Vista de la cadena de montaje de baterías del Opel Corsa-e en la planta de Figueruelas (Zaragoza).

Vista de la cadena de montaje de baterías del Opel Corsa-e en la planta de Figueruelas (Zaragoza). Efe

Economía

Aragón se sube a la movilidad del futuro con la primera piedra de la gigafactoría: "Va a ser un día que no olvidaremos"

Stellantis y CATL ponen este miércoles la primera piedra de la futura gigafactoría que atará el futuro de la automoción en la Ribera Alta del Ebro.

Más información: Los plazos de la gigafactoría de Stellantis y CATL en Zaragoza: cinco años de obras y al 30% de su capacidad desde 2028

Zaragoza
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El 14 de marzo de 1980, Figueruelas inició una nueva era con el inicio de las obras de la entonces fábrica de General Motors, que supusieron toda una revolución para la Ribera Alta del Ebro. Este miércoles, 45 años y 257 días después, la comarca vuelve a reproducir esos recuerdos con la primera piedra de la nueva gigafactoría de baterías de Stellantis y CATL, que subirá a toda la automoción aragonesa a la nueva movilidad eléctrica.

Ese futuro comenzará a vislumbrarse este mismo miércoles, cuando Stellantis y CATL comiencen a dar forma a uno de los proyectos industriales más importantes de la península. Aunque ya se han realizado algunos trabajos sobre el terreno, ambas compañías darán el pistoletazo de salida a unos trabajos que se prolongarán durante cinco años.

Y es que, para los municipios del entorno de la fábrica, este simbólico acto significa mucho más, como atar un sector de tanta importancia geoestratégica a la Ribera Alta del Ebro.

“Para nuestro municipio y toda la comarca, no es que sea un espaldarazo importante, es que consolida un sector tan importante como la automoción. Si nuestra fábrica siempre se ha diferenciado por su competitividad, ahora lo será más con una gigafactoría de baterías al lado”, ha subrayado el alcalde de Figueruelas, Luis Bertol.

Desde Figueruelas recuerdan estos días lo que significó la primera piedra de la propia fábrica de coches, entonces GM, en marzo de 1980. “Va a ser un día importantísimo para todos nosotros que difícilmente olvidaremos”, ha destacado Bertol.

Con ambas fábricas, desde los pueblos ven a Figueruelas como uno de los grandes ‘hub’ de la automoción del futuro. “El futuro de la movilidad va a ser eléctrico. Es un momento de grandísima felicidad y esperamos que todo transcurra según lo planeado”, ha expuesto el alcalde.

La gran expectación radica en la llegada de los 2.000 trabajadores chinos que CATL quiere traer para construir la gigafactoría, aunque, de momento, en las calles de Figueruelas todavía no se han dejado ver. “No se ve mucho movimiento. Será a partir de 2026 cuando lo habrá de verdad”, cuenta Bertol.

Esta será la segunda gigafactoría de Stellantis en Europa, junto a la de Douvrin (Francia), y las que tiene paralizadas en Kaiserslautern (Alemania) y Termoli (Italia), impulsadas todas a través de la empresa conjunta Automotive Cells Company (ACC), en la que también participan Mercedes-Benz y Total Energies. La inversión prevista ronda los 4.100 millones de euros, y se calcula que generará unos 3.000 empleos directos en la Ribera Baja del Ebro.

La gigafactoría se especializará en la producción de celdas de litio-ferrofosfato (LFP), una tecnología más durable y segura. Estas baterías serán integradas principalmente en vehículos de los segmentos pequeños y medianos producidos bajo marcas como Peugeot, Opel y Citroën, no solo para consumo nacional, sino también para la exportación a otras factorías del grupo.