Una mujer saca dinero del cajero con su móvil

Una mujer saca dinero del cajero con su móvil

Economía

Cómo afectará el adiós definitivo del dinero físico a las familias y empresas de Castilla y León

Se espera que tanto billetes y monedas en metálico como el euro digital convivan más allá de 2030

28 julio, 2023 09:16

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Pagar con una aplicación como Bizum, acercar el móvil a un datáfono para pagar una simple barra de pan o las entradas del cine, o utilizar la tarjeta del banco para cualquier tipo de compra. La Junta de Castilla y León trabaja ya, incluso, para que las entidades bancarias permitan a los contribuyentes pagar los impuestos autonómicos a través de Bizum.

Poco a poco va imponiéndose pago a través de dispositivos móviles o digitales en las finanzas personales con la correspondiente caída en el uso de monedas y billetes, (el 44% de los ciudadanos ya utiliza directamente el móvil para el pago de sus compras), pero también tres de cada cinco continúan utilizando el dinero en efectivo en su día a día, según el último Estudio sobre Hábitos en el Uso del Efectivo elaborado por el Banco de España

Bruselas ya trabaja en una futura moneda digital, un euro digital, que eliminaría por completo el dinero en metálico tradicional. La UE lanza globos sonda cada cierto tiempo dejando caer fechas en las que esto será una realidad (se ha hablado de 2030, aunque parece que no será viable tan pronto) para analizar también la reacción de los ciudadanos e ir introduciendo la idea de esa nueva realidad poco a poco.

María Jesús Prieto-Laffargue, destacada economista salmantina que cuenta en su trayectoria con el desempeño de cargos como la presidencia de la Organización Mundial de Ingeniería (WFEO), ser miembro del Consejo de Gobierno del Centro Internacional Ciencia, Tecnología e Innovación para la Cooperación Sur-Sur (Istic) con sede en Malasia; así como la gerencia de Telefónica Sistemas o formar parte del Panel de Expertos de la Cumbre de la Sociedad de la Innovación en Ginebra (Suiza), considera que se está avanzando para sustituir el papel moneda de la misma manera que se está sustituyendo todo de forma natural por activos digitales, pero "no veremos la desaparición del dinero físico, como dicen, en 2030".

La salmantina María Jesús Prieto-Laffargue, ex presidenta de la Organización Mundial de Ingeniería

La salmantina María Jesús Prieto-Laffargue, ex presidenta de la Organización Mundial de Ingeniería

¿Qué pasará con los entornos rurales? ¿Qué ocurrirá con las propinas que se deja a los camareros? ¿Se mantendrá intacta la capacidad de ahorro de los castellanos y leoneses cuando no se disponga de dinero físico en una entidad bancaria? ¿Cómo afectará a las empresas, sobre todo al comercio?

La respuesta "está en el desarrollo de la tecnología". Todo podrá hacerse: pagar una propina a los camareros o un kilo de tomates en un pequeño pueblo de Castilla y León. En este sentido, existe en la actualidad una frenética carrera por ampliar la accesibilidad a Internet a todos los rincones, también en el ámbito rural, con las empresas apostando por esa inclusividad pero con la mirada puesta en si las inversiones que ello requiere merecerán la pena en caso de que muchos de esos pueblos acaben desapareciendo por el efecto de la despoblación.

¿Qué se busca realmente con la digitalización de la moneda? Con el euro digital, la UE pretende "acabar con los intermediarios, que son los que encarecen los procesos, y con el fraude fiscal", explica Prieto-Laffargue. Pero añade que "hay grupos de presión tan corruptos que no permitirán que esto se lleve a cabo tan fácilmente".

El uso del dinero físico, como todo, tiene problemas e inconvenientes. La prestigiosa economista salmantina, Medalla de Honor del Consejo Nacional de Ingenieros y Científicos de Francia y Mejor Empresaria Europea en 1989, apunta a que la desaparición del papel moneda permitirá, si no acabar al 100% con la corrupción, "entorpecerla mucho" dado que toda transacción quedará reflejada digitalmente.

