Por Ramón Villota Coullaut
Esta novela desarrolla, y de una manera muy amena, dos traiciones, una personal y otra profesional. La personal la sufre Raúl, un joven venido de un pueblo cercano a Madrid para labrarse un camino en la construcción. Los avatares del destino hacen que fruto de esta primera traición, la amorosa, deba abandonar su casa y refugiarse en un habitáculo que le sirve de alojamiento, un espacio de tiempo que le da para conocer una segunda traición, no de carácter íntimo en este caso, pero sí de contenido económico, que se concreta en las adjudicaciones que la administración otorga a las grandes empresas para la realización de obras, con movimientos “extraños” tanto entre las empresas que licitan por dichas obras como entre altos cargos de la administración sin escrúpulos.
Es decir, una novela perfectamente estructurada, con dos tramas que se complementan y que no deseo explicar en demasía. Pero conociendo al autor de la obra se entiende porque es una novela tan actual, que desarrolla el aspecto humano más tenebroso, las ganas de medrar socialmente y el ansia del dinero, pero también la existencia de personas rectas que se ven ante situaciones que les obligan a tomar decisiones difíciles.
No me queda más que presentar a Jorge Artes, un joven autor de más de 65 años, nacido en Argentina, con ascendencia italo-española, que ha vivido entre Argentina, España y EEUU, y que con más de 40 años decidió licenciarse en derecho en España, dejando una carrera en una multinacional producto de sus estudios de ingeniería en su país natal, en Argentina. Sólo este hecho ya implica su deseo innato por el conocimiento y abrirse a lo desconocido, viendo lo positivo en lo que en un principio no parece más que un hecho negativo. Y es que lo que no mata, engorda.