"Los animales salvajes nos van a acabar comiendo, tienen que hacer algo": la súplica de Álvaro, víctima de ataques en CyL

El mundo que mueve la agricultura en España es algo que solo conocen los que lo viven. Aquellos que con sus manos labran el campo, siembran, recogen, y miran al cielo cada día esperando las primeras gotas de agua.

Aquellos que sueñan con ver sus cultivos plenos y así poder vender dentro y fuera de sus fronteras para llegar tan lejos como puedan.

Sin ir más lejos, la renta agraria en España se ha situado en 37.759 millones de euros en 2024. Unas cifras que reflejan un incremento del 14,2% con respecto a 2023, según los datos emitidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

El grito desesperado de los agricultores de CyL con 50.000 hectáreas afectadas por la fauna salvaje: "Es un peligro"

Unos datos que muestran el impacto económico que deja el sector en el país, pero no las dificultades a las que se enfrentan diariamente. Desde los pesticidas, hasta los costes con los que cuentan, o incluso los fenómenos meteorológicos. Pero sin duda, una de las amenazas más importantes y por la que se sienten verdadera "impotencia" es la fauna salvaje.

Álvaro Díez, agricultor con tierras en la Comarca de Tábara (Zamora), asegura que lleva más de 15 años sufriendo los daños de los animales en sus cultivos: "Nos van a terminar comiendo, necesitamos que hagan algo".

Tal y como indica en una entrevista a El Español - Noticias de Castilla y León, "todos" los años "sufren pérdidas" ya que "tanto los ciervos como los jabalíes levantan las semillas".

Díez asegura que lo que provocan los animales son daños que no están cubiertos por los seguros ya que, según indica, solo reciben el "20%" de las pérdidas.

Al mismo tiempo, señala que desde el incendio de hace casi 3 años que calcinó más de 30.000 hectáreas en la Sierra de la Culebra de Zamora, están notando cambios en el comportamiento de los animales salvajes que están dañando "aún más" sus cultivos. "Al no tener comida en esa zona, se acercan a la nuestra y nos destrozan las tierras", señala.

"Sentimos mucha impotencia, en una noche te pueden levantar una tierra de 4 hectáreas", indica.

Sobre las medidas que plantea Díez para acabar, o mejorar esta situación, lanza una petición directa al Ministerio de Agricultura: "Algo tienen que hacer, no podemos nosotros". Además, asegura que han tenido que poner el tractor con luces y ruido por la noche para que no entren, aunque siempre terminan haciéndolo.

Aunque depende de la zona de la Comunidad, lo más habitual son los corzos, jabalíes, ciervos y conejos.

Esteban Martínez, presidente Burgos Asaja

Ante esta situación, tanto COAG como ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) solicitan ayuda "urgente" y "real" a las administraciones.

"No queremos hacer desaparecer las especies, pero sí medidas que nos ayuden a que no nos destrocen las tierras", y así de contundente lo solicita Esteban Martínez, presidente Burgos Asaja, en una entrevista con El Español - Noticias de Castilla y León.

Martínez, que tiene 250 hectáreas de cereal secano en el municipio burgalés de Los Balbases, tiene arrasadas hasta 40 que, según señala, no se pueden cosechar. "Estamos en una situación grave, que hasta está llevando a enfrentamientos entre cotos, tierras…", indica.

Tal y como asegura, en la provincia de Burgos, lo que más son conejos, aunque también destaca algunos jabalíes o corzos. "No solo dañan el cereal sino que también dañan el viñedo", indica.

"En una zona de 5.500 hectáreas, los conejos han llegado a comer 2.000", indica. El problema, según señala, es la proliferación en zonas donde hay vías de comunicación, como trenes y carreteras.

Por ello, se han reunido con el Consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez Quiñones, entre otras administraciones públicas, para tratar este asunto. Y aunque según indica, sí han tratado el tema, sienten cierto "abandono" y "normativas ridículas".

"Hay cuantiosos daños en el cereal, también se comen el girasol. Y lo que es más grave son los daños en los viñedos, ya que se echa a perder para ese año y el siguiente", indica.

Libertad para actuar

Según propone Martínez, buscan tener "libertad" para tratar de controlarlo en las parcelas de manera "muy simple": "Pedimos que nos concedan los permisos para poder actuar en las vías de comunicación y así controlarlos".

La herramienta que plantean es tener un contrato de mantenimiento que incluya la obligatoriedad de controlar a los conejos con productos químicos.

Según señala, solo en la provincia de Burgos podría haber dañadas más de 15.000 hectáreas.

En Castilla y León, en el año 2024, tal y como señala el coordinador de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Castilla y León), Lorenzo Rivera, más de 50.000 hectáreas de Castilla y León han sufrido algún tipo de percance a lo largo de 2024 en sus cultivos.