De Yoda a Grogu, Quico Rovira Beleta ha visto la evolución de 'Star Wars' desde que empezó a traducir la saga con el 'Episodio I: La amenaza fantasma'..

De Yoda a Grogu, Quico Rovira Beleta ha visto la evolución de 'Star Wars' desde que empezó a traducir la saga con el 'Episodio I: La amenaza fantasma'..

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De yedi a yedái, Quico Rovira-Beleta ordena en Alicante el desorden en las traducciones de 'Star Wars'

El premiado traductor repasa el caos en la terminología que existía en la trilogía original y el impacto que tiene respetar la frase original del cómic.

4 octubre, 2021 02:40
Alicante

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Con 17 años, Quico Rovira-Beleta fue uno más de los espectadores en los cines que tuvo lo que entonces se llamaba La guerra de las galaxias. "Me pareció emocionante pero no pensábamos que habría un Episodio V ni VI, porque fue después que se convirtió en el Episodio IV. Y cuando se acabó la trilogía, pensábamos que estaba chula, pero ya", cuenta el que luego se convertiría en el responsable de sus traducciones en castellano.

La fascinación que aún se mantiene por lo que empezó como una película de mediano presupuesto es una de las razones que le ha traído por partida doble a Alicante. Aquí ha abierto la programación del Aula de Cine de la UA y ha hablado, como referente que es en España en el campo de la traducción, de su trabajo en una saga como esta y otras en Marvel o Star Trek.

Quico Rovira-Beleta y Carla Botella, durante el encuentro en la UA.

Quico Rovira-Beleta y Carla Botella, durante el encuentro en la UA. Natalia Contreras

Aquel adolescente se encontraría ya convertido en adulto con uno de esos encargos que te cambian la vida. De repente, le dijeron que George Lucas dirigiría los episodios iniciales y si él quería encargarse de traducirlo. Ahora ríe recordando lo que significó en 1999 el regreso de Star Wars al mundo del cine. "Y lo bueno que consiguió es que todos los que habíamos visto la anterior trilogía nos volviéramos locos por verla y que los que no lo habían visto nunca se engancharan. Y ahora esta gusta desde los cinco años hasta los ochenta".

Y Quico Rovira-Beleta fue el encargado de devolver el orden a una galaxia muy, muy lejana. Cuando le dieron el Episodio I. La amenaza fantasma le encargaron que siguiera la misma nomenclatura que en las anteriores. Y tuvo que explicar al estudio que en aquella trilogía se seguían distintas formas. Empezando por algo tan básico como la forma en que se pronunciaba jedi.

'Yedi' y 'Yedái'

"El Episodio IV, que es en el que me basé, dice yedái. Pero en el Episodio VI, donde está en el título, dicen yedi. Y el Episodio V, que para mí es el mejor pero el peor traducido, unos dicen yedi y otros yedái, el colmo". Y para resolverlo creó una matriz en la que detallaba toda la terminología que se había usado en las películas antiguas. En cada columna especificaba cómo se había traducido cada palabra según la cinta "y entre Lucasfilm, Fox y yo mismo, decidimos cuál era la definitiva para que se usara siempre la misma nomenclatura".

Aquella fue la reunión en la que se estableció que jedi se pronunciaría ya yedái porque "cuando se creó la primera se decía así y había que seguir". Y el otro punto en el que insistieron mucho, recuerda, es que eran droides, y no androides.

Antes que nadie

Él es uno de los pocos privilegiados que en todo el mundo puede ver antes que nadie las películas de las que millones de seguidores hablarán durante décadas. Esa enorme dimensión es la que ha hecho evolucionar también su forma de trabajar.  

En la actualidad es habitual que en una producción de dimensiones tan enormes como un destructor estelar imperial les toque trabajar con la pantalla en negro excepto las bocas de los personajes, "o como mucho la cabeza". Y el problema, añade, es que si no se habla la pantalla se mantiene en negro, con lo que se pierde contexto.

El "pase limpio", como denominan a ese estreno solo hecho para los traductores de todo el mundo, es la base sobre la que se han de inspirar para luego cuando se encuentren esas pantallas oscurecidas. "El hecho de tener la primicia tiene un hándicap porque la ves meses antes y durante ese tiempo no puedes decir una palabra. Así que eres un súper privilegiado, pero por otro lado debes tener una cremallera en la boca". Eso sí, "lógicamente, son hándicaps que estás dispuestos a pasarlos siempre".

En otras ocasiones, como en The Mandalorian, lo que se ocultaba era solo al que se conocería inicialmente como Baby Yoda, al que no vio hasta que se estrenó. Con este "western que vuelve a la primera esencia de Lucas" ya partía de la experiencia de tener dominado el lenguaje y la terminología, pero con un factor más. "Te tienes que zambullir y piensas como traductor y fan porque lo que hagas lo verán millones de personas y pobre de ti si no lo haces como esperan".

Un gran poder

Esa es una demostración de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Esta frase, ya convertida en una expresión habitual, simboliza también el reto que deben asumir al trasladar frases conocidas del cómic a la pantalla. "Porque si no, los seguidores del cómic se pueden enfadar también", añade. Y, en su caso, él respeta las traducciones que se hicieron en su momento, cuando él mismo era un lector más al que se le quedaban grabadas.

"Recuerdo cuando hice Los cuatro fantásticos la frase 'Es la hora de las tortas'. Esta se me había quedado de siempre porque La Cosa era uno de los personajes que más me gustaba. Y recuerdo muchas de ellas porque por suerte mi memoria es buena" cuenta risueño. Gracias a estos detalles cree que se ha ayudado a asentar el fenómeno actual que supone el universo Marvel. "Es una forma de que los lectores de los cómics que, hasta entonces no se habían creído las adaptaciones, pasaran a tener ganas de verlas porque se sienten muy metidos en el universo".