Telecinco retomaba este mes de marzo, al fin, las emisiones de la serie La que se avecina. Desde el lunes 7 la cadena de Mediaset ofrece la segunda parte de la temporada 12 de la serie ambientada (de momento) en la urbanización Mirador de Montepinar, un año y tres meses después de haber podido disfrutarse de la primera tanda en abierto.

Tal como hemos conocido en las últimas semanas, durante estos capítulos los espectadores se tendrán que despedir del personaje de Alba Recio. Y es que el actor que le da vida, Víctor Palmero, tendrá que dejar aparcada la serie para dedicarse a otros menesteres profesionales. “Me ha hecho tremendamente feliz currar con Laura, Alberto y todo el elenco de La que se avecina, pero a día de hoy tenía muchos proyectos teatrales que me apetecía enfocarme en ellos y he decidido darme una pausa con el personaje”, afirmaba Palmero, en una entrevista para Fórmula TV. Sí que deja abierta, sin embargo, la puerta a volver a ponerse la peluca de Alba en algún momento en el futuro.

Como bien saben los espectadores, Alba Recio es la hija transexual de Antonio Recio (Jordi Sánchez) y Berta (Nathalie Seseña). Una mujer que tuvo que luchar para ser respetada en una casa donde el aire más tradicional y religioso impregnaba la convivencia familiar. Y sería interesante rescatarlo en el futuro, sí, pero sobre todo si hay algunos cambios que permitan luchar contra la transfobia.

En muchas ocasiones el papel de Alba Recio ha sido criticado por la forma en la que caricaturiza a las personas transexuales. “En La que se avecina hay un personaje que es una mujer trans y no está interpretada por una persona trans. Además, es horrible ver cómo se trabaja esta figura”, lamentaba en una entrevista con BLUPER Ana Valenzuela, técnica en Igualdad y Género y presidenta de Chrysallis, Asociación de familias de menores trans. Según nos apuntaba, en el tema trans “se va avanzando, pero en general se sigue perpetuando el falso mito sobre las personas trans, y el 99,9% de las veces centrado en la mujer trans”.

En ese sentido, podría estudiarse la posibilidad de que Alba regresase a la serie interpretada ahora por una actriz transexual. Mujeres que lo tienen más difícil en el marco laboral, que cuentan con pocas ventanas para demostrar su validez, y que además se suelen indignar con la forma en la que son representadas en la ficción. “Me da úlcera que un actor con peluca interprete a una mujer trans”, nos decía en ese sentido la actriz Abril Zamora en una entrevista en estas páginas.

Lo más interesante es que, dentro del universo de La que se avecina, que Alba Recio cambiase de intérprete podría funcionar, porque ya ha pasado antes. Recordemos que a la hija de los mayoristas de pescado la conocimos con identidad masculina, con el nombre de Álvaro. En la primera temporada fue interpretado en un único episodio por Eduardo Espinilla, y en la segunda y tercera temporada por Sergi Ruiz. Cuando reapareció en la temporada 8 como Alba inicialmente se le propuso el papel de nuevo a Sergi Ruiz, tal como contó él en una entrevista en Ecartelera, pero al no poder compaginar la serie con otros proyectos acabó entrando en La que se avecina el actor Víctor Palmero.

Este fenómeno de ver un mismo personaje interpretado por más de un actor o actriz se conoce como síndrome de Darrin. Se llama así porque en la serie Embrujada el marido de la protagonista, Darrin Stephens, cambió de actor (de Dick York a Dick Sargent) cuando la ficción llevaba seis años en antena. En España hemos vivido el síndrome de Darrin con Hermanos de leche, donde El Gran Wyoming sustituyó a Juan Echanove; en Motivos personales, donde Nacho fue encarnado por Miguel Ángel Silvestre y Álex González, y en Cuéntame con el papel de Inés Alcántara, por citar algunos ejemplos.

Así, si Alba Recio ya ha sido interpretada por tres personas, ¿por qué no podría volver con un cuarto nuevo rostro? Justo este personaje lo permite, y solo sería añadir un poco más de fantasía a toda su vida y a su transición. Y, como decíamos antes, podría interpretarlo una actriz transexual, que aportase un valor añadido en las tramas, y que ayudase a no cruzar algunas fronteras tránsfobas en el mundo del humor. Gracias a series como Veneno sabemos de sobra que en nuestro país hay muy buenas intérpretes trans, nada más hace falta dar con ella.

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