El 18 de enero de 1510 el rey Fernando el Católico escribía en Valladolid un documento que marcaría de nuevo la historia de Alicante. Dos décadas después de firmar el título que la convertía en ciudad, le daba un privilegio especial para la venta de vino. Ese pergamino es ahora la prueba de que cinco siglos atrás existía un sistema de protección de la denominación de origen, lo que la documenta como la más antigua del mundo.

En su despacho en el centro histórico de la ciudad, Eladio Martín demuestra el orgullo con que se presenta esta semana los resultados de esta investigación. El gerente de la denominación de origen protegida de Alicante considera que si esto "estimula la búsqueda de antecedentes, ayudará a la riqueza del vino".

Y donde más puede hacerlo es en el propio territorio que vio nacer esta protección. "El aportar todos estos componentes históricos nos da seguridad y confianza en que se pueda creer en el vino", cuenta. Por eso recalca que "es importante a nivel moral". Las primeras impresiones ya las tienen: "Lo hemos presentado al sector y han alucinado. Si eso ayuda a traer gente al sector a bucear y que haya más viñedos, pues mejor".

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La documentación conseguida por el equipo dirigido desde la DOP se ha conseguido durante este año, pero, como puntualiza, este es un resultado que profundiza en una labor de años atrás. En este caso por un equipo que encabeza el arqueólogo Jose Luis Menéndez del Marq y desde la Universidad de Alicante Ramón Santonja y Ramón Baldaquí. "Llevamos tiempo haciendo averiguaciones sobre elementos históricos en la ciudad, sobre todo, y el entorno, porque también son los municipios de la provincia", apunta Martín.

El privilegio firmado por Fernando el Católico en 1510 "da a la ciudad de Alicante el privilegio para que solo ella pueda comercializar los vinos de su propio término municipal con la marca Alicante y se comercialicen en el centro de Alicante. Y que esos se exporten al extranjero".

Estas características son las que consideran que representan lo que es una DOP. Como enumera Menéndez, "el sistema contenía todo lo que se puede esperar de ella: desde un territorio definido, materias primas específicas, unos vinos con un perfil determinado, una vinculación con su clima, suelo y, sobre todo, una marca: Alicante".

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La investigación que presentan este miércoles y culmina el viernes con la nueva imagen de la DOP tiene en cuenta más factores, como prosigue Martín. "Hemos visto que el modelo de Alicante es más sofisticado y es constante durante tres siglos", recalca. De hecho, estaría vigente "hasta que en 1831, y con la propia presión del Puerto de Alicante, se quite la inhibición del vino para que se pueda comercializar cualquiera".

¿Qué pasó durante esos tres siglos? La investigación determina que este privilegio da pie a una Junta d'Inhibició del Vi que "tendrá constante actividad en tres siglos", como atestiguan las actas de los procesos que se establecen. En ella se hacen registros del viñedo y del vino que se hace en cada anualidad. Y ahí reitera que "estos manifiestos registran el vino, territorio y la producción del campo: lo que hacemos en la denominación de origen". 

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