Los agentes de la Policía Nacional han detenido en Altea a un narcotraficante que se había conseguido escapar de la justicia belga. El arrestado se había trasladado a esta localidad costera para pasar desapercibido. Condenado por los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y blanqueo de capitales, las autoridades de su país lo buscaban para que cumpla la sentencia a ocho años de prisión.

La operación desarrollada por los agentes del Grupo de Crimen Organizado de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Alicante se puso en marcha al recibir la orden de arresto internacional. Esta la había lanzado el tribunal de Gante después de pronunciar la sentencia firme en 2021 sobre este hombre de 46 años de edad.

La orden europea de detención para extradición fue un paso necesario ya que las fuerzas policiales belgas no le localizaron en su propio país. En este caso, según explica la Policía Nacional, se les trasladó que una de las posibilidades era que este narcotraficante se podía encontrar en la comarca de la Marina Baixa. A través de sus investigaciones, este grupo localizó pronto en Altea a un hombre que podía concordar con este perfil.

El siguiente paso era localizar el domicilio que había establecido en Altea, a partir de lo cual desplegaron un dispositivo para arrestarlo. Así, lo detuvieron mientras paseaba por una calle cercana a su lugar de residencia.

La organización criminal

Las autoridades belgas le han condenado porque consideran probado que es el cabecilla de una organización criminal que dirigió entre 2012 y 2017. Durante esos cinco años, entre los hechos imputados se le hace responsable de traficar con más de 1.500 kilos de cocaína en un buque marítimo transformado a tal efecto.

El detenido fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción número seis de la Audiencia Nacional que será el encargado de llevar a cabo los trámites para, en su caso, llevar a término la orden europea de detención y entrega.

Otros casos

La labor de investigación y cooperación internacional que desarrolla la Policía Nacional en Alicante ha cumplido con otras misiones similares en los últimos meses. El más reciente de ellos es la detención de un empresario ruso que se había fugado de su país bajo la acusación de un delito contra la hacienda pública al haber defraudado más de un millón de euros entre 2007 y 2008.

La Policía destaca esta labor de coordinación internacional para detener a los criminales condenados que intentan evadir la acción de la justicia escondiéndose en otros países. "Deben ser agentes altamente cualificados en tales funciones", recalcan, puesto que estos fugitivos suelen tomar fuertes medidas de autoprotección en su rutina diaria a pesar de llevar una aparente vida "normal" en nuestra sociedad.