El Duque de Hastings, Los Bridgerton y el boxeo en el inicio del siglo XIX: entre nobles y apuestas
Los Bridgerton se han convertido en el fenómeno de la temporada. Una historia de amor y pasión en la que también se cuela el boxeo.
14 febrero, 2021 23:43Noticias relacionadas
Los Bridgerton se ha convertido en la sensación de la temporada. Todo el mundo habla de esta serie ambientada en los años de la Regencia británica y, prácticamente, la culpa la tiene un Duque de Hastings, interpretado por Regé-Jean Page, que ha robado el corazón de millones de telespectadores en todo el mundo.
La serie de Netflix habla de amor, de poder, de nobleza y también se adentra en el mundo del boxeo. Y es que el boxeo es otra pieza más de este conglomerado basado en unas novelas, escritas por Julia Quinn, que ha dado forma la todopoderosa Shonda Rhymes.
La clave del éxito está en un Regé-Jean Page que ha multiplicado sus seguidores por miles y que todo lo que hace o dice ha pasado a convertirse en tendencia. De él ha gustado todo, desde su clase, hasta su sonrisa, pasando por escenas más subidas de tono y, por supuesto, por verle dentro del cuadrilátero.
El Duque de Hastings no peleaba en combate oficial, pero sí que entrenaba junto a su amigo Will Mondrich, interpretado por Martins Imhangbe. Duque y boxeador profesional atraen la atención hacia el boxeo en Los Bridgerton, la cuestión es: ¿cuál era la influencia de este deporte durante aquella época? ¿Era tanta como se ve en la serie?
Época dorada del boxeo
Pues sí, el boxeo era uno de los deportes más importantes durante el periodo de la Regencia de Reino Unido (entre 1811 y 1820). Se dice que la época dorada del boxeo inglés tuvo lugar entonces, por lo que no es de extrañar que aparezca en Los Bridgerton y que cuando tenía lugar un combate en la serie, los miembros de la nobleza estuviesen presentes. Unas peleas a 'manos desnudas' y en las que las apuestas, por supuesto ilegales, estaban a la orden del día.
Según los historiadores, en aquella época el boxeo ya había sufrido tal evolución que era considerado como una representación de la hombría y el honor, dos valores que personifica también el Duque de Hastings. Pero es que en Reino Unido, además, si por aquel entonces te proclamabas campeón, lo más seguro es que acabases saboreando el título mundial, ya que era la gran potencia junto a Estados Unidos.
El boxeo sin guantes o a 'manos desnudas' todavía está vigente, aunque durante décadas ha estado prohibido en muchos lugares por su carácter más salvaje y sangriento. Y es que no fue hasta 1867 cuando se implantaron varias normas que dos años antes habían sido acordadas. Fue a partir de entonces cuando, por ejemplo, se difundió el uso de los guantes o los asaltos de tres minutos.
Lo cierto es que el boxeo antes de esto no era al que hoy en día se ve y se disfruta. Tampoco es el que se ve en la serie, que salvo el detalle de los guantes no es tan salvaje como el de la época. ¿Por qué? Porque no fue hasta el año 1838 cuando llegaron las famosas reglas denominadas London Prize Ring, las que prohibían patadas, golpes con la cabeza, mordiscos y golpes bajos. Antes, durante la época en la que está ambientada Los Bridgerton, se permitía todo esto en un cuadrilátero.
Tras aquello llegaron las nuevas reglas ideadas por John Graham Chambers, del Club Atlético Amateur, quien gracias al patrocinio de John Sholto Douglas, el noveno marqués de Queensberry, promocionó unas nuevas normas que siguen vigentes en la actualidad y que son conocidas como las reglas de Queensberry.
Apoyo aristocrático
Durante ese periodo de la Regencia británica, los inmigrantes judíos, irlandeses y afroamericanos reinaron en la época dorada del boxeo. Era solo cuando estaban dentro del ring cuando todos estos adquirirían relieve dentro de la sociedad, siendo puestos al margen de la misma cuando no estaban boxeando.
Joseph Strutt publicó a principios del siglo XIX un artículo en el que metía al boxeo dentro de un listado de actividades en la que los espectadores que lo disfrutaban pertenecían tanto a la aristocracia como al pueblo común, de ahí que esté bien ambientado en Los Bridgerton no solo que el Duque asista a los combates de su amigo Will, sino que también lo hagan Daphne con el príncipe o los hermanos de esta.
El boxeo recibía el apoyo aristocrático, llegando este a su punto más alto casi un siglo antes, en 1732, cuando el Rey Jorge I ordenó la construcción de un cuadrilátero en Hyde Park. El apoyo del monarca solo representa una muestra más de la relación entre la aristocracia y el pugilismo a lo largo de la historia, entonces, los nobles apoyaban con su dinero a los boxeadores, cubriendo sus gastos y realizando apuestas, como se plasma en Los Bridgerton.
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