La Plaza Calvo Sotelo de Alicante.

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Alicante

Nadia, madre de familia marroquí en Alicante: "No es justo que nos metan en el mismo saco, no somos malos"

Las personas inmigrantes residentes en la ciudad expresan su rechazo a los discursos de odio contra ellos a raíz de los acontecimientos en la localidad de Torre Pacheco.

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"¿Qué culpa tenemos la gente que vivimos aquí de lo que algunos de nuestra nacionalidad puedan hacer?". Esta es la pregunta que se plantea Nadia, madre de familia de origen marroquí y residente en Alicante.

Los acontecimientos ocurridos en la localidad murciana de Torre Pacheco estos últimos días están generando un constante debate en la opinión pública.

Ahí, grupos convocados por organizaciones y partidos políticos vinculados a la extrema derecha como VOX han organizado "cacerías" contra personas inmigrantes, principalmente de origen marroquíes, tras la agresión a Domingo, presuntamente a manos de un joven marroquí.

Ante este panorama de discursos de odio, agresiones físicas como la que sufrió un joven español de origen marroquí o saqueos en comercios locales como el kebab de un vecino, resuenan alto las polémicas declaraciones para incitar a la "deportación de ocho millones de inmigrantes" en España por parte de VOX.

La formación política, así como otras agrupaciones ultra, alimentan un discurso enfocado a la idea de que España sería "mejor sin inmigrantes". Sin embargo, además de xenófoba y reduccionista, esta idea no refleja la realidad, según los datos y los testimonios de las propias personas inmigrantes.

Nadia pasea junto a su hija en la Plaza Calvo Sotelo de Alicante. En una conversación con El Español, asegura que le da "mucha pena" lo que está pasando en la localidad murciana.

"Nos meten a todos en el mismo saco y no es así. En todas las nacionalidades hay personas buenas y personas malas, pero no hay que generalizar", añade. Nadia llegó junto a su marido y sus hijos hace 7 años a Alicante desde Marruecos. Desde entonces, su marido trabaja en la obra y ella se encarga de cuidar de sus hijos y de la casa.

Antes de seguir su camino con su hija, rechaza la petición de El Español de hacerle una foto: "Prefiero que no, por si acaso, no quiero problemas", asegura.

Más adelante, en la avenida Maisonnave, se encuentra Housman con su amigo bajando de un autobús en dirección a Colonia Requena. El joven, al ser preguntado por los hechos ocurridos en Torre Pacheco, asegura no estar muy informado, pero rechaza la creencia de algunas personas de que los inmigrantes "vienen a delinquir".

"Yo soy de Malí y estoy buscando trabajo aquí en Alicante o San Juan tras haber regulado mi situación, llevo 10 meses aquí", asegura el joven, en un castellano que se entiende perfectamente.

En el caso de Alicante, la provincia no se podría entender sin la presencia de inmigrantes y así lo reflejan los datos. En la actualidad, Alicante es la cuarta provincia con mayor número de residentes extranjeros de toda España.

Inmigración en Alicante

Cerca de 485.000 personas nacidas fuera de nuestras fronteras viven aquí, lo que supone entre el 22 y el 24 % de la población total. Una cifra que se ha consolidado a lo largo de los años, con un crecimiento constante desde los 90, según la Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia publicados del Instituto Nacional de Estadística (INE).

A fecha de 1 de enero de 2025, las provincias de Alicante, Valencia y Castellón sumaron 5.414.296 habitantes, de ellos 1.293.449 extranjeros.

Y es que la inmigración no solo ha sido motor de crecimiento, sino también de sostenibilidad social y económica. Según los últimos datos de la Seguridad Social, más de 135.000 afiliados en Alicante son extranjeros, un 17,7 % del total, frente al 14 % a nivel nacional.

En mayo 2025 los inmigrantes supusieron el 58 % de los nuevos afiliados en la provincia (10.877 de 18.671 nuevos empleos). En Alicante, sectores clave como la hostelería, el turismo, la agricultura, la construcción y el cuidado de mayores dependen directamente de la población migrante.

En zonas como la Vega Baja, la Marina Alta o Elche, la presencia de trabajadores inmigrantes no solo sostiene la producción, sino que evita el cierre de pequeños negocios, hoteles, talleres o cooperativas agrícolas.

Más allá de la economía, los inmigrantes enriquecen la vida social, cultural y educativa de Alicante. En las universidades, el número de estudiantes internacionales ha crecido un 25 % en cinco años. Y aunque el 50 % de los migrantes declaran haber sufrido discriminación, su integración es clave para combatir el envejecimiento poblacional y revitalizar barrios que antes se despoblaban.