La Policía Nacional detiene a un recepcionista acusado de simular el robo de la caja de un hotel en Benidorm.

La Policía Nacional detiene a un recepcionista acusado de simular el robo de la caja de un hotel en Benidorm.

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Detienen al recepcionista de un hotel de Benidorm acusado de robar 10.000 €: así desmontan su coartada

La investigación de la Policía Nacional destapa la historia con la que el arrestado había intentado encubrir su participación.

8 octubre, 2023 11:21
Alicante

Creía que tenía el robo perfecto hasta que la Policía Nacional destapó su cortada. Así ha acabado detenido el recepcionista de un hotel en Benidorm acusado de simular el robo de más de diez mil euros de la caja de seguridad.

El relato de los hechos se sitúa a mediados de este verano. El director de un hotel acude a la Comisaría para denunciar que habían sustraído todo el dinero en efectivo de la caja de seguridad de la recepción del hotel. Según sus informes, eran los 10.123 euros que habían recaudado todo el fin de semana.

En la denuncia explica que el robo se había producido durante la madrugada, cuando el ladrón aprovechó la ausencia del recepcionista. Las cámaras situadas en recepción recogen al autor, vestido de negro y con una gorra y una capucha puestas, llegando a la recepción desde las escaleras interiores. Y sin dudar se dirige al armario donde estaba emplazada la caja de seguridad.

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El ladrón no necesitó manipular la caja porque estaba abierta, aunque no debería. De forma que la vacía rápidamente para desaparecer por las mismas escaleras en las que ya no hay cámaras que le graben. Todo en menos de un minuto.

Cuando el recepcionista vuelve a su puesto, tres minutos después, no parece sospechar nada de lo ocurrido. Al terminar el turno solo explica que el motivo de su ausencia fue la llamada telefónica de un vecino de enfrente que le decía que estaba viendo a una clienta del hotel aparentemente atrapada en una de las terrazas de la cuarta planta. Al salir a comprobarlo no vio ni escuchó nada sobre ello.

El repaso a las imágenes de las cámaras aportaba otro dato. El recepcionista había hecho hecho el recuento de la caja al empezar su turno de noche, pero el parte no lo rellena hasta después del robo. Y cuando lo hace, no comprueba que el dinero está en la caja. Así, cuando llega el relevo de la mañana, solo indica que ha recibido esa llamada por la noche y no es hasta que la recepcionista necesita hacer un pago descubre que el dinero ha desaparecido.

La investigación

Hasta aquí todo indicaba que alguien había llamado deliberadamente a la recepción del hotel para hacer que el empleado abandonase la recepción. Eso le permitía aprovechar este momento para hacerse con el botín de la caja de seguridad, de modo que ni siquiera el propio recepcionista se percatase de ello.

Los agentes del Grupo quinto de Policía Judicial de la Comisaría de Benidorm comenzaron sus pesquisas solicitando una copia de la grabación de todas las cámaras de seguridad del hotel. Según este relato las sospechas situaban al autor en el interior del hotel y, tras el robo, se dirigía de nuevo por las escaleras interiores hacia la zona de las habitaciones por un acceso por donde no hay cámaras.

Tras el análisis minucioso de las imágenes y después de unir todas las piezas y tomar declaraciones, los investigadores llegaron a la conclusión de que el presunto autor de los hechos era el propio recepcionista. Según su informe, todo había sido orquestado por él para hacerse con el dinero de la caja simulando un robo.

Desmontando la coartada

¿Cómo llegaron a esa conclusión? En primer lugar, resultaba muy extraño el inusual modo en el que el empleado actuó esa noche. Las imágenes revelaban que el recepcionista accedió antes de incorporarse a su puesto de trabajo por una puerta de proveedores llevando una mochila colgada al hombro. Y esto, subrayan, lo hizo a oscuras y utilizando la linterna de su teléfono como luz. De allí se dirigió hacia una zona fuera del alcance de las cámaras, en la que creen que debió ocultar la mochila.

Posteriormente, se incorporó a su puesto de trabajo en la recepción y desarrolló su trabajo con normalidad, hasta el momento clave de la llamada telefónica. Cuando el recepcionista recibió la llamada, se dirigió hacia una zona donde supuestamente había dejado su mochila. Poco después, apareció el supuesto autor. ¿Y si en realidad eran la misma persona?

Tras el supuesto robo, descamisado y apresurado se vio de nuevo al recepcionista con la mochila dirigirse hacia un lugar libre de cámaras. Minutos después, se reincorporaba a su puesto sin la mochila y con la camisa por dentro del pantalón. Probablemente venía de comprobar si había alguna persona atrapada en la terraza del cuarto piso. Sin embargo, y como era de esperar, tal hecho manifestó en su relevo que finalmente no se había producido.

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En este punto, los investigadores pudieron probar que la llamada telefónica que se recibió en la recepción procedía de un número de teléfono cuyo titular era del entorno del arrestado, desconocedor de ello por completo.

Otro curioso extremo en el que los investigadores se fijaron fue el momento en el que abandonó el hotel tras su jornada laboral. El recepcionista, cuando acabó su turno de trabajo, antes de abandonar el hotel, se dirigió hacia el lugar libre de cámaras donde había dejado la mochila para recogerla y marcharse a continuación, no sin antes mencionar a su relevo como única incidencia el asunto de la llamada telefónica.

La suma de estos cabos sueltos hicieron sospechar más a los investigadores de lo que consideraban una débil coartada. Y esta se tambaleó aún más cuando el director del hotel revisó las imágenes y reconoció a los investigadores que las características físicas y modo de moverse del individuo que aparecía en el video llevándose el dinero eran las mismas que las de su empleado. Para más inri, en su primera declaración en dependencias policiales, en este caso como testigo de los hechos, el recepcionista entró en serias contradicciones.

Finalmente, con todos los indicios probatorios, los agentes minuciosamente pudieron desmontar pieza a pieza la coartada del recepcionista. A partir de ahí establecieron un dispositivo orientado a la localización y detención del mismo como presunto autor de un delito de apropiación indebida. El detenido, de 37 años de edad y nacionalidad española, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de la misma localidad.