Gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Valladolid, he podido compartir homenaje con compañeros de profesión en esta mañana gris de noviembre en mi ciudad de adopción. Ha sido gratificante vernos las caras, algunos con otros aspectos menos favorecidos, pero son cosas de la edad que no perdona.

Y me ha recordado que, por estas mismas fechas hace la friolera de 35 años, uno llegaba a esta maravillosa Valladolid desde una ciudad provinciana, pero hermosa como es Cáceres. Y llegaba con la ilusión de comerme el mundo, porque iba a tomar posesión de la dirección regional de Antena 3 de Radio (que en Gloria esté).

Valladolid me pareció Manchester (en pequeño) con su Fasa-Renault, su Michelin, su río, su equipo en la élite del fútbol, su Continente (ahora Carrefour)…y su clima. Y al año siguiente el Corte Inglés. Todo vino de cara para ir logrando objetivos, tanto personales como empresariales.

La emisora estaba “quemada” en lo económico (me refiero a la publicidad), y me mandaron desde Extremadura como “apafuegos” o “resucitamuertos”. Y es que mi predecesor había metido la mano en la caja y se había largado a Panamá con unos cuantos milloncejos de pesetas. Había que hacer el milagro y nada mejor que un “santo” para ello. Supuse.

Recuerdo que, como protocolo, y gesto de cortesía, la primera visita que realicé fue a este Consistorio donde hoy me he sentido halagado. Presidía entonces el Ayuntamiento de Valladolid un buen alcalde y buena gente como lo fue Tomás Rodríguez Bolaños (†). Tras saludarnos, me deseó suerte y me espetó: “Bueno, director, bienvenido, y a ver si es posible que medies para que dejen el hostigamiento contra mi persona desde tu emisora”.

Abro paréntesis. En aquella época, Antena 3 de Radio se consolidaba como emisora líder -por encima de la poderosa SER de Polanco- y sin dependencia de ningún tipo. En “El primero de la mañana” local, un espacio de media hora, donde cabía la información pura y dura y la opinión, tenía Javier Ares un micro- espacio donde, con la clase que le caracterizaba, repartía leña a diestro y siniestro; se llamaba “Buenos días señor conde” y la mayor parte de la leña se la llevaba el alcalde Bolaños, de ahí que me espetara lo del apaciguamiento.

De inmediato reaccioné con infinita bondad y le comenté: “Tomás, haré caso omiso de tu sugerencia, porque si traslado tu comentario a la redacción estoy seguro que te darán mucha más leña”. Y ahí quedó la cosa. Cierro paréntesis.

Javier Ares (el mejor narrador de ciclismo que ha habido en España) y su hermano Julio, me ayudaron mucho en el restablecimiento comercial de la emisora, porque sus espacios deportivos eran los más escuchados de Valladolid, y las empresas apostaban por ello. Además de los amplios conocimientos que Javier tenía de la radio. Lo cierto es que, aunque hubo algunas suspicacias al principio, luego me acogerían con afecto y me enseñaron mucho a gestionar la emisora. Pero no fue fácil, como todo en la vida.

No puedo olvidar a Fede Gallego y Paloma Iglesias en el magazine, ni a Ángel Luis González Clouté (†) y Eva Marín en los informativos. Ni a los técnicos. Ni a la mejor comercial que jamás tuve como fue Lourdes Sacristán. Y es que, como decía en tono jocoso, pero con enjundia un genial publicista, -no logro recordar el nombre- : “Apenas 3”.

Era cierto, poco personal pero muy efectivo. Y sacamos adelante la emisora con mucho esfuerzo. Fueron cinco años gloriosos con Antena 3 como radio convencional y Radio 80 musical, de la que aprovechábamos los fines de semana para retrasmitir los partidos del Real Valladolid. Y las corridas de toros desde el coso del Paseo de Zorrilla. Y muchísimos eventos, que no hacían sino engordar la caja y posicionar a la emisora.

Hasta que llegó el “antenicidio” (1) por parte de Polanco, con la anuencia del Conde de Godó (La Vanguardia) como máximo accionista, y la complicidad del Gobierno de turno, con Felipe González de presidente. Y uno pasó a dirigir la todopoderosa SER de Polanco hasta 1997 y luego Tv Burgos y el digital valladolidestrella.com y la revista a todo color Valladolid Magazine (del grupo que edita El Español-Noticias de CyL) y el portal Burladero.com, etc., etc. Pero esa es otra historia.

Ahora, sin tener que cumplir con los objetivos y las cuentas de resultados, sin tener que ir de traje y corbata a todos lados, sin tener que “agachar el lomo” ante nadie para obtener publicidad, sin tener que “hartarme de langostinos” para llevar los garbanzos a casa, sin tener que soportar las siempre inoportunas llamadas de la clase política y tener que calmar los ánimos, sin, sin, sin…

Ahora, como digo, soy un tipo feliz que sigo de “becario” en El Español-Noticias de CyL y en Grana y Oro (Cyltv) haciendo lo que me gusta: periodismo al más puro estilo “antiguo”, escrito y televisivo sin tener que dar cuentas a nadie, aunque sigo siendo fiel y no “muerdo” ni a la mano que me dio de comer ni a la libertad que he recibido.

Lo mucho que aprendí cuando fui corresponsal de la Voz de Albacete y La Verdad de Murcia. Y de la Agencia EFE. (fútbol, toros, sucesos, tribunales, plenos, política y algún mamporro recibido porque el familiar del muerto en accidente se enfureció porque escribí sus iniciales), me ha venido sirviendo hasta estos días, a pesar de estas edades y de la experiencia.

Ahora, pasados los años, te das cuenta lo que te enseña esta hermosa profesión a lo largo de la vida y que todo se resume, como diría un periodista italiano -copio de Luis Miguel de Dios en su alocución de esta mañana en el Ayuntamiento-, “los periodistas somos gente que cuenta a la gente lo que le pasa a la gente”. Pero con honestidad y rigor. Ni más ni menos, que no es poco. Gracias, Valladolid.

  • (1) Prisa (Polanco) se adueñó de todas las emisoras de Antena 3 de Radio y Radio 80 (79 postes repetidores). Hay sentencia condenatoria del Supremo para que Prisa las devolviera a sus legítimos dueños, pero Aznar, entonces presidente del Gobierno, quién debió ejecutar la sentencia, no lo hizo. El sabrá los motivos.