El HLA Alicante quiere agarrarse a la competición con uñas y dientes y para lograrlo necesita ganar este viernes (20:45 horas) al Zunder Valencia en el tercer asalto de una serie que de momento tiene claro color castellano.

Todo o nada para un equipo obligado a mejorar para no bajar la persiana de la temporada. “Sabemos que o ganamos o nos vamos para casa”, resume Rafa Monclova, entrenador del equipo alicantino, quien confía en que los brotes verdes que apreció en el segundo partido sean el inicio de una remontada.

“Sabíamos que el playoff iba a ser duro, pero no nos gustó nada la imagen del primer partido (88-57). En el segundo, tuvimos opciones y merecimos ganar (76-68). Ahora se trata de lograr con nuestra gente la primera victoria”, argumenta el sevillano, quien tiene la ilusión de que el de mañana “no sea el último partido”.

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“Nos merecemos acabar bien, pero para eso hay que demostrar carácter, personalidad y hambre”, reflexiona el técnico, quien ha echado de menos en la serie la aportación del lesionado Osvaldas Matulionis, a quien espere recuperar ya este viernes para que le dé al equipo algo más de amplitud en su juego de ataque. 

Destacó la aportación en la serie del joven Makar Voronin y confió en que su equipo haya aprendido la lección del primer duelo, en el que admitió que Palencia, mucho más intenso y duro, “nos sacó del campo”. “No fuimos nosotros y estuvimos desdibujados. Cuando llegué al vestuario estaban hundidos, porque tenían mucha ilusión en esta eliminatoria”, añadió

“Pero tras el segundo partido, el equipo ya no estaba hundido, sino jodido porque tuvimos el partido ahí. Me gustó su capacidad para rehacerse. Lo veo ilusionado. Hemos trabajado toda la temporada para este momento, para estar entre los ocho mejores. Me gustaría ver al equipo de las grandes noches. Seguro que la gente nos va a ayudar, pero lo primero que tenemos que hacer es mostrarle ambición y ganas”, explicó el sevillano.

Monclova se mostró convencido de que el HLA Alicante puede ganar al Palencia “con sus señas de identidad y dijo no temer nada especial del conjunto de Pedro Rivero “porque ya sabemos que con los jugadores que tiene cualquiera puede aparecer, como Devin Schmidt, que te puede meter seis triples en ocho minutos”.

“Tenemos que ser sólidos y transmitir a la gente pasión y energía. Estoy jodido, porque vamos 0-2 en la serie, pero tranquilo por cómo veo al equipo”, comentó el entrenador, quien desea que sus jugadores vuelquen en la pista la rabia e impotencia que han sentido en los dos primeros partidos de la serie.

“No hay que canalizar nada, estamos contra las cuerdas. Prefiero que mis jugadores pequen de exceso de energía. No es momento de aguantar los caballos, sino de soltarlos”, asegura el entrenador en una clara llamada a la heroica ante el formidable obstáculo que debe superar.