El PP anda zaguero en la designación de los candidatos que encabezarán sus listas en las capitales de más de 20.000 habitantes en las elecciones municipales de mayo de 2023. Según se ha anunciado, los nombres se conocerán a lo largo de este mes de octubre.

A diferencia del PSOE, donde la elección de candidatos se realiza mediante una convocatoria de primarias locales, en el PP la designación de los cabezas de lista a capitales de provincia es una facultad reservada al partido a nivel nacional, previa propuesta de las direcciones regionales.

En el caso de Castilla y León, Alberto Núñez Feijóo declaró a principios de septiembre en Salamanca que Alfonso Fernández Mañueco tendrá manos libres para proponer a los cabezas de lista. O sea, el dedo rotundo de Mañueco será finalmente el que decidirá quiénes serán los agraciados.

En el PSOE, cuando en el proceso de elección solo hay un único aspirante, este queda proclamado automáticamente candidato. La excepción es Salamanca, convertida en la plaza más conflictiva para los socialistas. La agrupación socialista local deberá decidir entre los dos candidatos que presumiblemente optarán al puesto.

Uno será el actual portavoz del grupo municipal, José Luis Mateos, quien tratará de revalidar su cargo, mientras que el otro todavía se desconoce. Será, sin duda, alguien próximo al secretario provincial del partido, David Serrada, quien parece haber promovido una operación interna para desbancar a Mateos y colocar en su lugar a un afín.

Una operación en la que, según algunas fuentes, estarían implicados, además de Serrada, la subdelegada del gobierno en Salamanca, María Encarnación Pérez Álvarez (¿será ella la tapada?); el secretario provincial de Organización, Mario Cavero; el senador y concejal de Peñaranda Fran Díaz, y el diputado provincial por la comarca de Ciudad-Rodrigo, Carlos Chanca, entre otros.

Este movimiento en contra de Mateos ha generado profundo malestar en algunos sectores del partido, especialmente en el grupo municipal, donde se hallan figuras de peso del socialismo local, caso de María García, exsecretaria provincial de UGT, o José María Collados, con una amplia trayectoria en asociaciones vecinales. La solución se conocerá en diciembre,

En lo que respecta al PP, Valladolid sigue siendo la capital que mantiene más incógnitas. A la espera de que el nombre definitivo se haga público este mes, los dos nombres que más peso tienen en las quinielas son los de Jesús Julio Canero, actual consejero de Presidencia, y Mercedes Cantalapiedra, secretaria provincial del partido, senadora y exconcejala del ayuntamiento. Se han filtrado datos de una encuesta interna en la que Carnero aparece como el mejor posicionado, pero eso no quiere decir que vaya a ser él quien encabece la lista. Tampoco está claro que quiera. Eso sí, el acierto con el candidato/a será determinante para el empeño del PP vallisoletano de desbancar de la alcaldía al socialista Óscar Puente.

En Valladolid puede saltar también la sorpresa de que Francisco Igea, único procurador de Cs en las Cortes de Castilla y León lidere la lista de su formación a la alcaldía. Aunque arriesgada para el propio Igea, sería una operación política interesante, mediante la cual Cs dispondría de más opciones para conservar los tres concejales que logró en la actual legislatura.

Con 21.122 votos cosechados en 2019, Valladolid fue con diferencia la ciudad con mejores resultados para Cs. Dicha tendencia se mantuvo también en las autonómicas de febrero, ya que fue en la provincia vallisoletana donde Cs logró el único procurador con el que cuenta actualmente en las Cortes regionales.

Pero si resulta elegido concejal, Igea deberá renunciar a su escaño en el parlamento regional, ya que la ley electoral de Castilla y León establece la incompatibilidad entre la condición de concejal y la de procurador en las ciudades que superen los 20.000 habitantes.

En el supuesto de que Igea abandonara las Cortes, su puesto lo ocuparía el siguiente en la lista, es decir, Miguel Ángel González, delegado de Acción Institucional de Ciudadanos en Castilla y León, quien ya tuvo puesto de procurador en la pasada legislatura.

Todos los partidos actúan ya en clave electoral, con la referencia del mes de mayo de 2023. La pugna entre PP y PSOE será dura. El PSOE se hizo con las alcaldías de cinco capitales de provincia. Una de ellas, la de Soria, la obtuvo mediante una apabullante mayoría absoluta, con Carlos Martínez al frente. Las cuatro restantes fueron fruto de diversos pactos con otras formaciones.

El PP solo obtuvo una mayoría simple. Fue en Salamanca, donde pudo hacerse con la alcaldía gracias al pacto regional suscrito con Cs. El reto ahora es mejorar los resultados de 2019. Pero las mayorías absolutas están muy caras en estos tiempos, de manera que las posibilidades de gobierno en la mayor parte de los casos solo llegarán mediante acuerdos con Vox, que probablemente seguirá en tendencia al alza a pesar del batacazo en las autonómicas de Andalucía.

El caso aparte es Zamora, única capital de España donde gobierna Izquierda Unida. El gobierno lo consiguió además mediante una contundente e inesperada mayoría absoluta. Probablemente los zamoranos no votaron a IU, sino más bien a su candidato, Francisco Guarido.

El problema es que Guarido ha declarado en varias ocasiones que, después de ocho años, no tiene intención de volver a optar al cargo. Aunque su decisión todavía no es definitiva, su renuncia a repetir abriría muchas expectativas en la capital zamorana para el resto de los partidos porque sin su liderazgo los resultados de IU ya no serían los mismos.