Amado Franco, presidente de Fundación Ibercaja

Amado Franco, presidente de Fundación Ibercaja

Economía

Amado Franco, presidente de Fundación Ibercaja: “La crisis del 2008 fue el peor momento al que me tuve que enfrentar”

Amado Franco ha dedicado más de 50 años de su vida a Ibercaja, viviendo su expansión nacional y el fin de las cajas.

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Zaragoza
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Amado Franco (Zaragoza, 1945) fue uno de los grandes protagonistas de los actos de celebración del Día de Aragón. El presidente de la Fundación Ibercaja y expresidente de la entidad bancaria recibió una de las máximas distinciones de la Comunidad, el Premio Aragón 2025, por toda su extensa trayectoria en el ámbito bancario y financiero de esta tierra, contribuyendo a su desarrollo económico y social durante medio siglo.

Amado Franco ha dedicado más de 50 años de su vida a Ibercaja, 17 de ellos como director general y 13 como presidente, primero de la Caja y, desde 2011, del banco. En este tiempo, ha vivido de primera mano el desarrollo de esta entidad, si bien reconoce que la crisis del 2008 ha sido “el peor momento” al que se tuvo que enfrentar, con la desaparición de las cajas.

Ahora, Franco aventura una nueva etapa para el sector, cuando comiencen a darse en próximos años fusiones entre bancos de distintos países, si bien considera que mantenerlas en España sería “un error” que iría “en perjuicio de los clientes”.

P.- ¿Qué significa para usted recibir este galardón?
R.- Significa agradecimiento por la concesión de la más alta distinción que se concede a esta tierra y significa también que ello conlleva un mayor todavía esfuerzo y compromiso para mejorar la calidad de vida de los aragoneses. Al mismo tiempo, no puedo dejar pasar que este premio es un premio que debería ser compartido con todas las personas con las que he tenido el honor de trabajar en Ibercaja durante más de 50 años.

P.- ¿Qué queda del Ibercaja que creció y se expandió a finales de siglo XX?
R.- Tras la desaparición de las cajas y la obligación de convertirnos en fundaciones, la Fundación Ibercaja se escinde en dos, una parte es Ibercaja Banco, que realiza la actividad financiera que antes realizaba la Caja, y la otra parte es la propia Fundación Ibercaja, que realiza y cumple con la función social que antes realizaba la Caja a través de su Obra Social. Y esto seguirá siendo así, pues el propietario de Ibercaja Banco es la Fundación Ibercaja y ésta así lo desea.

Somos los mismos, pero con distinto traje. A finales del siglo XX, la caja de ahorros Ibercaja realizaba una función económica con su actividad financiera y cumplía con una función social a través de la obra social, ahora realiza lo mismo a través de Ibercaja Banco y a través de Fundación Ibercaja.

Sería un error proseguir las fusiones en España, pues conduciría a un oligopolio todavía más fuerte, en perjuicio de los clientes

Amado Franco, presidente de Fundación Ibercaja

P.- Como presidente de Ibercaja vivió toda la crisis económica de 2008 y el proceso de integración de las cajas. ¿Cómo recuerda, transcurrido un tiempo, esos años? ¿Qué cree que falló para llegar a esa situación?
R.- La crisis del 2008 fue el peor momento con el que me tuve que enfrentar a lo largo de toda mi historia, y trajo por consecuencia el momento más triste, que fue el de que por ley desaparecieran las cajas para convertirse en Fundaciones.

Las causas para llegar a esta situación fueron múltiples y entre ellas hay que destacar la mala gestión y el cortoplacismo en algunas cajas, la intromisión de la política en los Consejos de Administración, el retraso de los organismos supervisores en detectarla y la equivocación en muchas de las medidas adoptadas para solucionarlo.

P.- ¿Cree que el proceso de integración del sector bancario seguirá avanzando?
R.- Creo que ahora viene una nueva etapa, dentro de unos años, que es el de la fusión entre entidades financieras de los distintos países. El proseguir las fusiones en España, creo que sería un error, pues conduciría a un oligopolio todavía más fuerte, en perjuicio de los clientes.

P.- ¿Hacia dónde debe crecer Ibercaja en los próximos años?
R.- Creo que debe seguir el camino iniciado, adaptándose permanentemente a las nuevas demandas de los clientes y acogiendo con decisiones las nuevas tecnologías tratando de actuar siempre con la máxima calidad y eficiencia, y con visión de largo plazo, teniendo siempre presente que su primera obligación es la solvencia y garantizar su futuro, que siempre debe hacerlo compatible con el compromiso de esta tierra y sus habitantes.

Ibercaja debe hacer compatible su solvencia y futuro con el compromiso con esta tierra y sus habitantes

Amado Franco, presidente de Fundación Ibercaja

P.- En Fundación Ibercaja están ahora inmersos en la preparación del 150º aniversario con la reapertura del Museo Goya en 2026. ¿Qué papel debe ambicionar la entidad en estos años?
R.- Estamos preparando un ambicioso plan para conmemorar el 150º aniversario, que en su momento presentaremos. Para los próximos años queremos seguir potenciando nuestra actuación en las siguientes áreas estratégicas: Ayuda Social, mediante ampliación de los convenios con ONG; Cultural, teniendo a Goya y la historia de Aragón como hilos conductores; Educativa, con alta incidencia en inteligencia artificial y nuevas tecnologías; Empleabilidad, mediante el apoyo a las startups, y todo el compromiso de perseguir los 17 objetivos sostenibles de la Agenda 2030.

P.- ¿Cómo ve el momento actual de la economía aragonesa?
R.- Soy optimista. Estamos creciendo a un ritmo del 3% similar al español, pero muy superior a Europa, especialmente a Francia y Alemania. Nuestro PIB por habitante es un 12% superior al español. Nuestro paro es tres puntos menos que el español, y en ninguna autonomía encontramos una demanda de instalación de nuevas empresas de futuro como en Aragón. Si conseguimos mantener el ambiente de diálogo de acuerdos en el ámbito sindical y político, creo que tendremos un brillante futuro.

Hoy en día una empresa para instalarse necesita terreno, agua, energía limpia, buenas comunicaciones, mano de obra cualificada. Todo ello lo tenemos en Aragón y es una ventaja significativa.

P.- ¿Qué cree que le falta a Aragón para posicionarse como un motor del país?
R.- Quizá tendríamos que conseguir un sistema de financiación autonómica, que tuviera más en cuenta nuestros factores diferenciales, como consecuencia de que somos un 3% de la población española que habita en un 9% de su territorio, lo que conlleva baja densidad de población y fuerte dispersión, lo que encarece la prestación de servicios públicos.

Aragón tiene un gran empresariado, que ha sabido abrirse a los mercados exteriores y que si sigue siendo apoyado por el Gobierno en base a facilitar su labor eliminando burocracias y trámites innecesarios, nos conduciría a un futuro de progreso.