"Nos encanta tomar unas buenas aceitunas y papas, ¿qué mejor que acompañarlo con un vermut para abrir boca?". Con una invitación así de Jordi Gisbert, hay que lanzarse a probarlos. Así elige este experto para EL ESPAÑOL cuatro de estas bebidas que se preparan en la provincia de Alicante más una extra para disfrutar del "resurgimiento muy fuerte" que tiene este aperitivo.

"El vermut siempre ha estado de moda en España, pero no tanto en esta zona, sino más bien en Madrid y Barcelona", explica desde su local en la calle Quintana. Habla con entusiasmo y va señalando las botellas que tiene en sus estantes. Esas son las que le piden porque, ahora, en cambio, esa tendencia centrada en las grandes capitales se ha ampliado y de ahí que hable de ese renacer. "Su consumo sigue creciendo y durante todas las épocas del año", destaca.

Gisbert valora que España sea un país de buen comer en el que se aprovecha el aperitivo para abrir el apetito. Y en esa hora es donde tiene su momento el vermut, esa combinación de vino con botánicos, como explica, que "sienta muy bien" y anima a lanzarse luego al plato principal.

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Antes de decidirse por una de las propuestas, o por todas, recuerda que "el vermut se toma a temperatura ambiente y siempre con hielo. En nuestro caso, ponemos una aceituna para acompañar porque nuestro vermut ya tiene su toque a naranja y canela". Si se prefiere otra presentación, recomienda que se añada a la copa en que se sirva "la corteza de la naranja sin la parte blanca, para que no amargue".

La selección

El primero que escoge tiene muy claro que es el Vermut Luis XIV, un proyecto de David Carbonell en Vins del Comtat surgido a finales de 2022. "Es una apuesta muy fuerte de este señor que elabora fondillones", apunta. Y no unos cualesquiera, recuerda, ya que el Fondillón Luis XIV Tonel Luna es valorado en la prestigiosa Guía Peñín con 99 puntos.

"Este vermut se elabora con el excedente de esos fondillones y tiene una elaboración un pelín especial porque no habían probado hasta ahora con el vermut y le dan un toquecito amargo que es muy interesante", razona Gisbert. 

 Y de Beneixama se va a Xaló para presentar el Vermut Vall de Gorgos. Hecho a partir de uva moscatel de Alejandría, este lo recomienda "porque es muy equilibrado e interesante". Una "elaboración artesanal", como destaca, y un sabor que es "especialmente rico".

El Jarabe de Palo de las bodegas Antonio Llobell en Teulada coincide con el anterior en la misma uva, pero se distingue de todos los demás por su preparación. Y así lo destaca Gisbert que valora que se elabora de forma muy novedosa. "En el tapón de la botella han incluido un trozo de madera de roble para que le done ese toque, como el vino, mientras se embotella. Y así lo mantienen al menos cinco meses para que reciba ese toque", detalla. Es a partir de ahí cuando llega a tiendas como la suya.

La selección de vermuts de Alicante, más el extra.

Subiendo a la provincia de Valencia está la bodega Cherubino Valsangiacomo donde producen el Vermut Vittore. Como explican sus responsables, es un vino blanco de la variedad uva macabea al que le añaden una selección de 24 botánicos. Y entre ellos, manzanilla, salvia, orégano y corteza de naranja.

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El recorrido de Gisbert termina con un extra llegado desde Badalona, el Vermut Perucchi de la bodega Augustus Perucchi. Y otro factor le añade para diferenciarlo del resto. Si el Jarabe de Palo añadía un trozo de madera al embotellado, en este caso se elabora con mucha maceración en barrica. Eso acaba haciendo que tanto la calidad sea mucha más alta y el precio también. Por eso el experto concluye asegurando que "se pueden encontrar otros a un precio mucho más razonable y no hace falta morir en el intento".

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