Uno de los acusados de la Manada de Callosa a la llegada el pasado lunes a la Audiencia de Alicante.

Uno de los acusados de la Manada de Callosa a la llegada el pasado lunes a la Audiencia de Alicante. Morell EFE

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¿Estaban influidos por las drogas al cometer la violación los acusados de la Manada de Callosa?

La segunda jornada del juicio contra los cuatro acusados de abusar de una joven se centra en aclarar si eran conscientes al cometer los hechos.

7 julio, 2021 17:08
Redacción | Agencias Miquel Hernandis

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El juicio a la Manada de Callosa se centra en determinar si los cuatro acusados por la violación grupal a una joven de 19 años "estaban influidos por el alcohol o las drogas". Este será un apartado clave en el veredicto que deba emitirse porque, de ser así, se consideraría un atenuante.

A la sección segunda de la Audiencia de Alicante se ha dirigido este miércoles la víctima. Como recoge Efe, junto a ella también han declarado los policías locales que practicaron la detención y los guardias civiles que tomaron declaración a los detenidos. 

Precisamente, en 2019 las declaraciones de la víctima al respecto describían lo que recordaba de lo sucedido en la Nochevieja de 2018. "Me duché y me acordé de algo como que me cogieron por detrás. Estaba en un bordillo pero con la tierra cerca de mi cara y ahí fue cuando recordé que a lo mejor fue por eso que tenía un moratón".

En esta segunda sesión, el abogado de la joven ha explicado que las preguntas han estado enfocadas a aclarar si los cuatro acusados estaban en la plenitud o no de facultades. Según ha indicado Francisco González, al concluir la vista, se ha intentado resolver en qué estado se encontraban durante los hechos y tras su detención.

El juicio y la declaración

Lo que sí se sabe claramente es que en la sesión de apertura del pasado lunes los cuatro acusados reconocieron los hechos que se les imputan y pidieron perdón a la víctima. Si ahora se llegara a la conclusión de que conservaban "sus facultades intactas" en el momento de la agresión, "esta circunstancia constituiría un atenuante".

Las declaraciones hechas hace dos años, cuando se produjo la detención, apuntan a que sí hubo un alto consumo de estos estupefacientes. En aquel momento, la joven señaló que uno de los acusados "tenía mucha [cocaína]. Cada veinte minutos se metía una raya. Todos consumían menos [otro de los acusados]".

Como señala González, la ingesta de alcohol y drogas "reduce la capacidad de autocontrol" de quienes las consumen. Si se llegara a la conclusión de que no eran del todo conscientes de lo que estaban haciendo, habría que tomarla en consideración. Y eso afectaría a la calificación de los delitos y de la petición de penas, ha reconocido el letrado.

La noche de los hechos

¿Qué sucedió en esa Nochevieja? Los cuatro detenidos, de edades comprendidas entre los 19 y los 24 años, encontraron a su víctima en una fiesta de fin de año que se celebraba en Benidorm, tal como han reconocido ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia de Alicante.

Pasada la medianoche, trasladaron a la joven al domicilio de uno de ellos, ubicado en el vecino municipio de Callosa d'En Sarrià. ¿Se usaron drogas para anular la voluntad de la víctima? El abogado ha afirmado que ella "ignora si se las dieron".

El problema de la escopolamina, la que es conocida como burundanga por esa capacidad para alterar el juicio de las personas, es que no deja "evidencias biológicas". Esta sustancia se metaboliza poco tiempo después de su consumo, con lo que no deja rastro, según González.

El vídeo

En las declaraciones de la primera sesión, los cuatro acusados reconocieron los hechos. Es decir, la llevaron a un sótano donde la desnudaron de cintura para abajo y la violaron. Además, llegaron a grabar la agresión con sus móviles. El abogado, en 2019, describía lo visto en el vídeo como "agresiones sexuales plenas".

El proceso continuará este jueves con las conclusiones finales. En ellas las partes tratarán de sacar adelante el acuerdo prejudicial por el que piden penas de entre 15 y 18 años de prisión para los acusados, un pacto que ha sido rechazado por la Fiscalía.

El fiscal solicita penas de entre 48 y 52 años para los agresores. En opinión de González, supone un "ridículo procesal" ya que, ha argumentado, "concurren circunstancias atenuantes" que permiten rebajar esta solicitud.