La entrada a la isla de Tabarca.

La entrada a la isla de Tabarca. Carmen Martí.

Alicante

Vecinos de Tabarca exigen su insularidad y elegir su área sanitaria: "No es normal que un turista pague 5 euros y yo 8"

La presidenta de la asociación vecinal, Carmen Martí, denuncia que solo hay un enfermero todo el año, que llevan dos veranos sin médico y que muchos residentes evitan empadronarse para no perder su médico en tierra firme.

Más información: El peligro de la isla de Tabarca, 150.000 visitantes y sin médico durante todo el verano

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En Tabarca, la única isla habitada de la Comunitat Valenciana, en 2025 ser vecino puede salir más caro que ser turista y, además, implicar renuncias en sanidad y educación.

Los residentes denuncian que solo cuentan con un enfermero las 24 horas del año, que llevan dos veranos sin médico porque "no encuentran médicos" para cubrir la plaza y que el laberinto burocrático del padrón les obliga a renunciar a su centro de salud y a los colegios de referencia si se empadronan en la isla.

Ante esta situación, la asociación vecinal reclama que se reconozca la insularidad de Tabarca y que sus habitantes puedan elegir el área sanitaria y educativa, al tiempo que critican pagar, en ocasiones, más por el barco que algunos turistas.

Dos veranos sin médico

Tabarca solo dispone de un enfermero que atiende a los vecinos las 24 horas del día durante todo el año, pero desde hace dos veranos no cuenta con médico porque la administración "no encuentra médicos" para cubrir la plaza estival, según explica a EL ESPAÑOL Carmen Martí, presidenta de la asociación de vecinos.

Martí propone que la plaza de médico se adscriba al centro de salud de Santa Pola, de modo que el facultativo pueda pasar consulta en la isla al menos una vez a la semana en temporada baja y reforzar la asistencia de mayo a octubre, cuando se disparan las visitas de escolares y turistas.

La falta de médico tiene consecuencias directas en la vida de la población residente, especialmente de las personas mayores.

"Sin la asistencia sanitaria la gente se va", resume Martí, que relata cómo muchos hijos prefieren que sus padres no vivan en la isla por la inseguridad que genera esta situación, pese a la presencia continua del enfermero.

La propia presidenta recuerda que la enfermería tiene "sus limitaciones" y que ciertas dolencias o emergencias necesitan un médico, algo que Tabarca no puede garantizar de forma estable en los últimos años.

Derecho a elegir médico

El conflicto sanitario se entrelaza con un problema administrativo de fondo: empadronarse en Tabarca implica pasar a depender del área sanitaria 20, que incluye Elche, Santa Pola y Crevillent, mientras que, a efectos administrativos y educativos, la isla se vincula a Alicante.

Esto provoca que muchas familias eviten empadronarse en la isla para no perder su médico habitual ni cambiar de colegio, lo que deja el censo oficial en solo 59 personas, una cifra que, según Martí, no refleja la realidad de una comunidad que, a partir de marzo, alcanza los 500 residentes y multiplica su población en verano.

La asociación reclama que se reconozca la insularidad de Tabarca mediante un simple anexo normativo que permita a las personas empadronadas en la isla elegir tanto su área sanitaria como la educativa, de forma que puedan seguir acudiendo al médico y al colegio que les resulten más accesibles en tierra firme, sin renunciar por ello a figurar como residentes en la isla. "Es tan fácil como hacer un anexo", insiste Martí.

El transporte

A este mapa de agravios se suma el transporte marítimo, la única vía de conexión con la península. Martí denuncia que, en ocasiones, los vecinos llegan a pagar más por el barco que algunos turistas que acuden a pasar el día, pese a tener su residencia habitual en Tabarca.

"Pagamos a veces más caro el transporte que los mismos turistas", critica, recordando un reciente conflicto en el puerto y a la espera de que la conselleria de Transportes concrete la solución prometida.

En 2024, la asociación de vecinos ya reclamó al Ayuntamiento de Alicante la aplicación del 75% de descuento
en el transporte público a los vecinos.

"Pese a que depende de la Consellería, entendemos que también es responsabilidad del Excmo. Ayuntamiento de Alicante, puesto que somos ciudadanos Alicantinos, de pleno derecho y por tanto con derecho a movilidad como cualquier otro vecino de la ciudad", recoge el escrito redactado en agosto de 2024.

La presidenta explica que, aunque existen tarifas asimiladas a las de trabajadores, la realidad es que quienes tienen casa en la isla se encuentran con un sistema poco pensado para los residentes.

El ejemplo es tan gráfico como duro: "Tú pagas 8 euros y un turista paga 5 si viene a la isla", resume. La asociación lleva años reclamando que se regule un transporte público con precios diferenciados y claramente ventajosos para los vecinos, que no quieren que la imagen de Tabarca quede asociada a conflictos en los muelles ni a la sensación de que el turismo se prioriza por encima de la población local.

Eco político

Las reivindicaciones de la isla han empezado a encontrar eco político. Según relata Martí, fue en un debate organizado por la universidad donde se expusieron de nuevo los problemas sanitarios, administrativos y de transporte de Tabarca.

A ese encuentro solo acudió, por parte del Ayuntamiento, el grupo de Compromís, que tomó nota de las quejas y posteriormente contactó con la asociación para plantear la posibilidad de trasladar estas demandas a Les Corts a través de una proposición no de ley (PNL).

"En esta iniciativa, al menos queremos facilitarle a estas personas que puedan elegir libremente el centro de salud dentro de los departamentos de Alicante, el que les venga más bien según su residencia habitual", declara Carles Esteve, diputado de Compromís en Las Cortes Valencianas.

Dicho escrito, que recoge el reconocimiento de la insularidad de Tabarca, la mejora de la asistencia sanitaria y la regulación del transporte, se interpreta en la isla como una oportunidad para que la administración autonómica deje de mirar a estos 59 empadronados como una anécdota estadística y empiece a tratar a Tabarca como lo que es: una comunidad insular con necesidades específicas.