Awa Farm con el trofeo de MVP en el FIBA U20 Women's EuroBasket 2024, imagen de archivo. FIBA
Awa Farm, la gigante de Santa Pola que lleva a España a la plata en el Europeo de baloncesto
La pívot de la selección, de 19 años, es hija de inmigrantes senegaleses y lidera una nueva generación que aspira a lo máximo en la próxima década.
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El triste final para España en el Europeo, donde se escapó el oro en un último minuto infernal, no opaca el excelente torneo realizado por la selección y, sobre todo, la estruendosa irrupción en la primera escena internacional de Awa Farm Thiam, natural de Santa Pola y futura líder de una generación llamada a dominar el baloncesto femenino.
La pívot santapolera, que cumplió 19 años el pasado 17 de junio, tuvo una actuación portentosa ante Francia (21 puntos y 31 de valoración), guiando a España hacia una final impensable, ya que el equipo nacional se encontraba en plena etapa de transición.
La trayectoria de Awa Farm, nacida en el Hospital de Elche, esconde también una historia de superación y ejemplifica los nuevos tiempos de la sociedad española.
Al igual que Nico Williams o Lamine Yamal en fútbol, Awa Farm es hija de padres extranjeros, senegaleses, pero española por los cuatro costados.
Sus padres llegaron a Santa Pola hace más de tres décadas y son propietarios de una tienda de artículos africanos que, en ocasiones, también vendían en los mercadillos locales de verano.
Llegó al baloncesto casi por tradición familiar, ya que dos de sus hermanos mayores practicaban el deporte de la canasta desde niños.
La subcampeona de Europa, jugadora del Valencia Basket en la actualidad, inició su carrera en los equipos inferiores del Club Deportivo Polanens durante las etapas de formación, hasta que dio el salto al club valenciano en edad infantil.
En Valencia no tardó en explotar todo su potencial (195 centímetros) y alternó el equipo de su categoría con el cadete.
Dejar atrás Santa Pola no fue sencillo, pero pudo más el deseo de conseguir el sueño de ser jugadora profesional que la comodidad del hogar.
El Valencia Basket, ejemplar en la labor formativa, cuidó de ella y la protegió con un entorno saludable. Vivió en un piso tutelado con varias compañeras, con las que también compartió instituto.
No tardó en llegar la llamada de la federación española, que la reclutó para varias competiciones de sus selecciones inferiores.
También comenzó a ser determinante con la selección autonómica, a la que llevó a la victoria convirtiéndose, además, en la mejor jugadora del evento nacional cadete por comunidades.
Con la selección española Sub 17 también se colgó otra medalla de plata, aunque en esta ocasión Mundial. Sólo la superpotencia de Estados Unidos pudo frenar al equipo liderado por la española.
También fue la mejor jugadora del Europeo Sub 20 del pasado año, a pesar de que España no alcanzó la gloria.
El pasado verano fue jugadora invitada de la selección española durante su preparación para los Juegos. Ahí comenzó a tomarle el pulso a un equipo que está llamado a liderar, como ha quedado confirmado este verano.
La santapolera ha ido quemando etapas a la velocidad de la luz, lo que le permitió convertirse, con sólo 15 años, en la jugadora más joven de la historia en debutar en el primer equipo valenciano. También ha jugado en el equipo filial y esta pasada temporada jugó como en calidad de cedida en el Gernika.
Siempre se preocupó de cuidar su formación, consciente de las dificultades que entraña depender exclusivamente del deporte. Su gran referente fue Astor Ndour, con la que comparte raíces senegalesas. Como la ex pivote de la selección, mantiene la relación con sus orígenes africanos.
La santapolera no parece interesada, de momento, en dar el salto a la NCAA, la Liga Universitaria estadounidense, pero disimula en las entrevistas que la WNBA, la liga profesional americana, es su sueño. Un sueño que llegará antes o después si repite las exhibiciones del último Europeo de Grecia.
