Alicante es la segunda provincia con más personas detenidas de un entramado que distribuía documentos falsos para favorecer la inmigración irregular. La operación de la Policía Nacional con las autoridades de Turquía ha culminado con el arresto de noventa personas en la mitad de España.

La organización ilegal captaba los clientes a través de redes sociales en España. Una vez que recibían la mitad del pago del documento, lo fabricaban en Estambul y el resto del pago era abonado antes de su envío, en un plazo de siete días. Organizados como en un catálogo, tenían el listado de precios para cada uno de los que vendían.

La estrella de su oferta, el pasaporte: lo colocaban por mil euros. A partir de ahí, los descuentos: los permisos de residencia salían a setecientos cincuenta, los visados en la zona Schengen por quinientos y los permisos de circulación a trescientos cincuenta euros. La investigación policial calcula que habían conseguido introducir en España más de setecientos paquetes incluyendo esta documentación falsa. Por eso estiman que los beneficios para la organización fueron superiores al millón de euros.

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La gran parte de los detenidos se ha concentrado en dos provincias, Almería con 18 arrestados y Alicante con 10. El entramado de 90 personas se distribuía por media España. Así los territorios donde han tenían más operativos eran Murcia y Madrid con 9 cada una, 7 en Huelva, 6 en Guipúzcoa y 5 en Valencia. El resto, en menor medida, eran 3 en Cádiz, 2 en Castellón, Badajoz, Gerona, Lérida y Gran Canaria. Por último, 1 en Cáceres, Córdoba, Cuenca, Granada, Guadalajara, Málaga, Islas Baleares, Palencia, Pontevedra, Soria, Sevilla, Tarragona y Vizcaya.

Los cargos que se les atribuyen son pertenencia a organización criminal, falsedad documental, delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, usurpación del estado civil y contra la seguridad del tráfico. En este operativo han intervenido 71 documentos falsos, 4.300 euros en efectivo, varios dispositivos electrónicos y diversa documentación.

Si los precios los disponían como en un catálogo es que su promoción seguía esa línea. A través de los vídeos que subían a las redes sociales se publicitaban exhibiendo documentos falsos para transitar por el territorio Schengen.

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¿Cómo operaban? Una vez que el cliente contactaba con la red por redes sociales, le solicitaban su número de teléfono para que se pusiera en contacto con los fabricantes de los documentos falsos, los cuales estaban instalados en Estambul. Le pedían por mensajería instantánea los datos personales al cliente para realizar el documento y que realizara la mitad del pago a través de una empresa internacional de envío de dinero.

Cuando terminaban la fabricación, le enviaban una foto del mismo a través de un mensaje al teléfono móvil para que abonase el resto del pago. Una vez ingresado, se lo enviaban por mensajería a los miembros de la organización ubicados en España. Para ello hasta tenían un plazo de entrega estándar, en siete días el cliente podía contar con que tendrían.