Mieles de La Mielería.

Mieles de La Mielería. LaMielería.com

Gastronomía

La Mielería, un siglo haciendo la miel artesanal que triunfa en medio mundo: "Vendemos hasta en Arabia Saudí"

El negocio familiar de Cocentaina (Alicante) lleva cuatro generaciones produciendo este dulce de manera artesanal de sus propias colmenas.

Más información: Ni Xixona ni Alcoy, el pueblo de Alicante que es la cuna de la miel artesanal: "Es un regalo de la naturaleza"

Alicante
Publicada

El interior de la provincia de Alicante es famoso por sus turrones, pero también es el hogar de maestros apicultores que llevan décadas haciendo de este elixir un referente en España y fuera de sus fronteras.

Con esta miel artesanal se elaboran postres, turrones y dulces de diferentes formas y sabores que dan sabor a la Navidad desde hace más de un siglo.

Una de las insignias de la miel alicantina es La Mielería, un negocio familiar en Cocentaina que ha pasado de generación en generación y que, con el cambio de año, cumplirá su centenario.

La familia Company crea esta marca de calidad desde 1926. El bisabuelo de Nacho fue su fundador y, en el año 2000, él y su hermano cogieron el relevo.

Lo que comenzó siendo la afición de su bisabuelo se ha convertido en un manjar deseado en medio mundo.

La máxima de sus productos es clara: miel de primera calidad de sus propias colmenas o de apicultores locales.

"Yo me encargo de las abejas. Son mieles de calidad, porque el apicultor tiene que saber recolectarlas", explica Nacho Comany.

No deben tener humedad y hay que saber cuándo están en su punto, cuándo se tienen que recoger y que estén suficientemente maduras.

"El tipo de colmena también influye mucho en que la calidad sea mayor o menor. Nosotros trabajamos con colmenas de alza, que producen una miel de mucha más calidad", indica el experto.

En su catálogo cuentan con miel de almendra, de romero, de naranjo, de limón, de brezo, cristalizada... e incluso productos cosméticos, entre muchas otras variedades.

La clave de su éxito ha sido mantenerse fiel a sus raíces a pesar de la feroz competencia.

"Tú pruebas una miel industrializada, de las que puedes comprar en cualquier supermercado, y notas la diferencia. Es una diferencia que la gente percibe. No hemos crecido porque sí: si nuestra miel fuese igual que la de otros, la gente no compraría nuestras mieles", reflexiona el apicultor.

El corazón de todo son sus 2.000 colmenas. Cada una de ellas puede contener entre 8.000 o 9.000 abejas en invierno, hasta 60.000 y 70.000 abejas en primavera, cuando se recolecta la miel durante la época de floración.

"Vendemos a medio mundo. Enviamos a toda Europa y también exportamos al mundo árabe, especialmente a Arabia Saudí y Jordania", comenta.

En Arabia Saudí esta miel pura es vista como un elixir escaso y se paga como tal, con un importante mercado.

Company cuenta que "allí las mieles buenas valen mucho dinero. Es un mercado con mucho potencial porque buscan calidad y la pagan".

Decadencia del sector

Pese al crecimiento desde la comarca de El Comtat a otras partes del globo, el sector se encuentra en uno de sus peores momentos.

"En la última década, especialmente en la Comunitat Valenciana, está muy deteriorado", lamenta.

"No nos han apoyado en nada y el sector ha caído en picado. Con la falta total de ayudas, la situación es muy complicada", añade.

Todo ello, sumado al cambio climático y a los problemas que genera a la hora de encontrar buenas zonas de floración.

"Antes era sota, caballo y rey: ibas de floración en floración y siempre llovía cuando tocaba, hacía frío cuando tenía que hacer frío. Cuando salías de aquí y te ibas a Teruel, el campo estaba bien; luego te ibas más arriba y seguías el ciclo", sostiene el especialista.

El alicantino cuenta que ahora puedes ir a Teruel y encontrarte "todo seco y te tienes que quedar aquí, o irte a Madrid, o desplazarte a cualquier sitio donde haya llovido. Esto se nos complica porque tienes gastos fijos, pero no tienes ingresos fijos".

Además, su mayor producción es la miel de naranjo, cuando "nos imposibilitan poner las colmenas en el naranjo desde hace más de 20 años".

Este abandono que denuncia duele más en una tierra desde donde "hemos enseñado apicultura a toda España mediante la trashumancia. Los valencianos fuimos los primeros en salir de aquí y en llevar la apicultura profesional a todos los rincones del país", sentencia.