Las calles coloridas de la localidad.

Las calles coloridas de la localidad.

Vivir ESCAPADAS

Este es el rincón más encantador de Alicante: explosión de colores y perfecto para una escapada

Esta localidad es ideal para salir de la ciudad y descubrir la gran riqueza paisajística de la provincia.

Más información: Así es el pueblo más pequeño de Alicante: un tesoro único en plena naturaleza y perfecto para una escapada

Alicante
Publicada

Con menos afluencia de turistas que en la temporada estival, el invierno se presenta como el momento perfecto para recorrer los rincones de la provincia de Alicante y descubrir el encanto que ofrecen sus localidades.

La costa alicantina, en particular, guarda una magia especial en esta época del año. Sus suaves rayos de sol invitan a disfrutar de largos paseos junto al mar, creando un escenario ideal para relajarse y conectar con el entorno.

Entre todos sus destinos, Villajoyosa, con su esencia mediterránea, destaca como una opción imprescindible para quienes buscan una escapada tranquila y cargada de belleza.

Conocida cariñosamente como "La Vila", este encantador pueblo costero, elegido como el más bonito de Europa para visitar en 2024, deslumbra con sus vibrantes colores, capaces de alegrar incluso los días más grises del invierno.

Paseos en un entorno único

Recorrer las calles del casco antiguo de Villajoyosa es como adentrarse en una obra de arte viviente. Sus fachadas de intensos tonos azul, amarillo, rosa y verde decoran tanto el paseo marítimo como las callejuelas del centro histórico.

Según la tradición, estos colores ayudaban a los pescadores a localizar sus hogares desde el mar, incluso cuando las nubes cubrían el cielo. Hoy, esa misma tradición nos regala un ambiente cálido y acogedor, ideal para perderse sin prisas.

Tradiciones

Villajoyosa no solo deslumbra con sus colores, sino que también es conocida por su legado en la elaboración de chocolate.

Una visita a alguna de sus fábricas, como Chocolates Valor o Chocolates Pérez, es una experiencia imprescindible. En ellas, el intenso aroma a cacao nos envuelve, añadiendo un toque dulce a nuestra estancia.

Playas en calma

Las playas, que en verano rebosan de actividad, se convierten en auténticos remansos de paz durante el invierno. Lugares como la playa del Centro o la cala Racó del Conill son perfectos para pasear mientras el murmullo del mar acompaña el recorrido.

Para los más aventureros, los senderos cercanos ofrecen espectaculares vistas desde los acantilados y la oportunidad de conectar con la naturaleza.

Sabores del mar

La gastronomía local es otro de los tesoros de Villajoyosa. Este invierno, no puedes dejar de probar platos como la olleta de blat, un guiso tradicional de la región, o el emblemático arroz a banda, que adquieren un matiz único cuando se disfrutan frente al Mediterráneo.

Cada receta, elaborada con ingredientes frescos y locales, es un homenaje a la tradición culinaria de la zona.

En resumen, visitar Villajoyosa en invierno significa descubrir el Mediterráneo en su estado más puro: tranquilidad, paisajes de postal, delicias gastronómicas y una atmósfera que invita a detener el tiempo y disfrutar del presente.