"Soy Aylén Milla, 33 años y tengo cáncer de mama". La exconcursante de Gran Hermano VIP 5 ha mostrado su valentía al ponerle nombre a su enfermedad en un directo de Instagram, con el objetivo de "concienciar, ayudar y empoderar a otras personas" que estén atravesando por un bache de salud similar.

"Me va a costar, pero creo que tengo el coraje y las herramientas necesarias para hacerlo", dice. La modelo e influencer, conocida por haber tenido una relación sentimental con Marco Ferri, ha explicado que en noviembre le diagnosticaron un cáncer de mama "bastante agresivo". Aylén Milla ha contando que tuvo que someterse a 16 sesiones de quimioterapia.

"Lo guardé en silencio durante muchos meses hasta que yo considerase que estaba fuerte para hacer esto. Y ahora es el momento", asegura intentando contener la emoción. "Lo digo con mucho orgullo: no tengo pelo y no me importa. No tengo cejas, no tengo pestañas, tengo la cara hinchada y tampoco me importa. Bajé kilos, subí kilos, pero no me importa".

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La argentina admite haberse cansado "de fingir con una peluca". "Mi trabajo me ha obligado a comprarme una, y esa fue mi mejor manera de enfrentarlo en ese momento", asegura Aylén, que en el vídeo aparece con un turbante. "Llevaba mucho tiempo pensando cómo podía darle otra forma a esta red social que tengo con tantos seguidores, para concienciar más allá del mundo beauty y de los estilismos", dice.

"No quería que mis redes fueran vistas como algo banal. Me pregunté muchas veces cómo hacer esto y, de repente, aunque esta no era la respuesta que esperaba, me vino un cáncer", prosigue reflexionando la exconcursante de GH VIP. Aylén asegura que se enfrentó al cáncer con la mejor de las actitudes, desde que recibió la durísima noticia.

"No les miento que esto es un subir y bajar constante. Pero, en mi caso, fueron más los momentos felices que tristes porque he intentado enfrentar esto con positivismo", cuenta. "Obviamente también he tenido momentos llorando y arrastrándome al baño porque me sentía mal", prosigue Aylén enseñando a la cámara el catéter y los efectos secundarios del tratamiento, en especial, en la piel.

"Me arde y pica un poco. Esta es la realidad que quiero mostrar: mi piel detrás del maquillaje. La piel es uno de los órganos más afectados con la quimioterapia", explica la argentina, que termina diciendo que "estoy feliz porque he terminado mis quimioterapias".