Elda, en el interior de la provincia, sigue teniendo un saldo demográfico negativo.

Elda, en el interior de la provincia, sigue teniendo un saldo demográfico negativo. Ayuntamiento de Elda

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Las dos caras demográficas de la provincia de Alicante: de su "atractiva" costa a su "desapacible" interior

De 141 municipios, 25 han perdido población, sobre todo en el interior, pero con matices, avisa Raúl Ruiz, experto en Migraciones. 

14 enero, 2023 06:20
Alicante

Alicante no escapa a la tendencia que vemos en buena parte del mundo de crecimiento de las poblaciones costeras en detrimento de las zonas de interior, menos atractivas para trabajar... y para vivir. 

[Pueblos casi sin almas (pero con mucho espíritu), estos son los más deshabitados de la provincia de Alicante]

Tampoco lo hace a la crisis de refugiados en Europa desatada tras la invasión rusa de Ucrania, habiéndose registrado ya en colonias de ucranianos, como la existente en Torrevieja, un aumento de casi el doble doble de su población desde febrero de 2022.  

En España, cuenta a este medio el doctor en Sociología por la Universidad de Alicante (UA) y experto en Migraciones, Raúl Ruiz Callado, "y con excepción de Madrid", el litoral está siendo más poblado que el interior del país. 

La provincia, en su conjunto, cuenta con 1.901.594 personas en el padrón de 2022, 19.832 más que en 2021, según los datos del INE que se han sabido recientemente. Ese crecimiento se ha dejado notar en la mayoría de municipios de la provincia, que han ganado habitantes, analiza el profesor Ruiz Callado.

Desde Alicante o Elche, que alcanzan sus máximos históricos, a otras poblaciones medianas como Torrevieja, Orihuela, Benidorm o San Vicente del Raspeig. Todas crecen. ¿Todas? "De 141 municipios, hay 25 que han perdido población", avanza este experto.

Son municipios del interior, importantes por su peso demográfico e industrial, como son Elda, Alcoy o Villena, "con pérdida constante de población". Y luego están los pequeños pueblos del interior montañoso, "en claro proceso de despoblación", como son los radicados en las comarcas del Comtat o Alcoià. 

[Así es la población de Elche, que no para de crecer: 15% inmigrante, 16% niños y el 19% con estudios superiores]

Este análisis de Raúl Ruiz permite concluir que el último padrón ha dejado en la provincia "una dinamica desigual" al concatenarse municipios "con vitalidad demográfica" con otros "que no han recuperado las cifras prepandemia". "Vemos que hay más decesos que nacimientos, pero como ocurre en el conjunto del continente europeo, el saldo migratorio positivo hace que tengamos cifras positivas la provincia alicantina", añade. 

Rascar los datos

Este profesor, decano de la facultad de Económicas y Empresariales de la UA, evita extraer más conclusiones ya que "hay que contextualizar los datos". 

Unos datos, por ejemplo, que revelan cómo las grandes urbes costeras asociadas al turismo de la provincia, y por lo tanto a la actividad del sector servicios, como son Benidorm, Villajoyosa y Torrevieja, "han registrado un descenso de población bianual", es decir, que perdieron habitantes en su censo en 2021 y lo han ganado en 2022. 

Sin embargo, municipios colindantes como Finestrat o La Nucía, en el caso de la capital turística, han crecido. "Son dinámicas por el mercado residencial, por la accesibilidad a la vivienda..." avanza. "Personas asentadas históricamente en Benidorm prefieren comprar una vivienda en La Nucía porque es más económica o por acceso familiar", relata.

Parece que esta dinámica también se repite más al sur, en Santa Pola, con un crecimiento contundente de su censo, pasando de 33.000 a 36.000 habitantes en solo dos años. 

Los que pierden

"La pandemia ha tenido un efecto negativo en poblaciones costeras más masificadas y cierta tendencia al decrecimiento en comarcas de interior, pero con excepciones", puntualiza este docente.

"En Alcoià, Castalla tiene un claro crecimiento demografico, Onil ha ido perdiendo población y luego ha crecido, necesitamos más perspectiva y luego municipios industriales como Ibi no hay un crecimiento exponencial pero se mantiene en los últimos años", señala.

¿A qué se debe este vaivén? "Esto se relaciona con que aquellos municipios donde hay mayor presencia del sector servicios y derivados, como la construcción, los cuales crecen en época de bonanza económica y decrecen con las crisis, algo que no sucede con municipios industriales".

Así llegamos al caso conocido de Elda, que sigue perdiendo población. "Es el ejemplo del problema del mercado de trabajo ante una sobrecualificación de los jóvenes", comenta. "Hay que intentar hacer atractivo un municipio para que se viva allí y luego hay localidades que atraen con comunicaciones como es San Vicente del Raspeig y otros que están en claro retroceso porque no se consideran tan atractivos", aclara. 

Elda pierde población, pero muy cerca, en Monóvar, su censo ha experimentado un crecimiento población, avisa Raúl Ruiz. "Esto nos lleva a pensar que hay que analizar caso por caso".