Ni un solo anuncio, ni un solo proyecto, más allá de una genérica apelación (sin cifras) a la construcción de vivienda pública filtrada a un medio de comunicación local antes de la celebración del encuentro del presidente de la Generalitat y candidato del PSPV-PSOE, Ximo Puig, con los empresarios de Alicante en el tercer foro del Business Club de la Cámara de Comercio.

Puig ha acudido a Alicante esta mañana a reivindicar su gestión el frente de la Generalitat Valenciana con escaso ímpetu. Y los empresarios alicantinos no se lo hayan puesto fácil, exigiendo en boca de Jesús Navarro (Carmencita), acuerdos entre los principales partidos políticos (PPCV y PSPV). Una exigencia a la que Puig ha respondido con un discurso sobre la "institucionalidad" y otro sobre la "paz social".

Tampoco se le ha visto cómodo cuando alguno de los participantes le ha recriminado la presión fiscal y en especial, el impuesto de sucesiones que obliga a algunos empresarios a renunciar a su "legítima herencia". o endeudarse con un crédito para poder pagarlo.

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Puig acusó (sin citarlo) al PP de "no ser razonable" su propuesta de dejar de ingresar 4.000 millones de euros. Y se reivindicó como quien ha logrado equilibrar unos impuestos que en etapas anteriores situaba a la Comunidad Valenciana, en el IRPF, en las bandas más altas de las rentas más bajas y viceversa. "Vamos a mejorar la progresividad fiscal", señaló, asegurando que su reforma fiscal fue aprobada por unanimidad en las Cortes Valencianas.

Quien puso una nota de distensión en el encuentro fue el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Baño, quien reconoció su amistad personal con su oponente, Carlos mazón (candidato del PP a la Generalitat), bromeando sobre la construcción de la nueva sede de la entidad cameral y la necesidad de un despacho para el popular si Puig ganaba las elecciones. Pero una vez más, se mostró imparcial en cuestiones políticas.  

Ximo Puig y Carlos Baño durant el acto del Cámara Business Club. Iván Villarejo

"Para las empresas la fractura social es un mal negocio", les ha recordado el presidente y candidato socialista, con una mención explícita a las "algaradas de Francia" con motivo del aumento de la edad de jubilación. Eso sí, previamente el político castellonense inició su discurso afirmando que ha "intentado buscar los puntos en común, la gran ausencia en la política española".

"Estamos mejor que hace un año, con la crisis energética; que ha tres con la crisis sanitaria, y que hace 8 años en todos los indicadores sociales y económicos". Con este hilo argumental comenzaba un discurso más centrado en el pasado que en el futuro, sin ninguna propuesta estrella y sin reconocer los agravios de su partido (el PSOE) en el Gobierno central con la provincia de Alicante. 

En este sentido, Puig pasó de puntillas por la infrafinanciación de la provincia y en los recortes del trasvase Tajo-Segura, argumentando que ahora más posibilidades tecnológicas para la "autonomía hídrica", el mismo discurso que el Ministerio para la Transición Ecológica que ha reducido el trasvase para el regadío alicantino.