Con los batallones rusos que combaten apoyando a Kiev: "Las elecciones de Putin son una farsa"
Los rusos que viven en Ucrania y apoyan la lucha contra el Kremlin se reúnen para visibilizar que hay parte de la población que está en contra de Putin.
18 marzo, 2024 02:21"Hay mucha gente con pasaporte ruso en Ucrania y están categóricamente en contra de Putin y de su invasión". Con estas palabras arrancaba el encuentro que los simpatizantes de la Legión Libertad para Rusia organizaban en Kiev este domingo, coincidiendo con el último día de votaciones en las elecciones de Putin; unas elecciones que consideran "una farsa amañada". Tal vez por eso, en vez de depositar una papeleta en las urnas, los batallones militares formados por ciudadanos rusos que combaten hoy del lado de Kiev lanzaron una ofensiva contra su propio país a tres días de que arrancaran las votaciones.
"En Rusia hay dos oposiciones diferentes en este momento: una pacífica y otra partidaria de la lucha armada, y ahora es el momento de apoyar esa lucha armada", aseguraba uno de los portavoces de la Legión Libertad para Rusia durante el acto, en el que explicaron el motivo de los ataques que se están produciendo en las regiones fronterizas de Kursk y Belgorod.
No es el primer asalto en suelo ruso –hubo otra incursión en Belgorod hace un año–, pero es el que más combatientes y medios técnicos ha aglutinado. En la ofensiva militar participan tres cuerpos diferentes: la Legión Libertad para Rusia, el Cuerpo de Voluntarios Rusos y el Batallón Siberia –creado hace pocos meses, poniendo de manifiesto que cada vez más ciudadanos rusos se unen a la lucha armada del lado de Kiev–.
Este tipo de operaciones en suelo ruso, aunque no son a gran escala, entrañan cierta polémica por las reticencias de los aliados de Kiev a que Ucrania ataque a Rusia y se produzca una escalada de la guerra. Sin embargo, la Legión Libertad para Rusia asegura que los soldados que participan en los combates en suelo ruso están en sus "días de vacaciones y que han entrado en territorio ruso por su cuenta y riesgo, sin estar bajo las órdenes del Ejército ucraniano".
Cuesta creer esta afirmación pero, con el pasaporte ruso en la mano, a efectos legales los atacantes son ciudadanos rusos entrando en Rusia. “No hay ni un sólo ucraniano participando en el ataque”, subrayaban. Así que Zelenski no se ha saltado la bandera roja que le han impuesto sus aliados desde Occidente.
A este respecto, los participantes en este encuentro de simpatizantes de la Legión Libertad para Rusia –que está encuadrada bajo el paraguas de la Legión Internacional de Ucrania– se quejaron de las limitaciones de Estados Unidos y los demás socios de Kiev. "Están muy lejos para entender las dimensiones de la agresión rusa en Ucrania, y por eso han puesto esa condición. Pero Putin está en guerra con la democracia dentro y fuera de Rusia, y con Putin no sirven las palabras, es necesario combatirle con hechos", aseguró uno de los combatientes que tomaron la palabra.
Repercusión mediática
Cuando se produjo el ataque contra Belgorod en marzo de 2023, la gesta duró una semana. El Ejército del Kremlin redujo a los atacantes y causó un número significativo de bajas. Ellos ya sabían que no iban a tomar Moscú –igual que lo saben ahora–, pero su objetivo era hacer ruido, que su mensaje llegará lo más lejos posible, porque la propaganda también es un arma de guerra.
"Queremos que el mensaje llegue a todos los rusos que no apoyan la guerra de Ucrania, y queremos que despierten ahora. Somos muchos los rusos que estamos en contra de Putin, pero la gente cree que no podemos hacer nada en contra del régimen. Sin embargo algunos estamos dispuestos a dar la vida por el cambio en Rusia", dijo otra combatiente.
