Opinión

Carta abierta a la ministra Yolanda Díaz

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Efe

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La ministra comunista de Trabajo y vicepresidenta tercera del Gobierno de España ha hecho recientemente dos declaraciones que nos dejan realmente sorprendidos a muchos españoles sobre su firme ideología comunista.

La primera de ellas fue cuando dijo aquello de “comunismo es democracia e igualdad”. Confieso que me ha dejado perplejo la señora ministra comunista ya que, si me lo permite, le diré que ni lo uno ni lo otro, señora Díaz, ya que el comunismo es todo lo contrario lo que usted ha dicho. Le recomiendo vivamente el excelente libro de Federico Jiménez Losantos Memoria del Comunismo, para que usted aclare sus erróneas ideas de los que es el comunismo.

Permítame decirle a la ministra comunista que el comunismo no es democracia ya que en los países comunistas como Cuba, Venezuela, Corea del Norte y China no existen elecciones libres y por lo tanto no hay democracia (¿sabía usted esto o es que tal vez no ha estado en ninguno de sus paraísos comunistas?) y tampoco hay libertad ni igualdad dentro de estos países por razones obvias. Realmente no me puedo creer que la señora Yolanda Díaz, haya dicho semejante barbaridad. Ya veo que se le está pegando a usted todo lo malo de sus colegas ministras del Gobierno y no quiere quedarse atrás comparada con las barbaridades dichas por sus colegas, sobre todo a lo largo de esta pandemia del coronavirus, y entre las que destacan especialmente su vicepresidenta primera Dª Carmen Calvo (anterior ministra de Cultura con el PSOE en Andalucía, para más “inri”) y su portavoz del Gobierno, también mi paisana andaluza María Jesús Montero.

Otra barbaridad reciente de la Sra. Yolanda Díaz, es la pronunciada sobre Francisco Largo Caballero, llamado el ‘Lenin español’, diciendo que es «nuestro modelo a seguir». Largo Caballero, un sindicalista y político español, histórico dirigente del PSOE y de UGT y claro rival de la libertad y democracia. Un político que repudiaba la democracia liberal, tanto como los derechos humanos y el parlamentarismo, así como defendía la revolución, las armas y la violencia y fue responsable de las checas donde se ejecutaron a más 16.000 personas, impulsor de los tribunales populares y creador de la Junta de Defensa de Madrid y del Comité de Orden Público que dirigiría Santiago Carrillo y que llevó a cabo la siniestra ejecución de 6.000 personas en Paracuellos del Jarama.

Recientemente a este personaje socialista, autor de un repertorio de frases (la hemeroteca guarda todas ellas, afortunadamente para la historia de España y sus políticos), entre las que destaco: “No creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad” (dicha en 1934 en Ginebra); y “Si los socialistas son derrotados en las urnas, irán a la violencia, pues antes que el fascismo preferimos la anarquía y el caos” (dicha el 10 de febrero de 1936, en el Cinema Europa), etc.

Está claro que la ministra comunista, que ha mantenido 3 másteres falsos en su Curriculum Vitae por más de 6 años (cuando, entre otras cosas, se ha mofado públicamente de Cristina Cifuentes cuando fue acusada por su famoso máster y finalmente absuelta por los tribunales de justicia entre ellos el TSJM), aparte de una mentirosa compulsiva es una ignorante total del comunismo real y sus líderes rusos y españoles. Me gustaría saber su Curriculum viajero en estos países comunistas a los que estoy seguro habrá ido (si no miente otra vez) y no una, sino muchas veces para “disfrutar” de su nivel de vida.

Su maestro y mentor Pablo Iglesias que en escasos 5 años de vida política ha demostrado con ello ser un perfecto falso comunista y la ministra Yolanda Díaz, no aguantarían en un país comunista ni un mes, como Cuba o Venezuela, países que conozco muy bien. Allí iban a comprobar que los gobiernos socialcomunistas respetan la máxima que le repiten insistentemente al pueblo, de “vamos a acabar con la pobreza”, pero con un repetitivo matiz especial en todos estos países: se refieren a “su” pobreza, no a la del pueblo. Imbatible, lo consiguen siempre, ante el sorprendido e inocente pueblo que lo ve delante de sus narices, pero no puede protestar.

Yo creo que esta es la explicación más lógica ya que la otra, su conocimiento verdadero del comunismo e intento real de la aplicación del comunismo en la sociedad española es, aparte de una ofensa a la inteligencia humana del 99% de los españoles, demasiado tétrica para el gobierno español.