El influencer Carlos Ríos y el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy

El influencer Carlos Ríos y el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy

Reportajes

Carlos Ríos vs Bustinduy por la publicidad desleal: "Los 'influencers' nos sentimos perseguidos"

El conocido como realfooder ha recibido una carta de Consumo advirtiéndole de que podría incumplir las normas de publicidad engañosa.

15 abril, 2024 01:52

El influencer Carlos Ríos acostumbra a pasear por los pasillos de los supermercados recomendando los alimentos que él considera saludables. Lo hace sin filtros, mostrando las marcas, bendiciendo los que le parecen aptos y criticando los que no. Esto le ha costado una advertencia del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, dirigido por Pablo Bustinduy, que le ha enviado una carta informándole de que podría estar incurriendo en publicidad engañosa. Él se defiende sugiriendo una persecución contra su gremio.

“Personalmente, a veces me siento un poco estigmatizado, perseguido, cuando no debería ser así”, sostiene en conversación con EL ESPAÑOL. El influencer niega que haya incumplido normativa alguna e insiste en que su batalla debería ser conjunta. “Parece que nosotros somos siempre los malos, cuando existe una evidencia científica de que las redes sociales ayudan a mucha gente a tener un conocimiento sobre su salud. Creo que esto debería ser un trabajo de los gobiernos y nosotros estamos supliendo una necesidad para la salud pública”. 

Este debate, probablemente, no existiría de no ser por el número de personas que escuchan sus consejos. En Instagram, donde este onubense de 32 años se dio a conocer, cuenta con 1,6 millones de seguidores. Estudió Nutrición Humana y Dietética en la universidad Pablo de Olavide de Sevilla, pero fue el impacto de sus vídeos lo que le hizo pasar de las redes al mundo empresarial con la marca de productos de comida saludable ‘Realfooding’. Y de ahí que el pasado octubre abriera su primer restaurante, llamado 'Realfooding to Eat', con un local en Madrid. 

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El influencer de la comida sana es conocido por su guerra contra los ultraprocesados, aunque ya ha sido censurado en anteriores ocasiones por promocionar otros alimentos que no son tan naturales como él los vende. “Yo entiendo que hay intereses comerciales de empresas con bastante poder, de ahí que haya tenido momentos de bastante estrés y acoso mediático”, asevera. 

En un vídeo colgado en sus redes esta semana aseguró que teme incluso “salir a la calle” por si le puede “pasar algo”. Al teléfono con este periódico matiza que nunca ha recibido “ninguna amenaza concreta”, más allá de “algún burofax”, aunque insta a otros creadores de contenido como él a “agruparse como colectivo” para defenderse de esos supuestos ataques. 

La carta del Ministerio

La notificación del Ministerio, que no le ha llegado sólo a Carlos Ríos sino también a otros divulgadores en redes sociales, no está relacionada con las críticas a los alimentos ultraprocesados. La alerta del departamento de Pablo Bustinduy, miembro de Sumar, tiene que ver con la promoción de distintos productos sin aclarar en sus vídeos que detrás existen fines comerciales. 

Según aclararon a EL ESPAÑOL fuentes del Ministerio, la ley de competencia desleal establece que se entenderán como práctica comerciales encubiertas las informaciones en medios de comunicación o redes sociales que incluyan la promoción de un bien o un servicio, pagando el empresario o profesional por dicha promoción, sin que quede claramente especificado

Las cartas, añaden desde el Ministerio, forman parte de una investigación europea y por el momento sólo tienen un valor informativo. Si se mantienen estas prácticas de forma reiterada, sí que podría haber sanciones, según Consumo. 

Contenido remunerado

Carlos Ríos con un bote de ketchup de su propia marca

Carlos Ríos con un bote de ketchup de su propia marca

Carlos Ríos asegura que ya les ha respondido por email enviándoles una lista de los contratos publicitarios que tiene firmados. “Les he comunicado cuáles son las publicaciones remuneradas para que puedan comprobar que están debidamente señalizadas. Después hay una serie de publicidad gratuita, que entiendo que es lo que puede llevar a confusión”. Es decir, admite que una serie de contenidos sí están pagados, mientras que por otros no recibiría una contraprestación. 

“Yo, como creador de contenidos, recomiendo productos saludables para que la gente coma más sano. Y no lo hago para recibir nada a cambio. Yo me paseo por el supermercado y le digo a la gente lo que me parece sano, para que ellos puedan decidir, pero no es algo que esté remunerado”, justifica. 

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El influencer, además, se muestra partidario de que el Ministerio de Consumo inicie una investigación para perseguir la publicidad engañosa. “Quizás lo que tenga que hacer a partir de ahora es señalizar lo que es publicidad gratuita para evitar cualquier tipo de confusión”, expresa. 

Tras el vídeo en su perfil de Instagram en el que condenaba el señalamiento por parte del departamento de Pablo Bustinduy y “sus medios de comunicación afines”, declara que no ha vuelto a recibir noticias del Ministerio. “Lo que niego rotundamente es que haya cometido ningún tipo de publicidad encubierta”, remacha.