El entorno del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, asegura que no hay que fiarse de las encuestas porque el molt honorable todavía no ha entrado en campaña. Con 64 años, Puig lleva en política 40 años desde que entró como diputado provincial de "Cultura" de Castellón en 1983. "Se supone que algo debe de saber de esto... y entrará en campaña cuando le convenga", afirman.

Pero por mucho que los suyos se empeñen en vendernos a Puig como el gurú electoral que sabe qué tiene qué hacer y, sobre todo, cuándo, algunas veces demuestra muy poca experiencia. Por ejemplo, el pasado martes cuando despreció la oportunidad de acudir al acontecimiento cultural del año (de toda España) en Alicante, la inauguración de la exposición de los Guerreros de Xi'an. Un acto al que incluso debería haber venido el ministro Iceta. ¿Le dijo Puig que no le convenía electoralmente aparecer por Alicante?

Un cálculo partidista miope consiste en señalar que siendo el rival a batir no le convenía dar visibilidad al presidente de la Diputación y principal rival en los comicios de mayo, el popular Carlos Mazón. Otro de los cálculos es no exponerse a que le afeen acudir a un acto en el que nada ha tenido que ver después de que los suyos criticasen que Mazón fuese a la salida de la Vuelta al Mundo a Vela. Algo que le correspondía como concejal del Ayuntamiento de Alicante.

Desde mi punto de vista la actitud del presidente de la Generalitat supuso un desprecio a la provincia y a la ciudad de Alicante, sin la cual difícilmente va a repetir como presidente autonómico. Uno más. Como en el caso del trasvase, de las agencias nacionales de inteligencia artificial y aeroespacial, del ninguneo en los Presupuestos Generales del Estado, o la ausencia de inversiones autonómicas en la provincia...

Lo de la visibilidad es otra falacia. Quien no sepa a estas alturas quién es el canidato del PP a la Generalitat Valenciana no lo va a saber de aquí al 28 de mayo. Y es ese elector el que no va a votar entre Puig y Mazón, sino en Sánchez y Feijóo, como sucede en la Comunidad Valenciana en todos los comicios.

Puig podrá vender en Valencia su gigafactoría pero desde luego no puede vender nada en la provincia de Alicante porque en 8 años de sus gobiernos autonómicos la provincia no ha logrado casi nada. Tanto es así que si ahora se hiciese una encuesta seria sobre el sentimiento de pertenencia de los alicantinos a la comunidad autónoma serían muchos los que se llevasen una sorpresa. 

Puig podrá seguir vendiendo inversiones futuras como todos los hospitales que dice que va a hacer desde 2019 y de los cuales sólo hay algún que otro parking reformado, pero llegará el día en que se tendrá que enfrentar a la cara a los alicantinos y reconocer su escaso nivel de ejecución.