En declaraciones en exclusiva para EL ESPAÑOL, el fundador y comandante del Cuerpo de Voluntarios Rusos, Denis Kapustin asegura que "nuestra tarea es aumentar la presión sobre la maquinaria militar del Kremlin, hacerla cada vez más tensa. Además, cumplimos tareas de propaganda y, por supuesto, militares". La entrevista con Kapustin no puede ser en persona porque, asegura, él y todos sus hombres están en frente de combate.
"A nosotros no nos interesan especialmente las elecciones, desde luego no pretendíamos perturbarlas porque el resultado de esta farsa ya lo conoce todo el mundo de antemano", difiere de sus compatriotas con respecto al simbolismo de la fecha. "Es sólo que el sistema de la Federación Rusa es más vulnerable estos días", apostilla Kapustin, que envía una foto en lo que parece el interior de un puesto de mando avanzado, desde donde monitoriza la operación en suelo ruso.
No hay guerra sin muertos
"Hay varios pueblos rusos destruidos, y por desgracia hay víctimas civiles", explica el oficial Aleksey Baranovskiy, uno de los portavoces de la Legión Libertad para Rusia. Durante la jornada del sábado se organizó un corredor humanitario y se instó a los residentes de varias localidades rusas a evacuar –tal y como se publicó en varios canales de Telegram–, pero aún se desconocen las cifras tanto de bajas como de civiles evacuados.
A diferencia con la incursión de hace un año, en la ofensiva que está teniendo lugar ahora se están utilizando un gran número de vehículos blindados –incluyendo carros de combate soviéticos– y de armas de gran calibre. Por los que la destrucción y las bajas que están infringiendo también serán mayores.
En este sentido, el Cuerpo de Voluntarios rusos agradecía irónicamente al Ministerio de Defensa ruso que les hubieran "cedido" los BTR-82A que capturaron el año pasado, y que están usando ahora contra el propio Kremlin. "Ahora han vuelto a casa" decían en su Telegram, junto con un vídeo donde se veía el uso que le estaban dando.
"Hoy tenemos más hombres y más medios que hace un año", coincidía Baranovskiy, que ha explicado que la preparación de esta operación conjunta les ha llevado varios meses. "Eran necesarios los blindados para llegar hasta puntos más alejados de la frontera con Ucrania, y también ha sido necesario mucho trabajo de reconocimiento en zonas fronterizas".
"Nuestra acción ha estado bien pensada: en Rusia no hay elecciones en el sentido serio de la palabra, pero nosotros, como ciudadanos de Rusia, hemos decidido mostrar nuestra posición política: si no hay posibilidad de votar según el procedimiento democrático, entonces votaremos de la manera en que el régimen de Putin nos deja, con las armas", prosigue el oficial.
"Casi cada trimestre hay incursiones en Briansk y Belgorod, es una batalla a largo plazo, pero es la primera vez que entramos en Kursk. Ya son tres regiones rusas las que reciben nuestros saludos, y los seguirán recibiendo porque los tres cuerpos que participamos en las acciones no hemos dejado de crecer", aclara.
Sobre la relación que estos tres batallones tienen entre sí, Baranovskiy asegura que "cada uno lucha en su propio sector del frente, pero todos somos hermanos, esto es una competencia sana. Es como el fútbol en España: está el Real Madrid, el Barcelona, el Valencia... compiten entre ellos, pero cuando hay partido de la selección, juegan todos a una", zanja
De dónde sale el dinero
La financiación procede también de ciudadanos rusos. "La mayor parte es gente que vive fuera de Rusia, y a la que le gustaría volver a su país libre de la dictadura de Putín", explica Tatiana Vrovchenko, la directora de la Fundación 24.02 que organizaba este encuentro para explicar por qué hay una Legión Libertad para Rusia, que lucha del lado de Ucrania. Esta fundación se dedica, además, a recaudar dinero para ellos.
La historia de Tatiana, su fundadora, es la historia de muchas personas ucranianas que están casadas con ciudadanos rusos, a los que la invasión trastocó sus vidas por partida doble. "Nosotros vivíamos en Mikolaiv con nuestro hijo, y cuando empezó todo mi marido se alistó del lado ucraniano y yo me puse a trabajar como voluntaria; hicimos lo que pudimos", relata.
