El municipio de Caspe lleva meses con su Policía Local bajo mínimos: en enero solo estaban trabajando dos agentes de los doce con los que cuenta la plantilla. A principios de abril, ocho seguían de baja. Ahora se han reincorporado casi todos, pero continúan otros problemas de la plantilla. Mientras, la preocupación por la seguridad ciudadana en el municipio crece. Los vecinos denuncian el incremento de robos y piden más presencia policial. Hace años el municipio contaba con más agentes, pero varios han aprobado oposiciones en otras localidades y se han trasladado.
Este caso es un ejemplo de los problemas a los que se enfrentan muchos municipios en el medio rural aragonés: falta de personal y deterioro de los servicios públicos. Desde CSIF llevamos muchos meses denunciando la situación de la Policía Local de Caspe y otros problemas de los empleados públicos del municipio. Nos hemos reunido con la alcaldesa y hemos negociado la firma de un nuevo Pacto de Funcionarios, que mejorará las condiciones laborales de la veintena de funcionarios que trabajan en el ayuntamiento, incluidos los policías locales.
El medio rural nos preocupa y mucho. El foco mediático suele estar puesto en las grandes ciudades y sus problemas. Pero en los pequeños municipios hay problemas, necesidades y carencias que también hay que atender. Aragón es una comunidad que sufre especialmente el envejecimiento y la despoblación en gran parte de su territorio. En el medio rural, más envejecido, es fundamental que haya servicios de proximidad con atención presencial. Los habitantes de los pueblos quieren tiendas, médicos, escuelas, policías, bancos, juzgados, buena conexión a Internet, oficinas de Correos, ayuda a domicilio, residencias… igual que en las ciudades. Y esos servicios requieren de personal suficiente y con buenas condiciones laborales.
En CSIF recorremos los pueblos y viajamos para conocer la realidad de toda nuestra comunidad. Negociamos en ayuntamientos, comarcas, mancomunidades y diputaciones. Vemos los problemas que hay en muchos casos para cubrir vacantes en los pueblos. Cuesta encontrar trabajadores y fijar población. Y en muchos casos, hay trabajadores que en cuanto pueden piden traslados o se presentan a oposiciones en localidades más grandes. Zaragoza es un imán que atrae mucho.
Desde nuestra experiencia, sabemos que para mejorar los servicios de las administraciones públicas es fundamental mejorar las condiciones laborales de sus empleados públicos. Y en ello estamos, en hacer propuestas. Cada entidad local tiene sus propias condiciones, y hay diferencias significativas de unos pueblos a otros por el mismo trabajo. Esto es muy evidente en las diferencias existentes entre las policías locales de Aragón. Hay diferencias de sueldo de hasta 800 euros al mes y disparidad en la dotación de materiales como pistolas eléctricas y drones. Cerca de 40 municipios tienen policía local, con unos 1.450 agentes en activo. Pero hay un 15% de plazas sin cubrir y haría falta como mínimo 300 agentes más.
Negociar en las pequeñas entidades locales no siempre es fácil. Hay muchas peculiaridades y características variadas. Nosotros defendemos la transparencia en la contratación y lanzamos propuestas. Acabamos de firmar un acuerdo con la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias para crear un convenio para el personal laboral de la Administración Local en Aragón. Esto va a beneficiar especialmente a los municipios de menor tamaño, que no tienen convenio propio y cuentan con pocos recursos para la negociación colectiva. También estamos preparando un pacto marco para el personal funcionario de las entidades locales.
Defendemos, entre otros temas, la jornada laboral de 35 horas. La mayoría de administraciones ya la tienen: como los ayuntamientos de Zaragoza, Huesca y Teruel, la comarca Central o la Diputación de Zaragoza. Nosotros también lo negociamos en medianos y pequeños municipios. Recientemente se ha conseguido, por ejemplo, para Caspe, La Almunia, Villamayor o Alagón. También proponemos y pedimos que se regule el teletrabajo, y más medidas para facilitar la conciliación.
Hay que defender los puestos de trabajo en el medio rural y hacerlos más atractivos. Además de mejoras salariales y laborales, proponemos que se estudien otras medidas como ayudas para el transporte o la vivienda. El problema de la vivienda se agudiza en el medio rural: la oferta de alquiler es escasa y el parque de viviendas es antiguo. Los jóvenes de los pueblos y las personas que llegan a trabajar al medio rural tienen problemas para encontrar alojamiento.
Tendemos nuestra mano a negociar todos estos temas. Porque creemos en el futuro de las pequeñas entidades locales y de nuestro medio rural.
Jesús Gómez, responsable de Administración Local de CSIF Aragón.