Exterior de esta heladería.

Exterior de esta heladería. E.E.

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Lourdes busca relevo para su histórica heladería de un barrio de Zaragoza: "Si se cierra nunca más abrirá”

Los clientes habituales le piden que no cierre, pero Lourdes advierte que solo aguantará un año más.

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Zaragoza
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"Me tocará trabajar el año que viene y punto, cerraremos", así de tajante se muestra Lourdes al no encontrar a nadie que se quiera hacer cargo de la histórica heladería del barrio de Las Fuentes en Zaragoza.

A la propietaria de la heladería le toca ya colgar el delantal y descansar; sin embargo, no quiere dejar a sus vecinos sin la histórica 'Heladería Italiana' y por eso busca a alguien que quiera continuar con el negocio.

"Es un negocio que funciona muy bien y que tiene una clientela muy fiel" explica a El Español. "Por ellos no cerraría nunca y me piden que no nos vayamos", relata con cierto orgullo y cariño la heladera.

Tras más de seis décadas en activo, la heladería más veterana del barrio de Las Fuentes, en Zaragoza, busca relevo. Abierta en 1961, la Heladería Italiana se prepara para una nueva etapa, ya que Lourdes, la actual maestra heladera, afronta su jubilación y con ella el cierre de un ciclo en el que ha disfrutado al frente del local de la avenida Compromiso de Caspe, 89.

El establecimiento, hoy propiedad del hijo de Lourdes, se ha convertido en todo un referente en la zona. Aunque ella lleva 16 años atendiendo al público, la historia del negocio se remonta varias décadas atrás. Antes de esta familia, Ángel, su anterior dueño, ya había dedicado más de 30 años a elaborar y servir helados en el mismo local.

Tarrina de helado de Heladería Italiana.

Tarrina de helado de Heladería Italiana. E.E.

La heladería ha anunciado su traspaso, aunque la previsión es que Lourdes se jubile de manera definitiva el próximo año. “Estamos dispuestos a enseñar a los nuevos. Queremos que haya una solapación para que los clientes no se queden sin nada”, reconoce.

El vínculo con su clientela es, para Lourdes, lo más valioso de este oficio. “Son muchos años, se forma un vínculo, son como mi familia”, asegura. “Estoy muy a gusto, es una clientela muy maja. Me dicen ‘ay, Lourdes, qué vamos a hacer cuando tú no estés’”, relata emocionada.

La Heladería Italiana, que conserva su nombre original, sigue siendo un negocio sólido y “muy bien” asentado. De hecho, este verano logró incrementar sus ventas. “Ha venido competencia, pero seguimos teniendo nuestros clientes”, subraya Lourdes.

Y es que, aunque la base de su público son los vecinos del barrio, el alcance del local va mucho más allá: clientes “de toda Zaragoza” e incluso algunos que se llevan los helados “hasta a Madrid”. El secreto está en la calidad de los productos artesanos, helados elaborados por su hijo Antonio y su nuera Gloria, junto con horchata, granizados caseros y, por supuesto, la cercanía con la que Lourdes atiende.

Con vistas a un futuro traspaso, espera que los nuevos dueños mantengan esa esencia que ha convertido al negocio en referencia. Además, la heladería cuenta con licencia para abrir todo el año como bar, lo que abre otras posibilidades. “Nosotros cerramos campaña en octubre, estamos cerrados en Navidad, pero el local se puede mantener abierto todo el año. Tenemos licencia definitiva de bar y cafetería, tenemos doradores, chimenea”, recuerda Lourdes.

La historia de este traspaso ha llegado incluso a la televisión. Esta semana, su hijo participó en Aragón Televisión para contar el caso y exponer la situación. Sin embargo, la respuesta sigue siendo escasa: “de momento nada, a esperar”, sentencia la heladera. "Si se cierra, ya no abrirá", augura.

“Han venido unos cuantos interesados, pero nadie da el paso definitivo”, lamenta. Y es que dar continuidad a un negocio de estas características no es una decisión que se tome a la ligera, pero viendo lo mucho que ha disfrutado Lourdes y su familia, seguro que merece la pena.