Una persona limpia la vitrocerámica con un paño.

Una persona limpia la vitrocerámica con un paño. iStock

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El truco con medio limón que arrasa en España para eliminar la suciedad más incrustada de la vitrocerámica

La vitrocerámica se ensucia rápido, pero un truco con limón ayuda a eliminar hasta la suciedad más incrustada.

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A pesar de que es una de las zonas de la cocina que más se limpia, y al ser una de las más utilizadas, la vitrocerámica también es una de las que más se ensucia. Los líquidos que hierven y caen sobre la misma, así como el aceite que salpica al freír, y los restos generados por diferentes alimentos, acaban por hacer que este elemento tan importante de la cocina se vea sucia, requiriendo así de una limpieza regular.

Aunque existen opciones diversas para poder garantizar una mayor limpieza y que no se ensucie demasiado, es recomendable limpiarla tras cada uso para evitar que se acumule demasiada suciedad. Dado que es inevitable que la vitrocerámica se acabe ensuciando, es recomendable seguir las recomendaciones de expertas en limpieza como Pía Nieto (@pia_organiza), que ha dado los trucos a seguir para limpiarla y que quede impoluta.

Pía Nieto ha dado a conocer el truco definitivo para conseguir que la vitrocerámica quede perfectamente limpia, sin importar la suciedad que tenga acumulada. Para ello, recomienda frotar la vitro con medio limón para ablandar la suciedad que está más quemada y los restos inorgánicos pegados a ella por falta de limpieza, incluso la más incrustada. Se pueden dar varias pasadas si la suciedad se resiste.

A continuación, se utiliza un rascador con cuidado, en posición oblicua, para no rayar la vitrocerámica, y se recoge la suciedad usando una bayeta o papel de cocina. Lo ideal es colocarlo en una posición de 30 º, para que consiga eliminar la suciedad sin correr riesgos de que la espátula raye la superficie.

Como aún quedarán restos, habrá que usar la otra mitad del limón para volver a frotar la vitrocerámica, dejando que actúe durante unos minutos. De esta forma, cuando reaccione, se conseguirá que los restos de suciedad restantes se ablanden. Ahora tendrás que echar un poco de piedra de arcilla, otros chorritos de limón y frotar con una bayeta, usando el rascador al final si es necesario. Se recoge la suciedad y la vitrocerámica queda limpia.

El truco final que aplica la experta en limpieza pasa por echar un chorrito de vinagre, con el que se puede eliminar la grasa y conseguir que brille muchísimo. Asimismo, recomienda que se tenga la vitrocerámica limpia cada día, pasando una bayeta cada vez que se cocina para evitar que se acumule demasiada suciedad y pueda llegar a incrustarse.

Otros trucos para limpiar la vitrocerámica

Además de estos consejos, existen otras recomendaciones y trucos que se pueden poner en práctica para poder conseguir el mejor resultado de limpieza en la vitrocerámica, uno de los elementos más utilizados de la cocina.

Bicarbonato de sodio y agua

Una solución de bicarbonato de sodio y agua, con la que se hará una pasta que se colocará sobre la superficie, para seguidamente echar un chorrito de vinagre para que actúe. Tras dejarla unos 15 minutos, se retira el exceso con una bayeta de microfibra para poder dejarla limpia.

No obstante, si se prefiere, se puede hacer una solución con vinagre, agua y bicarbonato de sodio en un recipiente con pulverizador, para luego aplicarla sobre la vitrocerámica y, tras dejar que actúe durante media hora

Pasta de dientes

Si la vitrocerámica está raspada y se quiere mejorar su aspecto, una forma de hacerlo de manera sencilla es utilizando pasta de dientes. Para ello habrá que colocar dentífrico en un paño, para luego proceder a frotar la superficie rayada. De esta manera, se podrá conseguir que desaparezcan los rayones y que luzca brillante.

Limón

Si hay manchas resistentes y difíciles de eliminar en la vitrocerámica, que se hayan adherido en gran medida a su superficie, se puede recurrir a usar unas gotitas de limón que sirvan para deshacerla. Después de mojar con el cítrico, se debe dejar reposar durante 2-3 minutos hasta que se ablande. Una vez lo haya hecho, se podrá usar la rasqueta para deshacerse de todos los restos y dejarla totalmente limpia.

No uses estropajo

Para retirar los restos de comida o producto para limpiar, nunca uses un estropajo, ya que podría rayar la superficie de la vitrocerámica. Hazte con una bayeta ecológica o usa papel de cocina. Además, la rasqueta es imprescindible para un buen mantenimiento y limpieza de este electrodoméstico para deshacerse de residuos y manchas sin rayones.

Hielo

Si te encuentras que, por mucho que le das con el rascador, la mancha se resiste, no debes darte por vencido, ya que podrás recurrir al uso de un cubito de hielo para eliminarla. Se debe pasar por encima de la mancha durante un minuto, para luego repasar con la rasqueta, consiguiendo de esta forma que la suciedad desaparezca.

Vinagre

Para sacar brillo a la vitrocerámica es posible usar vinagre, que es uno de los productos naturales con más propiedades para la limpieza que podemos utilizar. También es un gran abrillantador para superficies como la vitrocerámica. En este caso solo hay que aplicarlo con una bayeta o paño suave y así evitar arañazos mientras se consigue una adecuada limpieza.

Más allá de estos consejos, conviene tener presente la importancia de limpiar la vitrocerámica de forma regular, eliminando los derrames inmediatamente y haciéndole una limpieza rápida cada vez que se termine de cocinar. Además, siempre habrá que usar productos específicos para ella, evitando frotar con estropajos o bayetas que resulten abrasivas y pueden estropear la superficie.