Una vez más, El Hormiguero se convertía esta noche en el mejor escaparate para promocionar series de plataformas. En este caso, Pablo Motos recibió la visita de Nathalie Poza y Michel Noher, quienes son los protagonistas de La Unidad Kabul de Movistar +, que estrena este mismo jueves su tercera temporada. El presentador contó que la visita le hace especial ilusión porque es fiel seguidor de esta ficción.

Esta temporada “cierra el círculo” de la unidad antiterrorista a la que sigue la serie, “y lo que hacemos es poner la mirada en el origen del problema. Y veremos cómo los talinabes llegaron a Kabul y la unidad está hecha trizas”, explicaba Poza, que destaca que lo interesante es que “el espectador conozca lo que pasó realmente”.

En esta temporada de La Unidad hay muchos actores que no son profesionales, sino refugiados afganos reales, que a veces se emocionaban al recrear ciertas situaciones. Así, destaca cómo al narrar una evacuación una compañera “se rompió”. Nathalie matizó que trabajan voluntariamente, porque para ellos es necesario visibilizar su historia, y mostrar que “Afganistán es más de lo que se cuenta en los medios de comunicación”.

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Michel, por su parte, narró cómo trabajó con un chico de 11 años, “que escapó en 2021, huía a Pakistán y fue secuestrado, y escucharlo a él contarte su historia con una entereza y tranquilidad tan grande no te entra en la cabeza”, explicaba.

Esta temporada de La Unidad Kabul se estrenó el día antes en un cine de Callao, y para Nathalie fue “increíble verlo en pantalla grande”. Se pasaron los tres primeros capítulos, y la recepción fue buena, pues hubo gente que le dijo que se quedarían para ver el resto en una segunda sesión.

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La serie ha supuesto un rodaje en muchos exteriores, y para Noher ha sido “la temporada más desgastante a nivel físico”. Y como anécdota, contó que un día estaba durmiendo “y me despertó una cabra con besitos de cabra. No me preguntó el nombre ni nada, podría ser un caso de acoso, pero me lo tomé bien”. “Se le acercan muchas cabras”, añadía su compañera de repato, y expareja en la ficción. Otra anécdota que pusieron sobre la mesa es que durante la grabación rescataron una podenca que estaba abandonada, y que acabó adoptada por un miembro del equipo.

Aunque Michel fue en calidad de actor, Pablo Motos le preguntó por su faceta de presentador, pues en Argentina condujo un espacio llamado Hola y adiós, que contaba la historia de personas que se reencontraban o despedían en aeropuertos. “Una de las primeras entrevistas que me toca hacer era una chica de 19 o 20 años que iba a encontrarse por primera vez con su novio que vivía en Estados Unidos, y nunca se habían visto en persona”. Esa pareja todavía tiene contacto con el actor, y le cuentan que siguen juntos y que hasta pasaron por el altar.

Pablo Motos preguntó a Nathalie entonces por la película Rifkin's Festival, en la que trabajó bajo las órdenes de Woody Alllen. En cierta ocasión, Allen quería repasar el texto, y a ella eso no le preocupaba tanto, y pidió ensayar cómo abrir y cerrar una venta porque “soy un poco torpecilla”. “Con él no se debe repetir demasiado”, comentaba. “A la primera me pillé el dedo, y a la segunda lo hice bien”, aseguraba. Motos quería saber por qué decía que no hay que repetir mucho con Woody Allen, y ella le respondió que a ella en concreto no le apetecía mucho equivocarse, pero que el cineasta ofrecía cambiar algunos textos. Ella, sin embargo, declinaba esas propuestas, porque “estaba tan bien escrito. No se comunicaba mucho, pero cuando ponía la cámara es un maestro”.

El presentador realizó entonces un par de preguntas a Poza que ella, en un primer momento, negó. Una era si se estaba sacando el carné de conducir, y es que dijo que no porque “ya no tengo ni el teórico”, y narró cómo tuvo “un profesor de autoescuela que me traumatizó”, que se sentaba detrás en las clases, y que le quitaba el espejo retrovisor. Por otro lado, aseguró que no le gusta hacer bromas, pero Motos le preguntó cuando mete cosas en el carro de la compra en el supermercado a su pareja cuando no mira, y ahí reconoció que sí que lo hace, solo por ver las caras que pone al ir a pagar. La actriz, además, afirmó ser “un poco toc” con el orden, y que no puede salir de casa sin hacer la cama, porque “es una manera de ordenar mi cabeza, que es un caos”. Michel Noher, por su parte, reconoció ser ordenado “para ciertas cosas” como el trabajo, “pero en mi casa está todo tirado”.