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La batalla de Budapest I

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Los estudiantes de los dos últimos años de instituto convocaron para el sábado 14 de marzo, a las cinco y media de la tarde, una gran manifestación en Budapest con el objetivo de reaccionar ante las dudas razonables que han surgido en el recuento de los votos de las elecciones. La Constitución prevé que no pueden adelantarse los resultados hasta que se han cerrado todos los colegios electorales. La realidad mostró que en dos centros electorales, donde votan los universitarios y donde se habían registrado unos 10.000 (hecho que ya sucedió en anteriores elecciones), la disposición de una sola mesa hizo que es cierre se retrasara más de tres horas de los previsto, a las siete de la tarde, por lo que los primeros resultados se hicieron públicos tres horas y medias más tarde de lo estimado.

Las reivindicaciones de los estudiantes, que van a leer, al final de la manifestación, se resumen en los siguientes puntos y piden:
-Volver a contar los votos.
-Un prensa y medios de comunicación independiente en vez de la campaña de odio promovida por las televisiones, radios y prensa pública ( el gobierno dispone de a mayoría aplastante de medios de comunciación).
-Elecciones justas ( sin que favorezcan como ha sido el caso a los candidatos del gobierno ( la OCDE ha manifestado en su informe, la desigual de medios utilizados por el gobierno y la posición).
-Nueva Ley de elecciones.
-Que la oposición no luche contra sí misma, sino que represente a la mayoría de la gente que le ha votado.

La policía ha incrementado el número de cámaras de vigilancia en torno al Parlamento, donde se espera finalice la marcha, y el número de agentes de vigilancia. Kiszelly Zoltán, un sociólogo cercano al gobierno opina que “estas medidas de seguridad solamente sirven para grabar las provocaciones que generalmente surgen de la red de Soros, y las cámaras sólo sirven para la identificacióm de los posibles provocadores”.

El Foro de la Sociedad Civil (CÖF). Entidad que financia el gobierno y utiliza políticamente como le conviene, ante una manifestación surgida de una parte de los ciudadanos, como teóricamente ellos, manifiesta lo siguiente: “Utilizar las tradiciones contra revolucionarias tipo bolchevique-comunista es muy peligroso. Los partidos de la oposición de Hungría tienen que analizar las causas de su fracaso y no tienen que salir a la calle, sino que necesitan una renovación bien pensada, y la democracia de Bruselas tiene que reconocer, antes o después, que los europeos van a defender sus casas, puerta a puerta, contra la inmigración ilegal y el terrorismo. Todos los pueblos de la Unión Europea saben y proclaman que la nación prevalece y la soberanía de los Estados nacionales no puede quedar en manos de los mercaderes”.

Hay veces en que uno se retrata a sí mismo y hasta ahora no ha habido mejor párrafo que fotografíe la realidad ideológica, sociológica y ética de quienes hoy gobiernan en Hungría.

Los partidos de la oposición animan a participar y la mayoría de ellos ya se han manifestado. El Jobbik afirma que el partido está "preparado para luchar contra el Fidesz corrupto en interés del país, y por eso hemos decidido unirnos a la protesta del sábado y animamos a nuestros seguidores a que participen también”.

El MSZP destaca que “los socialistas han decidido participar en protesta en la Ópera con todos aquellos ara los que es importante la democracia y la limpieza de las elecciones”.

El líder de la Coalición Democrática, Gyrcsány se pregunta “¿cómo es ése país donde los resultados de las elecciones pueden haber sido falsificados? En Hungría no. En nuestra patria nadie puede hacer tal cosa sin consecuencias. Ya es hora de la resistencia nacional".

Momentum, partido formado jóvenes, también se une: “No podemos rendirnos”.