Fortaleza Montearagón.

Fortaleza Montearagón. ADOBE STOCK

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El castillo de Aragón que fue clave en la Reconquista y que quiere salir del olvido: una fortaleza medieval del siglo XI

La fortaleza, a solo una hora de Zaragoza, fue declarada Monumento Nacional, y es una parada obligatoria para los amantes de la historia y el patrimonio de Aragón.

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Aragón es una tierra llena de monumentos defensivos que narran los episodios más intensos de su historia y consolidación del territorio. Los castillos aragoneses, que se alzan majestuosos sobre colinas y montañas, defendían el paso de ejércitos enemigos.

Hoy, muchos de ellos se conservan como auténticas joyas arquitectónicas, testigos de siglos de historia, y se han convertido en destinos turísticos que capturan la esencia del pasado medieval de Aragón. De Loarre a Sos del Rey Católico, pasando por las murallas de Alquézar y las torres de Aínsa, cada uno tiene su propia historia de batallas. Sin embargo, hay un Castillo que cayó en el olvido y quiere recuperar su esplendor, el castillo de Montearagón.

Actualmente el gobierno de Aragón quiere recuperarlo y sacarlo del olvido; por lo que se han puesto en marcha diferentes iniciativas para darlo a conocer. Lo último, un ciclo de ocho jornadas hasta octubre, con recreaciones medievales, talleres de esgrima y un auténtico viaje inmersivo para conocer cómo era la vida en la Edad Media.

Castillo de Montearagón

En lo alto de una colina que domina el paisaje de Huesca, se alza majestuoso el Castillo de Montearagón, una fortaleza medieval con una historia fascinante que, pese a ser menos conocida que otros castillos aragoneses, ocupa un lugar clave en la historia de España.

Construido en el año 1085 por orden del rey Sancho Ramírez, este castillo tuvo un propósito estratégico claro: servir de base para la reconquista de la ciudad musulmana de Wasqa, hoy Huesca. Solo una década más tarde, su objetivo se cumplió, y la fortaleza se convirtió en símbolo del avance cristiano en la región.

Poco después de la conquista, el rey fundó en Montearagón una canónica bajo la regla de San Agustín, naciendo así la Capilla Real de Aragón.

Esta institución no solo aportó valor religioso, sino que estrechó los lazos del castillo con la realeza aragonesa, llegando a convertirse en Panteón Real en 1134, lugar de descanso de nobles y altos cargos eclesiásticos.

Una fortaleza de siglos, renacimientos y restauraciones

A lo largo de los siglos, el Castillo de Montearagón vivió etapas de esplendor y también de abandono. En el siglo XVI, el rey Felipe II ordenó extinguir la vida monástica en la fortaleza, iniciando un periodo de deterioro. No obstante, la actividad religiosa regresó, aunque en un edificio ya debilitado.

Tres siglos más tarde, un incendio agravó su estado. Entonces en manos privadas, fue finalmente devuelto al Estado, lo que permitió iniciar labores de restauración, especialmente en su iglesia, que recuperó su esplendor con un estilo barroco.

Durante la Guerra Civil Española, el castillo volvió a sufrir importantes daños estructurales. No fue hasta el siglo XXI cuando comenzaron nuevos trabajos de restauración, permitiendo su reapertura al público y devolviendo al monumento parte de su grandeza original.

Visita el Castillo de Montearagón

Hoy en día, el Castillo de Montearagón es un lugar que no solo ofrece unas vistas privilegiadas de Huesca, sino también visitas guiadas y recreaciones históricas que invitan a sumergirse en el pasado medieval aragonés. Su rica historia, su arquitectura y su simbología lo convierten en una parada obligatoria para los amantes del patrimonio y la historia de España.

Si estás explorando fortalezas históricas o deseas conocer una alternativa menos concurrida pero profundamente significativa como el Castillo de Loarre, Montearagón es una elección excepcional. Una joya por descubrir en el corazón de Aragón.