Durante los últimos 20 años he seguido lo sucedido en la Cámara de Comercio de Alicante y en el resto de instituciones de representación empresarial en la provincia. Más bien, he observado cómo se han ido apagando sus voces. Por eso, la contundente victoria de Carlos Baño (presidente de Facpyme y CEO de Tescoma) el pasado jueves permite albergar algo de ilusión en los tiempos venideros.

¿Se acuerdan de los tiempos en que todos esperábamos a que Antonio Fernández Valenzuela o José Enrique Garrigós sacasen los colores al presidente de turno de la Generalitat en la Noche de la Economía Alicantina? ¿Se acuerdan cuando la provincia tenía su propio ecosistema financiero con una caja de ahorros potente como la CAM? ¿Se acuerdan de cómo Coepa impulsaba iniciativas de ADN estrictamente alicantino?

Sí, nada de eso volverá. Y sí, en ocasiones había demasiados intereses personales que se imponían y aprovechaban del interés general. Había mucho proyecto sobredimensionado, mucho gasto superfluo, mucho pulso estéril. Pero en el resto de la Comunidad Valenciana existía la certeza de que Alicante contaba. Y eso es algo que echo mucho de menos.

Alguien decidió, no sé si con acierto o sin él, que se acabase con las cuotas obligatorias para financiar a las cámaras de comercio. Y las instituciones camerales terminaron directamente controladas por el poder político. ¿Quién se iba a atrever a alzar la voz contra quien le paga? La CAM desapareció. Los excesos de la patronal provincial Coepa la llevaron a la ruina. Y una patronal provincial valenciana se convirtió en autonómica.

Que nadie se engañe. Ayer publicaba en este diario un análisis sobre las consecuencias políticas de los comicios en la Cámara. No obstante, la victoria de Baño en unas elecciones inéditas no obedece a otra cosa que a su trabajo y el de los suyos, reconocidas empresas de la provincia hartas de atonía institucional en la que estamos sumidos. Es una nueva generación que quiere sacar a la Cámara del aletargamiento en el que se encuentra. Por eso la palabra "utilidad" ha sido la más nombrada en la campaña.

Enfrente, ha perdido el "aparato" que lleva controlando la cámara desde hace décadas. Los "profesionales" de siempre y quienes se han profesionalizado poniéndose un sueldo.

Y también han perdido los herederos de "grandes empresarios" que han querido manejar las instituciones a su antojo pensando que los tiempos no han cambiado. Sí han cambiado, por mucho que sigan con las mismas estrategias marcadas por algún medio de comunicación provincial que sigue creyendo que tiene más poder del que realmente tiene. ¿Se abre una nueva época para la provincia?