“La Legión Libertad para Rusia también apoya a los civiles ucranianos que viven en ciudades que estuvieron ocupadas en Járkov y Jersón, y que en muchos casos han quedado destrozadas, sin luz, sin suministros, sin recursos, sin nada. Así que cada vez que van hacia la frontera para luchar, les llevan ayuda”, aclara.
El Cuerpo de Voluntarios Rusos, por su parte, también está financiado con capital ruso. Kapustin aseguró, tras la primera incursión en Belgorod, que se autofinanciaban y no necesitaban dinero del Gobierno ucraniano porque “muchos rusos descontentos con la situación actual de Rusia apoyan la causa”. El fundador de este batallón aseguraba que “no todos pueden combatir con nosotros, y su forma de apoyarnos es con dinero”. Y llegaba a afirmar que los donantes “también son parte del Cuerpo de Voluntarios Rusos”.
Rusos buenos
"También hay rusos buenos –subrayaban en un momento del encuentro que tuvo lugar en Kiev–, muchos están luchando del lado de Ucrania, otros se marcharon de Rusia cuando comenzó la invasión y ahora viven en otros países". "Algunos de ellos reciben ataques de odio por ser rusos, y queremos visibilizar que no todos los rusos están de acuerdo con lo que hace Putin ni con su invasión, y no merecen ese odio".
No había frustración por no poder participar en las elecciones, que se celebraron entre el viernes y el domingo, porque para ellos no tenían ninguna validez –tal y como recordaron en varios momentos del encuentro–. El hecho de que asesinaran a Alexei Navalny –el principal oponente de Putin–, a unos días de las elecciones, acabó con cualquier atisbo de credibilidad que le podía quedar a la cita electoral.
Además, en los días previos a los comicios, se denunciaron irregularidades con el censo electoral de los territorios ocupados ilegalmente por Rusia en Ucrania, cuyos ciudadanos –ucranianos– también estaban llamados a las urnas. En algunos lugares, el censo superaba con creces el número de personas en edad de depositar la papeleta.
"Todos sabemos el resultado de esos comicios, pero hay un oposición en las calles que tarde o temprano se hará oír", advirtieron desde Kiev el último día de las votaciones. "En realidad no somos rusos apoyando a Ucrania, que también, pero somos sobre todo rusos apoyando a otros rusos que no quieren vivir bajo la dictadura de Putin", se escuchó.
En los uniformes de los combatientes que estaban presentes el domingo en Kiev llamaba la atención la bandera que lucían: era una bandera de Rusia blanca-azul-blanca. Es un símbolo de oposición a la invasión rusa a gran escala de Ucrania, y ha sido utilizado por manifestantes antibelicistas rusos por todo el mundo.
Según los activistas que la portan, simboliza la lucha por la paz y la libertad de pensamiento, y han eliminado el color rojo de la bandera oficial de la Federación rusa porque se asocia con la sangre y el pasado soviético. Así que fue reemplazado por el color de la paz, el blanco.
Después de dos años de guerra, es posible que ni siquiera una nueva bandera pueda limpiar el reguero de sangre y de muertos que han perecido en Ucrania. Pero los rusos que se dieron cita en Kiev el domingo dejaron claro que hay una oposición al régimen de Putin y que tarde o temprano explotará. “Ojalá y no esperen a que Ucrania gane la guerra, porque los necesitamos ahora”, dijo una de las voces.
"¿Se podrán cerrar las heridas entre los ucranianos y los rusos que no han tenido nada que ver con la invasión?" le pregunto a Tatiana Vrovchenko antes de abandonar el hotel donde se llevó a cabo el acto. "No lo creo. Los horrores que nos han hecho los rusos están grabados en la retina y en el corazón de los ucranianos, y la imagen es demasiado dura. Si se cierran, será dentro de muchos años", sentencia.