Para los amantes de los alimentos de temporada, el verano es una de las estaciones más ricas y provechosas. Las frutas y verduras frescas se multiplican en esta estación, llenando de sabor y color nuestra despensa.

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Pero las altas temperaturas, y sobre todo, la gran ola de calor por la que atraviesa el país, provoca que las frutas y verduras maduren con más rapidez y como consecuencia, aumenta el desperdicio de estos alimentos. Una situación que con simples gestos se puede revertir sacando el mayor partido a las frutas y verduras durante el verano.

Para conservar mejor las frutas y verduras durante los meses más cálidos del año es necesario conocer algunas técnicas que permiten alargar la vida de estos alimentos. Hay productos a los que el frío de la nevera les va como anillo al dedo en esta estación, pero para otros, supone la madurez y el desperdicio acelerado.

Estos son los consejos de los expertos para conservar mejor las frutas y verduras en verano.

Comprar justo lo que se necesita

Revisa tu despensa y haz una lista con las frutas y verduras que necesitamos. La lista te ayudará a comprar justo lo que necesitas, sin pasarte con las cantidades y evitando el desperdicio.

Optar por frutos de temporada

Para que duren más tiempo, es aconsejable optar por las frutas y verduras de temporada. De este modo, se garantiza que estén en su mejor momento de consumo, y a un precio asequible.

Lugar fresco

Cuando vuelvas del mercado, después de comprar frutas y verduras frescas, coloca la fruta en un lugar fresco, alejado de la luz, ventilado y seco un par de días hasta que maduren de forma natural.

Después se pueden conservar en la nevera unas horas o un día antes de consumirlas, aunque para evitar que aceleran su maduración se recomienda guardarlas en un envase bien cerrado.

Excepto las cerezas y las fresas que sí se pueden conservar perfectamente en el frigorífico, siempre y cuando no estén sometidas a frío excesivo.

Las verduras en el frigorífico

Las hortalizas y verduras de hoja verde como las lechugas, espinacas, endivias, acelgas, rúcula, etc., aguantan muy bien el frío y se conservan mejor en la nevera en verano.

Para que el frío seco no estropee las hojas se recomienda colocarlas en los cajones de refrigeración, donde hay menos frío.

Aunque hay algunas excepciones, como el tomate, que no aguanta bien la refrigeración y pierde gran parte de su sabor. En su caso, lo mejor es guardarlos en un lugar fresco, oscuro y seco y consumirlos de forma rápida, sobre todo, en los meses más calurosos del año.

Conservar los ecológicos

Por su parte la startup Bene Bono ha recopilado una serie de recomendaciones para conservar mejor los productos ecológicos.

La startup que lucha contra el desperdicio alimentario indica que debido a la forma de cultivo, el producto ecológico puede tener características especiales en cuanto a la madurez, vida y almacenamiento.

  • Madurez: la fruta y verdura ecológica tiende a ser más madura en el momento de la compra debido a su proceso de cultivo natural. Por lo tanto, es recomendable consumirla más rápido que la fruta convencional, para evitar que se deteriore.

  • Vida útil: al no contener conservantes químicos, el producto ecológico puede tener una vida útil ligeramente más corta que el convencional. Así, es importante planificar el consumo en consecuencia y priorizarlo antes de que se deteriore.

  • Almacenamiento: dado que la fruta y verdura ecológica no ha sido tratada con productos químicos para prolongar su vida útil, es crucial almacenarla adecuadamente. Se recomienda colocar en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y otros alimentos que puedan acelerar su maduración.

Estas son algunas buenas prácticas que nos aconsejan para aumentar la vida útil de los productos:

  • El congelador como aliado. En el caso de saltarse la recomendación anterior, Bene Bono señala que la opción perfecta para dar una segunda vida al producto ecológico puede ser cocinarlo y después congelarlo. Una práctica que además beneficia tu bolsillo y es más saludable. Además, también se pueden preparar platos como sofritos, encurtidos o mermeladas.

  • No conservar la fruta y verdura cortada o húmeda en la nevera. La recomendación es evitar guardar la fruta y verdura cortada, pelada y/o lavada, a no ser que vaya a ser consumida en ese mismo día. De hacerlo así, se acelerará su deterioro y oxidación, aunque se puede mitigar con unas gotas de limón para ralentizar su maduración.

  • Separar las piezas que estén más maduras. Para mejorar la conservación durante la época de más calor, es importante guardar las piezas de fruta y verdura ecológica fuera de los envoltorios y mantener cierta separación entre frutas y hortalizas, especialmente si algunas están en estado de maduración avanzado.

  • Almacena los alimentos en recipientes adecuados. Los mejores recipientes para guardar la fruta y verdura en verano son los que están compuestos por fibras naturales y que permiten transpiración, como por ejemplo los cestos de mimbre. Otros envases que pueden ser de gran utilidad son los herméticos, tanto de cristal como de plástico, incluyendo un papel absorbente para que no se humedezca el interior.