El embalse del Segura.
La reserva hídrica de los embalses del Segura baja al 19.6 % y la del Júcar en el 50 %
A nivel nacional, el promedio de los embalses también cae 1,1 puntos y queda situado en el 57,1%.
Más información: En 2026 concluirá el trasvase Júcar-Vinalopó: 23 años después del inicio de las obras y con la balsa rota e inoperativa
La capacidad de agua embalsada en la cuenca del Júcar se encuentra esta semana en el 50% de su volumen máximo, lo que supone un descenso de 0,6 puntos respecto a la semana anterior.
Según informa Efe, en el caso del Segura, la reserva hídrica baja hasta el 19,6%, con una reducción de 1,3 puntos. A nivel nacional, el promedio de los embalses también cae 1,1 puntos y queda situado en el 57,1%.
Los pantanos del Júcar almacenan actualmente 1.422 hectómetros cúbicos de agua, 18 menos que en la última semana, aunque cuentan con 239 más que en las mismas fechas del año pasado y 236 más que la media registrada en la pasada década.
Por su parte, los embalses de la cuenca del Segura guardan 223 hectómetros cúbicos, lo que representa una disminución de 15 m³ respecto a la semana anterior. Aun así, tienen 29 hm³ más que hace un año, aunque permanecen 105 hm³ por debajo de la media de los últimos diez años.
Trasvase Júcar-Vinalopó
30.000 hectáreas de cultivos de la provincia de Alicante dependen del trasvase Júcar-Vinalopó, una obra que se inició en el año 2002 y que hasta el año que viene no estará completamente finalizada en la parte del postrasvase, la que depende de la Generalitat Valenciana.
Una obra que ha tenido múltiples obstáculos que salvar, desde el cambio de toma en 2005 decretado por la entonces ministra socialista Cristina Narbona, que lo hacía inoperante para la agricultura, hasta la rotura de la balsa principal.
Desde la Generalitat confirman que a finales de este año estará terminado el tramo I del postrasvase y que el año que viene se terminará el tramo II, conocidos como el "desdoblamiento". Pero a los agricultores de la provincia no les vale.
Si el Gobierno central de Pedro Sánchez no arregla la balsa principal del agua que llega desde el Azud de la Marquesa (Cullera) a Villena, toda la inversión carece de sentido.
José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante, recuerda que se trataba de "un proyecto sobre todo ambiental", para recuperar los acuíferos del Alto Vinalopó en Villena, que surtían de agua a buena parte de la provincia.
"Ese fue su concepto y el diseño pasaba porque parte de esa aportación fuese de agua para beber, desde Elche, Alicante y toda la costa de la Marina Baja.
Pero con el cambio de toma de Cortes de Pallás a Cullera, que estaba ya terminada, se inhabilitó ese agua para beber por los arrastres que cualquier desembocadura de cualquier río del mundo, con una alta tasa de contaminación difusa", explica Andreu.