Taller de baterías de Stellantis en Figueruelas

Taller de baterías de Stellantis en Figueruelas Raúl Gascón

Economía

Comienza una semana clave para la automoción aragonesa: pistoletazo de salida a las obras de la gigafactoría de Stellantis

Stellantis y CATL inician este miércoles las obras de un proyecto llamado a marcar un antes y un después para la automoción aragonesa. 

Más información: Luz verde para la construcción del mayor edificio de la gigafactoría de baterías de Stellantis en Figueruelas

Zaragoza
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Figueruelas vivirá este miércoles un nuevo capítulo en su historia con la colocación de la primera piedra de la gigafactoría de baterías de Stellantis, un proyecto que simboliza la transición de la automoción aragonesa hacia la electrificación. La planta, que se levantará en los terrenos adyacentes a la fábrica actual del grupo, forma parte del plan estratégico con el que la multinacional quiere asegurar su autonomía en la producción de baterías de la mano de CATL.

Esta será la segunda gigafactoría de Stellantis en Europa, junto a la de Douvrin (Francia), y las que tiene paralizadas en Kaiserslautern (Alemania) y Termoli (Italia), impulsadas todas a través de la empresa conjunta Automotive Cells Company (ACC), en la que también participan Mercedes-Benz y Total Energies. La inversión prevista ronda los 4.100 millones de euros, y se calcula que generará unos 3.000 empleos directos en la Ribera Baja del Ebro.

Para Aragón, la instalación supondrá un salto estratégico. Convertirá al territorio en un polo clave de la movilidad eléctrica en el sur de Europa y consolidará la posición de Figueruelas como una de las plantas más importantes del grupo, donde ya se fabrican varios modelos eléctricos y electrificados de Opel y Citroën y se aspira a otros modelos procedentes de marcas chinas.

La futura gigafactoría está diseñada para alcanzar una capacidad de producción inicial cercana a los 40 GWh anuales, suficiente para equipar hasta un millón de vehículos eléctricos. Se prevé que la fase de construcción se prolongue hasta 2028, con un arranque progresivo de operaciones a partir de 2027.

En esta primera fase, la gigafactoría se especializará en la producción de celdas de litio-ferrofosfato (LFP), una tecnología más durable y segura. Estas baterías serán integradas principalmente en vehículos de los segmentos pequeños y medianos producidos bajo marcas como Peugeot, Opel y Citroën, no solo para consumo nacional, sino también para la exportación a otras factorías del grupo.

Mientras, una de las grandes incógnitas que se mantienen sobre el proyecto es la llegada de entre 1.000 y 2.000 trabajadores chinos. Pese a que parecía que el primer grupo iba a aterrizar el pasado mes de octubre, todo apunta a que el grueso estará en Aragón ya en 2026, sin todavía tener definido dónde y cómo se alojarán.

La previsión es acabar tirando de todo: desde alquileres a casas prefabricadas y viviendas de obra nueva, tal y como reconocía el presidente de Aragón, Jorge Azcón, en una entrevista a EL ESPAÑOL DE ARAGÓN. "Lo que no queremos es que se construya ningún gueto ni ninguna infravivienda", advertía.

Esta será una de las cuestiones que tendrán que responder el próximo miércoles altos responsables de Stellantis y CATL que se desplazarán hasta Figueruelas para poner la primera piedra de una nueva gigafactoría que está llamada a marcar un antes y un después en la transición al vehículo eléctrico desde Aragón.