María y Natalia en 'OT 2018'.

María y Natalia en 'OT 2018'.

Televisión

Si María o Natalia no quieren ir a Eurovisión, lo tienen fácil: renunciar

De esta forma darían paso a otras concursantes con más ganas de acudir al certamen musical.

7 enero, 2019 13:31

Durante la charla explicativa de un equipo de RTVE.es a los concursantes de Operación Triunfo 2018 para que entendieran el significado de acudir a un evento musical tan importante como el Festival de Eurovisión, algunas de ellas como Alba Reche, María o Natalia mostraron su disconformidad con viajar hasta un país como Israel.

María tiene todas las papeletas de ser la seleccionada con Muérdeme

Esta posición hizo que los seguidores de las tres pidieran en redes sociales que no se votara a ninguna para así cumplir con sus deseos. Sin embargo, se ha hecho caso omiso a estas peticiones y tanto María como Natalia se han clasificado para la final de Eurovisión.

De esta forma, teniendo en cuenta que las encuestas apuntan a que María será la ganadora con la canción Muérdeme, podemos encontrarnos con una representante en desacuerdo con participar en el festival de la canción europea.

Por tanto, ¿qué hacer en este caso si en las bases de Operación Triunfo todos los concursantes aceptaron ser el representante de España en Eurovisión cuando ya se sabía la sede de este año?

Por una parte, María y Natalia están en su completo derecho de no acudir a Eurovisión si, por principios morales y éticos, no están de acuerdo con la sede en un país al que consideran genocida. 

Pero, por otra, no es justo que los compositores de sus canciones se queden sin la posibilidad de que sus canciones se escuchen delante de 200 millones de espectadores después de meses trabajando en sus proyectos y tras desaires de TVE como el de que solo se haya escuchado un minuto de sus demos.

El caso de Serrat

Como ya dije ayer en Twitter, la solución ahora es bien sencilla: si las triunfitas no quieren acudir a Tel Aviv, sólo tienen que renunciar a su candidatura como hizo Joan Manuel Serrat en el año 1968 porque el régimen franquista no le dejaba defender el La, la, la en catalán. Repito: régimen franquista.

De esta forma se puede dar paso a otras concursantes, como por ejemplo África, que sí han mostrado su interés en participar en Eurovisión. Faltaría, eso sí, la aceptación de los autores de las canciones para este cambio.

Obviamente, María y Natalia tendrán que faltar a su contrato con TVE y Universal. Pero se entiende que personas que defendieron con ahínco no cantar la palabra mariconez porque les parecía homófoba, ahora no tendrán problemas en ser consecuentes con sus principios, renunciar a su candidatura y sufrir las consecuencias -si es que las hay- como las sufrió Serrat hace ahora 50 años.

De no ser así demostrarán tener los mismos principios que otro triunfito como Cepeda, que este viernes no tenía problemas en pedir un cartel para sus giras gratis a cambio de una mención en Instagram.

De ser simplemente una mera opinión, ambas jóvenes tendrán que ser igual de profesionales que lo han sido los últimos candidatos españoles de Eurovisión y volcarse con la promoción de su candidatura para conseguir el mejor resultado posible.

De momento María ya ha demostrado una gran falta de profesionalidad plantando hasta en tres ocasiones a los compañeros de Eurovision-Spain para una entrevista. Esperemos que no sea así a partir de ahora porque el camino hasta Eurovisión es largo y duro.