El aeropuerto de Alicante-Elche cerrará entre el 13 y el 16 de agosto un total de 1.027 operaciones, lo que supone recuperar el 75% del operativo de 2019, último año sin pandemia, en el que se registraron 1.352 vuelos. La cifra también mejora en un 26% el tráfico del año pasado, con 755 operaciones. 

Por días, el de mayor afluencia será el sábado, para el que se prevén 274 llegadas y salidas, seguido del domingo, con 262. Este viernes se esperan 253 vuelos y el próximo lunes, último día del puente, 238.

Se vuelve a confirmar así la recuperación paulatina del aeropuerto alicantino, quinto de España antes del estallido de la pandemia, que ha pasado por varias fases hasta alcanzar un porcentaje muy elevado de vuelos recuperados. 

El Altet se ha visto especialmente castigado por las restricciones británicas, su principal mercado, a pesar de que el interés por las compañías de operar rutas con Reino Unido se ha mantenido intacto. 

En general, y según los últimos datos de Aeopuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), el aeropuerto de Alicante-Elche había recuperado hasta el mes de julio el 45% de los pasajeros perdidos desde el año 2019: 748.456 personas atravesaron sus puertas en el séptimo mes del año, un 56,5% menos. 

Esta cifra va en consonancia con el resto de aeropuertos de la red Aena, que superaron en julio los 15,1 millones de pasajeros "como consecuencia del avance de la vacunación en España y otros países emisores".

El gestor aeroportuario realiza sus comparativas con el año prepandemia porque considera que en 2020 los datos tienen "poca representatividad" debido a "los efectos del confinamiento domiciliario y las restricciones de movilidad".

Perspectivas turísticas

Lo cierto es que la desescalada turística está siendo lenta y progresiva, pero parece acelerarse en agosto. Benidorm cerró el primer fin de semana del mes con la mejor ocupación desde 2019, y el secretario autonómico de Turismo, Frances Colomer, consideró este jueves que las previsiones para agosto podrían ser mejores de lo esperado. 

De hecho, y a pesar de que es un año de transición, de evolución y de recuperación gradual, Colomer ha asegurado que es una temporada dinámica, mejor que la de 2020, y "tenemos la perspectiva y la esperanza en la recuperación de un sector fundamental para la economía, la sociedad y el territorio".

El titular de Turisme ha afirmado que "más allá del verano hay vida" y que por lo tanto, "si no damos pasos atrás desde el punto de vista sanitario nos vamos a situar en un escenario positivo en el último cuatrimestre del año".