Una persona sacando un plato de comida del microondas.

Una persona sacando un plato de comida del microondas. iStock

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El simple gesto que casi nadie hace en España al usar el microondas y que reduce un 25% tu factura de luz

Un truco fácil que no solo acelera el calentamiento de los alimentos, sino que también ayuda a ahorrar en la factura de la luz.

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El microondas se ha convertido en uno de esos elementos que no puede faltar en ningún hogar, pues permite calentar la comida en poco tiempo, además de poder hacer uso de otras funciones como descongelar o cocinar como si fuera un horno. La gran ventaja que tiene es que consume poca energía, y es que gasta hasta un 65% menos que un horno eléctrico, según indica el Instituto de Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).

Sin embargo, hay un gesto que nadie hace al usar el microondas y que permitirá consumir aún menos, tanto que podría ahorrar hasta 25% en la factura mensual de la luz. Este truco consiste en tapar los alimentos mientras se encuentran en su interior.

El motivo es que cuando se pone otro plato encima o se usan recipientes con tapa, siempre que sean aptos para este electrodoméstico, se calientan más rápido, lo que hace que el microondas no tenga que utilizar tanta energía para realizar su función.

Asimismo, también hay otros métodos que son fáciles y que puedes aplicar para conseguir un mayor ahorro, como calentar varias cosas al mismo tiempo, no abrirlo cuando está en funcionamiento o desenchufarlo cuando no se esté utilizando, evitando así el consumo "fantasma" de este tipo de aparatos.

Ahorrar energía con el microondas

El microondas es uno de los electrodomésticos que más se usan en los hogares españoles, y aunque no es uno de los que más consume en términos energéticos, sino que es la frecuencia de uso la que hace que sea un aparato en el que se desea ahorrar. Aunque habitualmente no se realizan muchas tareas al respecto, es posible controlar el gasto de este aparato eléctrico con unos simples consejos.

El más evidente es uno que muchas veces se pasa por alto y es el de no abrir la puerta mientras se está cocinando. Es habitual que se abra la puerta del microondas para saber si los alimentos están listos, pero como sucede con el horno, hacerlo provoca que el calor del interior salga hacia afuera y baje la temperatura en el interior del electrodoméstico, haciendo que se tarde más en cocinar lo que se encuentra en el microondas y, por tanto, se consume más energía.

Otra manera de conseguir un mayor ahorro energético al utilizarlo es aprovechar para calentar más cantidad. Existe la falsa creencia de que para que los alimentos se cocinen bien es necesario calentarlos de uno en uno, pero nada más alejado de la realidad, pues es posible cocinar varias cosas al mismo tiempo. Eso sí, es importante separar correctamente cada alimento para que todos puedan ser cocinados o calentados a la vez.

En este sentido, la disposición es clave, pues hay que asegurarse que todos los alimentos que se introducen en el microondas están bien separados y colocados para que las ondas lleguen a todos por igual. No se aconseja amontonar grandes cantidades de alimento, ya que será más complicado que se caliente la parte inferior.

Otra forma evidente de conseguir un ahorro es utilizarlo solo cuando realmente lo necesitas y no por defecto, puesto que hay casos en los que se puede recurrir a otros sistemas de cocción que implican menos gasto.

Además, como ya hemos mencionado, deberías evitar el gasto "fantasma" que tienen todos los electrodomésticos cuando se encuentran en stand-by, es decir, conectados a la electricidad, pero sin ser utilizados. Si quieres conseguir ahorrar más, desconéctalo del enchufe cuando no lo vayas a usar, y evitarás así un consumo residual que puede llegar a suponer varios euros al mes.

Cómo calentar comida sin microondas

Si has decidido dejar de lado el microondas o darle un menor uso, o simplemente te encuentras con que se ha estropeado o te encuentras fuera de casa y necesitas calentar comida, te conviene conocer cuáles son las principales alternativas para conseguir alimentos calientes, siendo algunas opciones las siguientes:

  • Fiambrera eléctrica: es cada vez más popular entre quienes suelen comer fuera de casa, siendo una fiambrera-electrodoméstico que está pensada para poder transportar los alimentos en su interior al mismo tiempo que puede calentar la comida poco a poco, por lo que es una alternativa muy a tener en cuenta.
  • Miniolla eléctrica: es una buena alternativa para nómadas, estudiantes que están fuera de casa e incluso para cocinas pequeñas. Es una cazuela pequeña con cable integrado que se puede usar en cualquier lugar en el que haya conexión eléctrica y que está pensada para cocinar o calentar raciones pequeñas de sopa, arroz, pasta…, o para hervir agua.
  • Horno portátil: en algunos lugares de trabajo se puede contar con hornos convencionales de sobremesa que permiten calentar y gratinar la comida como en casa, siendo una alternativa para poder comer caliente sin problemas.

Por otro lado, si lo que necesitas es buscar una alternativa para calentar líquidos, las opciones a las que puedes recurrir son las siguientes:

  • Calientaleches: los calientaleches eléctricos son útiles para poder calentar todo tipo de bebidas, incluso vegetales, y en algunos casos también funcionan como espumadores.
  • Hervidores de agua: son todo un clásico y se encuentran tanto para cocinar al fuego y sobre vitrocerámica como en su versión eléctrica. También hay hervidores de cristal con regulador de temperatura, desde 60 a 100 °C, según las necesidades de cada tipo de infusión o el uso que se le quiera dar al agua que se calienta.