Sin embargo, la otra cara de la moneda, nunca mejor dicho, es que, a su juicio, "la digitalización de la moneda en países con gobernantes totalitarios permitirá abusar de la información tan detallada que aporte el uso del dinero digital y se deteriorarán las libertades y derechos de los ciudadanos" a través del rastreo de sus transacciones.

En este sentido, Prieto-Laffargue explica que en China desde hace ya algunos años "se paga todo por el teléfono o con tarjeta y se rastrea a la gente , de manera que si saben, por ejemplo, que has consumido determinada cantidad de alcohol durante el fin de semana, calculan el incremento de posibilidades que tienes de enfermar y eso va directo a subirte los impuestos". "Si un Gobierno quiere limitar el consumo de cualquier producto en aras de un bien común, sea el que sea, podrá saber qué consumes, cuánto y dónde y podrá imponer sanciones si sobrepasas esas cantidades", advierte.

Es el Estado el que tiene hoy el monopolio de la producción de dinero. Durante la pandemia la UE miró hacia otro lado y consideró que la solución más rápida e inevitable para amortiguar la profunda caída del PIB de todas las economías europeas era fabricar más dinero. La inflación no se hizo esperar y se disparó en toda Europa, también en España. En Castilla y León esta inflación arrastró al IPC a superar el 11% en junio del pasado año, lo cual empobreció severamente las economías de los castellanos y leoneses.

La tecnología ha permitido que en el entorno financiero y económico hace algunos años que se abriera paso un nuevo método digital de intercambio de bienes y servicios, las criptomonedas. "Algunos se han hecho millonarios y otros lo han perdido todo porque es un mercado aún muy poco transparente que pretende eliminar que sea el Estado quien tenga el monopolio de la fabricación de dinero, que es lo que a su vez produce la inflación", explica Prieto-Laffargue.

"Las criptomonedas formarán un sistema que permita eliminar la corrupción y que unos cuantos generen inflación, aunque habrá que ver con el tiempo en qué queda esto", añade.

Efectos en las familias y el comercio

Independientemente de que todo parece indicar que el euro físico y digital tendrán que convivir durante mucho tiempo cuando llegue el momento, Prieto-Laffargue indica que el triunfo de la moneda digital permitirá también "saber los ingresos reales de cada familia por lo que se podrán ajustar mucho mejor las políticas solidarias y aquellas con rentas más bajas podrán realizar sus compras directamente, por ejemplo, con tipos impositivos menores al saberse que su renta es más limitada".

También diremos adiós a los cajeros de disposición de efectivo como dijimos adiós en su día a las cabinas de teléfono en las calles con la popularización del teléfono móvil. "El desarrollo de este euro digital dependerá de cómo de rápido se desarrolle la tecnología para controlar este modelo de canje y su implantación en la sociedad", añade, porque "la tecnología no debe darnos miedo siempre que detrás haya una ética que impida que nos desborde".

El comercio de Castilla y León, con un peso de casi el 9% del PIB regional, sigue defendiendo con uñas y dientes el pago en efectivo por lo menos mientras haya un cliente que continúe sacando la cartera y contando monedas y billetes para pagar en estos establecimientos. No quieren perder una sola venta, como es lógico, y menos con un consumo que se ha visto afectado por la caída de poder adquisitivo producido por la pandemia y las consecuencias de la posterior invasión de Rusia en Ucrania.

"Es una cuestión de tiempo que el dinero físico desaparezca, aunque no lo hará tan pronto como señalan algunos informes, porque además las anotaciones contables de la mayoría de las empresas en España ya se hacen digitalmente", explica.

No obstante, esta carrera por la digitalización de la moneda afectará de forma distinta en según qué comunidades autónomas. Aquellas con balanzas comerciales positivas se beneficiarán más del uso del dinero digital, por lo que cabe esperar que sea una buena noticia para Castilla y León si en el momento de producirse esa desaparición de la moneda física, mantiene las positivas cifras en exportaciones a otros mercados.

El euro digital será una realidad que traerá beneficios y perjuicios, pero su implantación depende aún del desarrollo de una adecuada tecnología.