo lo anterior. Siempre hay un tipo, –con bigote o sin bigote- queriendo anexionar lo que no es suyo. La diferencia es que antes Estados Unidos creía en la libertad y la defendía con sus vidas y Europa también. Ahora la libertad es rara. Y resulta que sale igual de cara que siempre.

Las tierras raras y yo sin saber si tenían aspecto de desierto, de ciénaga. Esto ocurre por no haber estudiado ciencias en bachillerato. Las tierras raras tienen sonoridad al último archipiélago por explorar, como si quedasen secretos sobre la Tierra. Y resulta que todo lo raro que tienen es la codicia, que es la más común de nuestras mediocridades.

Toda está raro, en Europa y al otro lado del mar. Las tierras raras del Donetsk no son tan raras si se compara con lo que tenemos por aquí. Con esta sensación de incertidumbre, con esta guerra que no es fría ni caliente. Con esta guerra que tratamos de ignorar pero no nos ignora a nosotros.

Es curioso ver a toda la esfera de Vox, sus bots y los que podrían tener ideas propias, traicionando la libertad bajo el pretexto de que Zelenski se presentó sin llevar corbata en La Casa Blanca. Vox y Podemos han terminado siendo las dos alas de un mismo edificio que resulta ser el Kremlin.

Dan igual los muertos, los rusos los primeros, importan las tierras raras. No importa Ucrania, por eso Trump más que humillar a su presidente, humilló al país entero y a sus muertos diciéndoles que hay que firmar la paz a cualquier precio, aunque este sea el de desmembrar Ucrania, reescribir su historia, simplificarlo todo en una rivalidad entre dos países y obviar lo que fue: una invasión.

Europa es "la tierra baldía" de T.S. Eliot. Lo de Europa es "la terrible osadía de un instante de rendición / que ni toda una era de prudencia podría reparar".